David Suárez: “El humor negro tiene que provocar estupefacción antes que carcajadas”

David Suárez (Santiago de Compostela, 1992) saltó a la fama en 2013 por la creación del personaje y la webserie Vincent Finch: diario de un ego. Con más de cien mil suscriptores en YouTube y dos millones de reproducciones, sus vídeos se hicieron virales y causaron sensación entre los veinteañeros de toda España. Ahora ha decidido apartar al personaje y dedicarse a otros proyectos. Ha creado Famosos y una vieja, La culpa es de internet o David Suárez ya no es Vincent Finch¸ su espectáculo de 'stand-up' (monólogos) con el que quiere demostrar su capacidad para la comedia.

Has optado por este modelo de monólogos y ya has actuado en varias capitales de España, ¿cómo ves el futuro de “David Suárez ya no es Vincent Finch”?

Próximamente no hay nada planeado, ya que estamos en el mes de julio y es complicado organizar espectáculos para el verano en estas fechas. De momento vamos a terminar de cambiar algunos aspectos del show, como por ejemplo el nombre. El plan es borrar todo lo que queda de Vincent Finch. Pero el objetivo es seguir con los monólogos.

¿Por qué has decidido pasarte al mundo del 'stand up'?stand up'?

Me gusta hacer esto porque me demuestro a mí mismo que soy capaz de hacer otras cosas. Los otros proyectos que he hecho eran con cámara, con un proceso de pre y postproducción. Este es otro mundo, con diferentes reglas y mucho más jodido. Al final un cómico tiene que saber estar en un escenario para no ser un tío que simplemente actúa.

Decidí empezar gracias a Toni Nievas, un cómico que tiene un show llamado El verano de internet y me propuso hacer de telonero en su estreno. Probé esa noche, casualmente hace justo un año, cuando terminé el último vídeo de Vincent Finch. Tenía la duda de actuar como yo o como el personaje, para hacer una especie de despedida. Finalmente me decanté por ser yo mismo. Sinceramente, fue bastante mal. Fallaron muchas bromas, pero me di cuenta de que me gustaba mucho hacerlo. Por mal que lo hiciese, no iba a parar hasta que me saliera algo de lo que estuviera orgulloso. En definitiva, lo hago porque me gusta mucho la comedia en vivo: Louis CK, Chris Rock, Ricky Gervais...

¿Qué es lo que más te gusta de la comedia anglosajona?

Gervais por ejemplo no me gusta tanto en stand up, pero reconozco su capacidad para fingir que sabe improvisar. Es un tío híperpreparado, capaz de memorizar un montón de gags. Luego Chris Rock es mi monologuista favorito, porque es un tío que hace que te replantees muchas ideas al final de su espectáculo. Ha hecho que me ría de cosas de las que no pensaba que me iba a reír. Te lleva a sitios donde te sientes realmente incómodo. Me gusta diferenciar estos dos cómicos porque el primero -Gervais- busca risas, montar el espectáculo en el escenario; sin embargo Chris Rock añade una serie de ideas más cerebrales, más lapidarias.

Yo cuento con una especie de balón de oxígeno. Lo que me favorece es que la gente sabe que yo no hago vídeos de pesca submarina. Yo por ejemplo digo: “Hallabalooza”, y el público se ríe. Louie CK, por ejemplo, en su último monólogo en el Saturday Night Live, no jugaba en casa. El SNL es transgresor, pero al fin y al cabo es un 'late night', para un público muy amplio, y el ponerte a decir esas “barbaridades” delante de millones de personas tiene muchísimo valor.

¿Y del humor nacional?

Creo que hay dos en especial que me encantan, por su idea de humor. El primero es Miguel Noguera, creo que es único no solo en España, sino en el mundo entero. Se pueden buscar en el extranjero humoristas semejantes a Dani Rovira, Ignatius Farray, etc., pero de Miguel Noguera es imposible. Su capacidad para desconcertar y jugar con el lenguaje y las ilustraciones es flipante.

Luego están Venga Monjas, que también tienen esa capacidad de hacer comedia con algo que nunca hubiéramos pensado que podría hacerse. Es que se pintan un poco de amarillo, se pone una nariz de cartón, te dicen que son Los Simpson y te lo crees. También me gusta la idea de utilizar a gente mayor en sus sketches, como se puede ver en Famosos y una vieja.

Venga Monjas son capaces de otro tipo de humor, como con su cortometraje Don Pepe Popi, dirigido por Carlos Vermut.Don Pepe Popi

En parte están cambiando un poco la forma de hacer comedia. Si miras los cortos que hacen, tienen unas actuaciones muy realistas. Hasta ahora la comedia española era más histriónica. Ellos consiguen algo que en España se ha visto poco, y es hacer un humor desde un prisma que no parece cómico, más serio, pero al final te das cuenta de que es comedia de la buena.

