La senda trazada se trata de una excursión muy interesante que combina tramos por huerta, montaña y casco urbano. El punto de partida, en Ricote, lo hace más cómodo y nos da posibilidades de conocer tres áreas representativas de la historia de la población que da nombre al Valle del Segura.
Desde allí, conectamos con los caminos desde el punto de vista histórico, ya que la configuración de este espacio se remonta a la época andalusí. Una vez atravesada esta zona agrícola, nos adentramos en la Sierra utilizando antiguas sendas, a las cuales alude la toponimia de la zona en las Chentas de Mezquita, lugar por el que pasa nuestra ruta. El trazado de estas antiquísimas vías de paso se estima que se remontan del siglo XIX hacia atrás.
Vamos a coronar también algunos de los escarpes rocosos de la zona conocida como Los Cuernos, lo que le da a esta ruta el grado de dificultad alto. Atravesaremos bosques y transitaremos también por algunos de los mejores senderos de mampostería construidos durante las obras de restauración hidrológico-forestal acometidas en esta sierra a principios del siglo XX. El itinerario nos devolverá de nuevo a la huerta y al casco urbano de Ricote, no sin haber disfrutado antes de magníficos paisajes y lugares de interés.
La ruta tiene su inicio en la Plaza de Santiago, en el casco urbano de Ricote, a la que llegaremos entrando a esta población por la MU-B-15, proveniente de Ojós, y tomando la primera calle que se sale a la derecha. Hay espacio para dejar los vehículos, así como la mayoría de servicios y comercios propios de una entidad de población cercana a los 1500 habitantes.
La ruta parte de la Plaza de Santiago en Ricote, de la que saldremos en dirección sur, cruzando la entrada del pueblo en la Avenida de Juan Carlos I y Avda. del Valle de Ricote, la vía principal por la que cruza el pueblo.
Durante el trayecto tendremos la oportunidad de disfrutar de antiguas edificaciones como las ruinas de la Ermita de nuestra Señora de las Huertas que fue una mezquita en época medieval, ejemplo de lugar religioso frecuentado en aquellas épocas por el movimiento sufi.
También podremos apreciar durante el camino viejos muros de piedra, huertos de limoneros, encontrando también al paso higueras, perales, almeces, oliveras, Nogales o Nogueras y Algarrobos, sin abandonar el camino principal, que en su último tramo comenzará a ascender.
No podemos olvidarnos de la ascensión por la línea de cumbres, a través de los cortados calizos que se levantan entre el Barranco de Reconques, al Norte y el Barranco de Mezquita, al Sur. Una zona por la que hemos de transitar con cuidado. En este punto se puede disfrutar de una buena panorámica del Valle de Ricote, sus pueblos y las sierras que lo circundan.
*Texto extraído de Rutas de las Sierras de Ricote y del Oro (NATURSPORT ediciones, 2014), escrito por Héctor Manuel Quijada Guillamón y Jesús Castaño.
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