Murcia, abocada a la repetición electoral en plena crisis entre PP y Vox
La sombra de la repetición electoral planea sobre la Asamblea Regional de Murcia. Los resultados de las elecciones autonómicas del 28M fueron contundentes, pero no suficientes para resolver el bloqueo parlamentario. El Partido Popular ganó los comicios en la Región con 21 escaños, por lo que necesita a Vox para gobernar, que obtuvo un total de nueve asientos. A ambas formaciones se les acaba el tiempo: tienen menos de tres semanas para llegar a un acuerdo. El 7 de septiembre es la fecha límite para formar gobierno según el reglamento de la Asamblea Regional: desde la primera votación de investidura fallida, que tuvo lugar el 7 de julio, los partidos tenían un plazo de dos meses para investir a un presidente.
Ahora, la elección este jueves de la nueva presidencia del Congreso de los Diputados ha puesto todavía más difícil un posible acuerdo entre ambas fuerzas. Durante las votaciones para la presidencia de la Cámara Baja, Vox sorprendió votando a su propio candidato en lugar de optar por la opción del Partido Popular, Cuca Gamarra. Así, los de Abascal castigaban a los populares por negarse a cederles un puesto en la Mesa Del Congreso. “Lo de ayer en el Congreso fue un caso de normalidad democrática. Tenemos que estar en la mesa”, insisten fuentes de Vox en la Región de Murcia. Tras las elecciones generales el presidente del partido de extrema derecha había ofrecido “sin condiciones” el apoyo de Vox a Núñez Feijoo para que pueda formar gobierno en solitario, pero tras la sesión de constitución de la Cámara Baja Abascal ha reiterado que “necesita explicaciones”.
Se trata del último desplante entre populares y el partido de extrema derecha. La primera sesión de investidura en la Asamblea Regional acabó con el 'no' de Vox a investir al candidato popular y presidente en funciones, Fernando López Miras. El líder del PP en Murcia se negó a las peticiones de su homólogo en Vox, José Ángel Antelo, de concederles dos consejerías y la vicepresidencia, además de retirar la Ley del Mar Menor. Si no se ponen de acuerdo, la presidenta de la Asamblea Regional está obligada a disolver la Cámara y se convocarán elecciones autonómicas en la Región de Murcia el 25 de octubre en función de la Ley Electoral de la Región de Murcia y la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).
Antes de que creciera la tensión entre ambos partidos, la cuestión de los pactos y los gobiernos de coalición había sido la tónica habitual en muchas Comunidades Autónomas y ayuntamientos desde finales de mayo: Baleares, Extremadura, Aragón o la Comunidad Valenciana ya han cerrado sus respectivas investiduras. Mientras, en la Región de Murcia se mantiene el impás: “Que sepamos, se han sentado a negociar solo una vez. Es extraño, pero lo mejor es que se hayan dado ahora un tiempo de reflexión para acercar posturas”, apunta el politólogo Francisco Javier López Carvajal.
Ambos partidos han insistido a este diario que están esperando que el otro quiera sentarse a negociar: “Con esos resultados electorales, no se puede justificar el bloqueo de Vox cuya negativa a dialogar si no entra a formar parte del Gobierno regional va a conducir a una repetición electoral que rechaza absolutamente el Partido Popular”, han defendido fuentes del PP. Desde la formación de Abascal, por su parte, insisten en que López Miras lleva más de un mes sin llamarles: “No se le ve con ganas de acordar”.
Carvajal señala que la situación en la Región de Murcia es distinta a la de otras comunidades donde PP y Vox sí han llegado aun acuerdo: “Lo que diferencia el resultado de la Región de Murcia respecto a Aragón, Baleares o Extremadura, por ejemplo, es que aquí el Partido Popular suma más escaños o tiene más escaños que los dos partidos de izquierdas juntos y se queda al borde de la mayoría absoluta”. Para Carvajal, esto le da a los populares una posición de preeminencia a la hora de negociar. Esta singularidad, explica, hace que las negociaciones sean diferentes. Los propios populares sostienen que “el resultado electoral del 28 de mayo, un 43% de los votos y a tan sólo dos escaños de la mayoría absoluta, legitima al Partido Popular de la Región de Murcia para formar un gobierno en solitario, al ser la única opción posible”.
Las primeras conversaciones entre PP y Vox en la Comunidad Autónoma coincidieron con las semanas previas a las elecciones generales del 23J, lo que justifica el choque inicial entre ambos partidos. “Ahora, que dos meses después de la celebración de las elecciones no haya un acercamiento de posturas y que encima todo lo que vamos conociendo sea casi o por Twitter o por declaraciones a la prensa hacen de las negociaciones una gran anomalía”, matiza el experto.
Para Ismael Crespo, codirector del CEMOP y catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Murcia, la situación corresponde a la de un bloqueo. “Esto es no respetar la posibilidad de que en democracia haya gobiernos en minoría”, ha resumido. “En realidad, en democracia, la regla son los gobiernos en minoría, los casos más excepcionales son los gobiernos de coalición, y en España hemos tenido gobiernos en minoría de Felipe González, de Aznar, de Zapatero, de Rajoy y de Pedro Sánchez”, enumera. Para el catedrático, las coaliciones son casos excepcionales: “[Los gobiernos en minoría] son los que dan vitalidad al Parlamento, porque te obliga a negociar. Ellos [Vox] tienen, parece, órdenes de Madrid de entrar en todos los gobiernos regionales”, abunda.
Según el politólogo existe un problema de fondo entre ambos partidos: “El Partido Popular, con un 43% de los votos, tiene un programa político que le diferencia sustancialmente de Vox, como por ejemplo con el caso del Mar Menor. Donde ellos [Vox] proponen la derogación de la Ley del Mar Menor, el PP lleva en su programa la conservación integral de la laguna”, ejemplifica. Para Crespo las discrepancias entre los de Feijóo y los de Abascal en la Región hace complicado montar un gobierno en torno a ese punto: “Si además tu socio te reclama las competencias en medio ambiente... Eso parece un tanto insalvable, ¿No? Vox propone una ecuación un tanto extraña, entienden que 21 más 9 son 30, y que por tanto les corresponde el 30 por ciento del gobierno. No es así, su fuerza real son dos diputados, no nueve”, y concluye: “Aquí existe una cuestión, y es que el PP entiende que puede gobernar con Vox en coalición, pero limitando su papel a algo, no diría testimonial, quizá alguna vicepresidencia, pero proporcional con la fuerza de la formación en la Región.”
Carvajal descarta que una posible repetición electoral beneficie a ninguna de las formaciones políticas: “Sería jugar a la ruleta rusa. Dudo que ninguno quiera otras elecciones después de un ciclo electoral como el que hemos tenido”. Crespo afirma que unas terceras elecciones en un año dañarían especialmente a PSOE y Sumar: “Por dos motivos. Si en ese momento hay ya un gobierno nacional de Pedro Sánchez con el apoyo de Junts, ERC, Bildu, etc. esto, evidentemente, pone al PP de la Región en bandeja el discurso nacional”, expone. Para el catedrático, “el PSOE no va a estar en la campaña porque entenderá que ya no va con ellos y no tienen mucho que decir. Por otro lado, Sumar sufrirá porque aquí en la Región Sumar es Podemos. Tendrán que decidir cómo presentarse y eso provocará tensiones internas a nivel de sus élites partidistas que se va a notar bastante más que en la anterior campaña electoral. Será una campaña muy plebiscitaria y en la que el PP echará el resto para intentar una mayoría absoluta”.
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