Lo de utilizar en tu espectáculo diapositivas parece que viene de Noguera, de su ultrashow, aunque lo usas para algo totalmente distinto...ultrashow

Te podría decir que es para construir una especie de lenguaje... Pero en realidad es porque no tengo memoria. Yo admiro a quien sabe estar dos horas sin mirar un papel y te suelta un monólogo con una carga textual impresionante pero yo no sé hacer eso. Lo único que puedo es fingir que sé improvisar bien, y una forma en la que sé que no me voy a olvidar nunca es teniendo la referencia de las imágenes.

Lo haces para no olvidarte, pero también se convierte en un gag por sí mismo.gag

Eso es como la idea esta que me persigue un poco de que “la gente que viene de internet no son cómicos de verdad”. Yo lo creo, en cierta medida... Una persona que utiliza un Powerpoint para hacer reír, en primer lugar es una persona que demuestra no tener la memoria suficiente para ser un monologuista profesional, y además el cómico tiene que saber provocar la risa con el don de la palabra, no con artificios como una foto de un pene o algo semejante. Yo no tengo ese don, pero me gusta mucho cuando me detengo en una fotografía y cuento una historia alrededor de ella, y me veo obligado a sacar una especie de energía, aunque el miedo a olvidarse siempre está ahí. También me sirve para darme cuenta de esa cosa de... “Al final eres un tío mintiendo, llevas un Powerpoint porque no sabes hacer lo que hace la gente a la que admiras”.

El humor negro es uno de tus puntos fuertes, como Louis CK.

El problema viene cuando este provoca excesivas risas. No me gusta demasiado que el público tenga tan asimilado el concepto de humor negro, esperan el chiste. Prefiero un '¡oh!' de estupefacción, que una carcajada cuando hago un chiste de humor negro. A veces da la sensación de que siempre tienes que estar a una altura, y que el público si no es un chiste bestia, no se ríe. Tampoco me interesa la etiqueta de humorista provocador, hay otros gags más suaves que también funcionan.

Caso Zapata, ¿cuál es tu opinión a través de la mirada del humorista, que además juega mucho con el humor negro?

No soy político y no puedo valorar hasta qué punto es aceptable o no lo de Zapata a ese nivel. Para mí los límites del humor están en lo graciosos que sean los chistes. En este caso eran muy buenos, y si yo votara a Podemos no habría cambiado mi elección. El caso es que tengo la impresión, y el sustrato que se puede sacar de esto, es que lo importante no son los chistes sino quién los ha hecho. Hay quien va a hacer lo que sea para sacar a los de Podemos del lugar que han ocupado.

En este momento, la entrevista da un giro de 180 grados, el acogedor camerino en el que entrevistamos a David es invadido por unos artistas que han de actuar inmediatamente. Nos vemos obligados a finalizar la entrevista sentados en un bordillo de la calle, a las puertas de la sala. David engulle un trozo de pizza porque son las doce y media de la noche y no ha comido nada después de actuar.

Tu primer éxito fue Vincent Finch: diario de un ego, ¿cómo nace la idea?Vincent Finch: diario de un ego

Lo primero por lo que creo a Vincent es por la necesidad de vomitar cosas horribles de mí mismo y de personas que estaba conociendo en la universidad, amigos de Santiago y la comparación que uno hace de las cosas que aprende cuando llega a un sitio nuevo. En resumen: hay demasiada gente que son unos modernos de mierda. El problema era que tenía más o menos diseñado el personaje pero no sabía cómo contar esto. Más adelante, tras ver The Office, me di cuenta de que la mejor forma no era una ficción pura, sino un falso documental, que cuyos códigos inciden aún más en lo patético.

¿Por qué piensas que tuvo tanto éxito en internet?

Creo que al final somos todos un poco Vincent Finch. Todos tenemos esa tendencia a creer que somos el ombligo del mundo. “Voy a hacerme un blog porque la gente tiene que escuchar lo que tengo que decir” ¿Quién coño te crees que eres? Al final esto nos va a pasar factura, y nos daremos cuenta de que nuestras vidas están más vacías de lo que creemos. Hay muchas personas que han querido tapar su falta de personalidad con la imagen de otras personas, y Vincent Finch es un poco la sátira sobre ello.

Con eso intentas hacer reflexionar, como comentabas que hacía Chris Rock.

No me gusta decir que me encanta la comedia cuando “no es sólo comedia”, porque incluyo todo, esta parte también. Reírte y reflexionar al mismo tiempo es comedia, el género en sí mismo engloba la posibilidad de cambiar la mente de las personas. Esto se hace mucho fuera de España, pero aquí en contadas ocasiones. Tienes por ejemplo a Noguera que hace unas cosas con el lenguaje bestiales, y a Goyo Jiménez, que aunque cierta crítica lo considere más “para todos los públicos”, hace unas críticas al establishment impresionantes. Ambos consiguen, de forma distinta, que salgas del espectáculo con algo más que risas.

