Manuel Hurtado García (Ceutí, 1950) ha sido uno de los alcaldes que más años ha estado al frente de un ayuntamiento en la última etapa democrática de España. Desde 1979 y durante casi 30 años, los designios de su Ceutí natal pasaron por sus manos. Antes de eso obtuvo la diplomatura de Empresariales en la Universidad de Murcia y sacó por oposición una plaza de funcionario del Estado en Hacienda. Además, durante la Transición fue Secretario General de UGT en la provincia de Murcia, en 1981 fue nombrado secretario de Política Regional de los socialistas murcianos, en los años 90 entró en el Comité Federal del partido y desde 1992 hasta 2002 fue senador por Murcia.
Toda una vida dedicada a la política que ahora se ve agitada por los asuntos judiciales en los que se ha visto implicado. Esta misma semana hemos sabido que la juez que instruía el caso de un pabellón deportivo, en el que Hurtado está imputado junto con otros funcionarios municipales, ha puesto el punto final a la investigación y ha dado traslado a las partes para decidir si cierra la causa o se inicia el juicio. Hablamos de todo ello con Manuel Hurtado.
Cuánto tiempo sin conceder una entrevista, callado, sin hacer declaraciones...
Sí, llevo ocho años en silencio. Desde que dejé de ser alcalde de Ceutí.
¿Qué recuerdos tiene de esa etapa?
La recuerdo con mucho cariño. Tuve vivencias extraordinarias, cogí un pueblo que prácticamente no tenía nada y lo doté de todos los servicios, trabajando sobre el eje de la cultura en sus dos vertientes: en la estrictamente cultural y en la vertiente generadora de trabajo, que sumada a la agricultura, los servicios y la industria, perseguían conseguir el pleno empleo. Para mí, eso era prioritario. Si se hubiera seguido trabajando en esa línea, seguramente la crisis que a todos afecta no hubiera sido tan fuerte en mi pueblo. La cultura es mucho más interesante 'cuando se tiene la barriga llena', y para mí lo principal era que el ayuntamiento impulsara la economía del municipio.
¿Alguna vez se imaginó, en aquellos tiempos en los que se decía de usted que había puesto a Ceutí en el mapa, que su gestión como alcalde iba a verse empañada por el proceso judicial en el que está inmerso?
No, que va, en absoluto. Yo creía que la pasión, el trabajo, las horas que echamos por el bien común, iban a tener otro resultado. ¿Pudimos cometer algún error de carácter administrativo? Puede ser, pero nada que ver con ninguna cuestión de otro tipo. Hasta la fecha no hay prueba alguna contra mí, ni siquiera de eso, pero bueno, yo lo que lamento es que después de tanto esfuerzo como hicimos por sacar el pueblo adelante, Ceutí vuelva a estar fuera del mapa.
Personalmente, ¿cómo lleva ser señalado como un corrupto?
Lo llevo como puedo. Yo soy duro, pero me duele ver sufrir a mi familia, a mi mujer, que sí que lo está pasando muy mal con todo esto. Y en cuanto a los demás, pienso que nadie cercano a mí, ni siquiera aquellos de los que no gozo de su simpatía, creen que yo sea un corrupto. Me conocen bien y saben que soy una persona que en modo alguno, he tenido que ver nada con la corrupción, ni mucho menos. Yo al día siguiente de dejar de dedicarme a la política me incorporé a mi trabajo, y esto no debe de verse como una heroicidad, pero yo tenía que trabajar para ganarme la vida como todo el mundo y mantener a los míos, y con la suerte de tener trabajo, que por desgracia hay mucha gente que no lo tiene.
Yo no soy un corrupto, ni he convivido nunca con la corrupción. ¿Que pueda haber habido algún tema de tipo administrativo que me afecte a mí, o alguno de mis colaboradores, o algo que no se haya justificado convenientemente? Es posible, pero ni siquiera esas circunstancias se ha podido demostrar de momento. También puede ser que el “ir demasiado bien”, como iba Ceutí cuando yo era su alcalde, fuera motivo de envidia, y que eso se aprovechara para falsear algún asunto, y con ello poner piedras en el camino... Pero bueno, no soy una persona rencorosa y sé que todo se aclarará.
