De un disparo a bocajarro y oculto después. La muerte del lince ibérico nombrada Ulea es una fotografía idéntica a la de Tejo, que falleció 26 de agosto del pasado año a manos de un cazador en la Región de Murcia. En el caso de Ulea, la hembra sufrió un disparo en la nuca a principios de mayo. La Guardia Civil y agentes medioambientales de la Comunidad Autónoma buscan al autor del disparo que, tras matar al ejemplar, lo ocultó durante varios días.
De acuerdo con el diario local La Verdad, el cuerpo en avanzado estado de descomposición de Ulea fue encontrado el 14 de mayo en un paraje rural situado entre la pedanía lorquina de La Parroquia y el límite con la provincia de Almería, oculto entre la vegetación del río Corneros –también llamado Vélez–. Se calcula que llevaba muerto más de diez días.
El felino fue abatido “a corta distancia” con una escopeta de cartuchos, según el informe forense. Los restos de Ulea aparecieron parcialmente devorados por la fauna cadavérica, y aún portaban el collar con su antena en funcionamiento. El animal apenas llevaba un mes en libertad, puesto que llegó a Lorca el 1 de marzo y el 9 de abril se le abrió la puerta del cercado de aclimatación para que se integrara en la naturaleza y buscase un territorio propio.
Con un peso de 7,6 kilogramos, Ulea había sido liberada a través de una ‘suelta blanda’, en un área de una hectárea vallada de terreno dotada de refugio y acceso tanto a agua como a presas, principalmente conejos. Al igual que todos los ejemplares anteriores, Ulea cuenta con un dispositivo de seguimiento GPS que permite conocer en tiempo real sus desplazamientos y expansión por la zona de reintroducción.
Siete de 18 linces fallecidos
El caso ha trascendido ahora a fin de facilitar la investigación de la Guardia Civil. De los 18 linces liberados hasta la fecha, siete han perecido. Seis de los ejemplares fallecidos han muerto por causas no naturales. Así, los atropellos se han cobrado la vida de dos ejemplares, mientras que, al menos otros dos han sido abatidos por cazadores. Además, otro ejemplar desaparecido podría haber sido víctima también de la caza furtiva. “Estas causas de mortalidad no natural son ampliamente conocidas entre quienes trabajan en la conservación de la especie y deberían corregirse previamente y trabajarse en paralelo al proyecto de reintroducción”, denuncian desde ANSE Y WWF, organizaciones defensoras de la naturaleza.
Estudios previos indican una tasa de mortalidad por furtivismo para el lince del 5%, la segunda causa de mortalidad no natural del lince tras los atropellos, con una tasa del 6%. En la población de Murcia, la tasa sería del 11% o del 16,7% “si se considera el tercer caso dudoso”, matizan desde las asociaciones. Esta tasa está próxima a los máximos encontrados en otras poblaciones.
De acuerdo con ANSE y WWF, en los últimos años no se han detectado apenas casos de furtivismo en el resto del área de distribución de la especie, lo que puede indicar que no se está abordando correctamente este problema en esta Región: “La forma más efectiva para conocer la realidad de los casos de linces muertos por furtivismo es el marcaje de una gran parte de la población de lince con collares, tal como sucede en Lorca, ya que quienes cometen este tipo de delitos tienden a esconder el cuerpo”, abundan desde las asociaciones. Por este motivo, los datos disponibles en el último censo a nivel nacional distan mucho de reflejar una realidad que permanece escondida y a la que no se está prestando la atención necesaria.
Tanto ANSE como WWF consideran que las muertes por causas no naturales deben corregirse “de manera inmediata” a través de medidas contundentes sobre el territorio y proponen que se extremen las precauciones para evitar que estos casos se extiendan o agraven. De hecho, las organizaciones están personadas como acusación popular en el caso del lince Tejo.
Cierre de cotos donde se abaten protegidas
Ambas organizaciones proponen al Gobierno Regional, entre otras medidas, el cierre de los cotos donde se abatan o eliminen especies protegidas en virtud del artículo 65 de la Ley 42/2007, algo que, aseguran las asociaciones “hasta la fecha la Comunidad Autónoma ha rechazado en casos similares”.
También piden convocar “de urgencia” un Consejo Asesor de Caza y Pesca Fluvial para abordar “medidas contundentes basadas en el mejor conocimiento científico disponible”. En esta línea solicitan revisar el decreto de control de depredadores por su potencial interferencia con la reintroducción del lince ibérico. Por último, solicitan abandonar definitivamente el proyecto de la autovía Caravaca-Lorca que seccionaría en dos el área de reintroducción.
Las asociaciones subrayan que la reintroducción del lince “es una gran oportunidad” para la Región de Murcia y que permitirá no sólo recuperar procesos ecológicos clave y avanzar en la gestión de la biodiversidad de la comarca, sino que también supone una nueva alternativa económica de desarrollo ambientalmente responsable. Por estos motivos, ambas organizaciones mantienen su apoyo al proyecto LIFE LynxConnect y a las reintroducciones que se están realizando.