¿Está condicionada la crítica al cómico por el público que suele seguirlo?

Sí. Podemos dividir la comedia en una “para todos los públicos” y otra más esnob. Yo sigo más la segunda, pero dentro de la primera hay mucha gente que admiro. Hace poco comenté con varios cómicos tras ver La noche más night de Lou y cía, que había cierta gente que no le hacía “gracia del todo”, porque no consideraban las referencias a YouTube e internet “comedia de verdad”. No me voy a considerar un gurú ni nada, pero siendo objetivos es un proyecto muy interesante, que resulta gracioso y a mí me gusta y no entiendo muy bien este tipo de críticas. Se tiende hoy en día, en los ambientes del moderneo, a calificar de maravilloso lo raro y lo más tradicional como inútil. Parece que hay que estar inventando un nuevo tipo de humor constantemente

Famosos y una vieja, uno de tus últimos proyectos audiovisuales con Atresmedia, es una serie de entrevistas un tanto peculiares a famosos de todo tipo. ¿Es un proyecto que propones tú o es un encargo de la productora?Famosos y una vieja

Puede entenderse que yo renuncié a Vincent Finch para hacer esto. No es exactamente así porque se parecen bastante. Famosos y una vieja es algo que surge porque los productores querían que yo hiciese Vincent Finch, a lo que yo me negué, aunque me lo pidiera Atresmedia. Entonces, me dieron libertad para proponer algo similar. Decidí apostar por coger las escenas de famosos siendo interrogados de manera incómoda, algo que les gustaba mucho de Vincent Finch, pero en esta ocasión íbamos a cambiarlo por una señora mayor.

Parece una sátira del formato televisivo que Risto Mejide propulsó en televisión con “Viajando con Chester”.

Es algo que no tiene tanto misterio como Vincent Finch, que pretendía dar un golpe sobre la mesa y abarcar horizontes más amplios. Pero sí juega con la idea como por ejemplo hacen Trey Parker y Matt Stone en South Park de frivolizar con el concepto de celebridad, criticar la figura de rockstar. Reírse de esto que ocurre cuando sale un famoso en una serie de televisión y lo hace siempre con un redoble de tambores, aplausos enlatados, etc. Se puede ridiculizar su persona, romper los clichés establecidos.

¿Los famosos tienen un guión o lo improvisan?

Hay de todo. Son avisados en todo momento de que nos vamos a meter con ellos, que las preguntas van a ser un poco para “sacar lo peor de ellos”, pero claro, son famosos y la mayoría de ocasiones no se leen el guión. Nos ocurrió algo con José Mota, que llegó dispuesto a todo pero en cuanto leyó el guión y vio de qué iba la cosa, rechazó la entrevista. Luego hay casos en los que a veces por el hecho de ser famosos tienen la necesidad de “crear”, de improvisar. Si eres Raúl Cimas o Eva Hache, que están acostumbrados a escribir y a que se les ocurran ideas, seguramente el guión acabe siendo mucho más cómico. Pero gente como Hugo Silva o Cristina Pedroche, que se limitan a actuar y les escriben lo que tienen que decir, a veces sueltan unas cosas que rompen los esquemas. Fíjate cómo es el concepto de celebridad, que algunos guiones son intercambiables. El caso de Cristina Pedroche es curioso, porque su guión fue en un principio para Anna Simón. Sólo cambiamos los nombres de ellas y el de los programas en los que participan. Así de triste es la figura de “mujer florero”.

Y en La culpa es de internet, ¿cómo es la selección de cómicos?La culpa es de internet

Pues es un tira y afloja constante con los de Atresmedia. Ellos proponen nombres y nosotros se los proponemos a ellos. Al final es complicado llegar a un acuerdo porque ellos buscan siempre youtubers simpáticos que a nosotros no nos convencen, y algunas de nuestras propuestas les parecen un poco extrañas, y no se fían demasiado.

¿Crees que puede cambiar la idea de comedia y su formato televisivo?

De momento es irreconciliable. Hay programas como Sopa de gansos que parece que van a innovar un poco pero que al final te lo venden como si fuera José Luis Moreno y hubiera que contentar a todo el mundo. Canal Plus por lo menos sí intenta apostar por todo tipo de comedia, y hace programas e incluso documentales sobre comedia que incluyen un poco a todos. Hay espacio para todo, y no me gustaría ver a un Miguel Noguera presentando las campanadas de fin de año, por así decirlo. Internet y televisión tienen que ir por su lado. El problema aparece cuando los humoristas queremos que vivir de esto, tenemos la incertidumbre de qué va a pasar con la red en este sentido. Parece que de momento se está apostando por la inversión en humoristas de internet y para internet. Esperemos que no sea una burbuja que acabe explotando.

Todos tenemos esa tendencia a creer que somos el ombligo del mundo. ¿Quién coño te crees que eres?