'Leer el presente' es un espacio que dedicamos a libros desde eldiario.es/murcia. Del mundo a la página y viceversa. Coordina José Daniel Espejo.
Cuando la pregunta es el yo
Preguntar a otros es, de forma muy íntima, mirar de frente hacia uno mismo. En la interrogación viajan las dudas, la manera particular de ver el mundo, algún que otro fantasma, el miedo… Por eso, aunque no esté, el periodista a menudo está en las entrevistas, se hace patente de una manera intangible y, de pronto, parece como si el lector mismo cuestionara, porque lo que ocupa la mente de las personas es, al cabo, siempre lo mismo. Y en ese bucle, en esa danza de ritmo ternario, se crece, se evoluciona, se avanza.
Se trata, al menos, de la sensación que deja la lectura de En qué estábamos pensando (CENDEAC, 2017), una recopilación de algunas de las mejores entrevistas con filósofos, poetas y creadores que el periodista Antonio Arco ha publicado en el diario La Verdad y que, por contexto temporal –y, ya se ha dicho, porque las preocupaciones del hombre, de la mujer, son apenas un puñado– abordan la crisis económica y de valores que ha marcado el calendario en este inicio del tercer milenio.
Pero antes, hablemos de Arco. Porque hay periodistas, sí, pero luego está Arco. Este hombre, de caligrafía infantil y apasionada, es un más allá de muchas cosas. El escritor y profesor de la Universidad de Murcia Miguel Ángel Hernández Navarro escribe muy bien en uno de los cuatro prólogos del libro: “Si, por encima de cualquier otra cosa, algo caracteriza el proceder de Arco es precisamente esa pericia para hacer aflorar el lado más auténtico y esencial del entrevistado”. Me lo dijo así una amiga cercana, que hace algunos veranos se sentó ante la grabadora del periodista: “No sabes muy bien por qué, porque no le conoces de nada, y sin embargo acabas contándole cosas que no habrías imaginado decir en una entrevista”.
Ese es su mayor éxito –aquello a lo que aspiramos algunos de los que nos dedicamos al oficio–: vence en sobradas ocasiones la impostura total del protagonista y accede a un lugar que, si bien probablemente esté lejos de la verdad absoluta, sí es un espacio intermedio, indeterminado, por el que corre sangre, aunque sea poca. Es un don que nace de la propia sensibilidad del periodista, sensibilidad también que se sitúa por encima de la media de las redacciones y que queda patente en cada escrito, como en esta introducción deliciosa a una charla no menos suculenta con el fotógrafo Alberto García-Alix: “La entrevista es con motivo de su exposición No me sigas…estoy perdido (…), un viaje al origen, de donde surgen sexos abiertos como cráteres, paraísos amargos e infiernos dulces; y de donde surgen la vida acechada por la muerte y la destrucción, y los seres anónimos, frágiles y gloriosos (…) García-Alix, uno de los maestros del retrato de las últimas décadas, esconde, detrás de su piel tatuada y de su pasión por las Harley-Davinson, una abundante facilidad para los afectos y un ‘alma infantil’. Una mirada de río y de volcán”.
Y entonces, las preguntas
Si es posible imaginar un homólogo a Antonio Arco, pronto viene –con una diferencia, principalmente de ego, aparte– a la cabeza el nombre de Jesús Quintero. Si algo tienen en común estos dos periodistas tan dispares es su capacidad para hacer preguntas que tienden al verso, tan abiertas e importantes que deben empujar a los entrevistados al vértigo del equilibrista ante el primer paso en la cuerda floja. Olvidadas de lo anecdótico, las cuestiones que Arco pone sobre la mesa apenas se fijan en el contexto, escamotean la 'percha informativa' y se dirigen directamente a las entrañas –intelectuales, eso sí– de cada persona. “¿Hay algo que le obsesione?”, “¿echa de menos ser joven?”, “¿le gusta recordar?”, “¿Cuáles son sus verdades más sólidas?”… Ayuda al pensador a pensar. ¿Hay algo más hermoso? Y entonces viaja con él, con ella, y se sumerge en el barro de las incertidumbres para extraer alguna cosa, mínima, seguramente, pero que palpita.
Crisis es todo
Antonio Arco subtitula su recopilación de entrevistas 'Antes y después de la crisis' y, tal y como observa Miguel Ángel Hernández, “cuando [las entrevistas] fueron realizadas, hablaban a los lectores de ese día. Sin embargo, ahora, reunidas en este libro, más allá de la pura contingencia y urgencia del momento, esas entrevistas se despegan de la pura actualidad y se proyectan en el tiempo, adquiriendo una lectura diferente”.
Y lo que se desprende de este viaje en el tiempo es que los creadores, aquellos que han dedicado su vida a pensar el mundo, orbitaban y orbitan alrededor de algunas preocupaciones que también son elementales hoy, a saber: la crisis económica, que para muchos no es más que una extremidad más de la crisis social y humana que estamos sufriendo; el sentido y la utilidad del arte y del conocimiento; el desapego –y las consecuencias negativas– de los jóvenes hacia las humanidades; el terrorismo; el abuso de poder de los Estados Unidos, los límites de la moral, del humor, de la libertad de expresión…
José María Álvarez, Félix de Azúa, Victoria Camps, Alberto Corazón, Adela Cortina, Pablo García Baena, Mary Kelly, Chantall Maillard, Nélida Piñón, Ágatha Ruiz de la Prada, Jaime Siles… la lista alcanza un total de sesenta entrevistas. Más de medio centenar de oportunidades de activar el pensamiento crítico, de estar de acuerdo o confrontar ideas, de continuar construyéndonos gracias a la generosidad de alguien que, algún día, quiso dedicarse al oficio de hacer preguntas.
Preguntar a otros es, de forma muy íntima, mirar de frente hacia uno mismo. En la interrogación viajan las dudas, la manera particular de ver el mundo, algún que otro fantasma, el miedo… Por eso, aunque no esté, el periodista a menudo está en las entrevistas, se hace patente de una manera intangible y, de pronto, parece como si el lector mismo cuestionara, porque lo que ocupa la mente de las personas es, al cabo, siempre lo mismo. Y en ese bucle, en esa danza de ritmo ternario, se crece, se evoluciona, se avanza.
Se trata, al menos, de la sensación que deja la lectura de En qué estábamos pensando (CENDEAC, 2017), una recopilación de algunas de las mejores entrevistas con filósofos, poetas y creadores que el periodista Antonio Arco ha publicado en el diario La Verdad y que, por contexto temporal –y, ya se ha dicho, porque las preocupaciones del hombre, de la mujer, son apenas un puñado– abordan la crisis económica y de valores que ha marcado el calendario en este inicio del tercer milenio.