Su situación procesal en este momento pasa porque sea sobreseído el caso que pesa sobre usted, o que por el contrario se fije fecha para un juicio en el que se le juzgue por prevaricación. ¿Inauguró usted el Pabellón deportivo José Antonio Camacho sin que ni siquiera hubieran salido a concurso las obras del mismo?
No fue exactamente así. Las obras se hicieron, y además toda la documentación es correcta y los pagos también. Hay una cosa además que nunca se dice, y es que yo conseguí de El Corte Inglés, que fue quien hizo la obra, cuarenta y ocho meses de plazo para que los pagos se hicieran mensualmente y así evitar tener que pedir un préstamo. Yo nunca quise que el Ayuntamiento de Ceutí se endeudara, y así se pagó el Pabellón, a plazos, con los que cumplí yo, mi sucesor que fue un alcalde de IU y el siguiente alcalde, del PP. Si era una cosa tan ilegal, lo que tenían que haber hecho era no haberlos pagado ellos tampoco y haberlo denunciado, si es que había algo que denunciar.
¿Cómo cree que va a acabar esta historia?
No lo sé, pero se lo voy a decir en una frase: que se acabe ya. Esto no se puede aguantar. La justicia no es justicia cuando es tan lenta. Esto se escucha a menudo pero yo sé lo que se sufre, así que estoy deseando que termine. Si quieren ver mis cuentas pueden verlas desde 1973 que empecé a trabajar en Hacienda. Pueden ver lo que quieran, pero que terminen cuanto antes, que este tema no sea como el Guadiana, que aparece y desaparece.
¿Por qué cree que ha aparecido ahora su caso de nuevo?
La gente me dice que por las fechas preelectorales, o por que hay casos que afectan a otra formaciones políticas que están ahora en primera plana.
¿Y cómo lo lleva?
Lo llevo bien, a pesar de todo lo llevo bien aunque no estoy dispuesto a aguantar más, y no por razones de tipo político o económico, sobre todo por razones de tipo humano, que son en las que nadie piensa. No se pueden mantener durante tanto tiempo estas situaciones, ni siquiera para aquellos que pudieran haber cometido algún delito, no digamos ya los que como es mi caso, estamos seguros de no haber hecho nada malo. No se puede tener a las familias así sufriendo tanto y durante tanto tiempo.
¿Ha pagado usted ya la que se conoce como la “pena del telediario”, es decir, que pase lo que pase usted ya esté condenado?
Mire, acudiendo al dicho antiguo, “si se tira un cubo de agua, es muy difícil luego recogerlo entero”. Yo siento que por mucho esfuerzo que haga, por mucha gente que me conozca y sepa que yo no he hecho nada, recoger todo el cubo de agua es imposible. Siempre me faltará algo, aunque sea un cuarto de litro.
Una cosa más, en todo este tiempo, ¿cómo le ha tratado su partido?
A mi partido siempre le doy las gracias por todo lo que me ha dado, pero es verdad que en los últimos tiempos me he sentido, y me siento, muy solo.
¿Qué opina de las medidas anunciadas por el PSRM-PSOE en relación a su situación?
Ellos verán. En estos ocho años desde que dejé de ser alcalde, he estado solo para todo. Económicamente me lo he resuelto yo, socialmente me lo he resuelto yo, las llamadas que he tenido han sido prácticamente ninguna... Y hay una cosa que me preocupa más, el hecho de que podían haber tenido conmigo alguna relación, por un mero sentimiento humano. Yo creo que los que como yo, hemos dado más de cuarenta años de nuestra vida al Partido Socialista, nos merecemos por lo menos que se nos tenga en cuenta.
¿Sigue siendo militante?
Si, por supuesto.
¿Y sigue “mandando” tanto, como siempre se ha dicho, en el orgánico?
(Risas). Creo que debería haber mandando más.
¿Manuel Hurtado sigue “vivo” en el PSRM-PSOE?
Sigo vivo y coleando.
Póngale el titular a esta entrevista.
Quiero que esto termine.