Bueno, pues aparentemente ya tiene Gobierno la Región hasta sus más bajos escalones gracias a la (pen)última oleada de nombramientos/colocaciones publicada el día uno de la extraordinaria gota fría. DANA, que se dice ahora. Premonitorio, quizá, sea que este postrer estertor nominativo del engendro gubernamental popular-ciudadano ha incluido al nuevo director del SEF, ya saben, ese organismo oficial que se ocupa de que la tasa de paro no descienda en demasía.
¿Será, digo, esa una señal indicativa de la atención que este supuestamente nuevo gobierno piensa dedicar al problema principal ––sobre todo visto desde una perspectiva juvenil–– para la sociedad regional actual? ¿O la tardanza en cubrir el cargo se debe, quién sabe, al cuidado y meticulosidad con la que el nuevo ejecutivo ha abordado y piensa abordar tamaña y espinosa cuestión? El tiempo lo dirá.
Pero antes de que los días, meses y años emitan veredicto, la cadencia y características con la que la alianza del Partido podrido y los Ciudadanos ex-regeneradores han abordado el asunto deja meridianamente claras algunas cosas.
La primera es que la intención de ambos gobernantes no es adelgazar la administración regional, sino solo los impuestos sobre los que tienen potestad decisoria. Que son bien pocos, afortunadamente, dicho sea de paso. Porque, según recuentos sin finalizar, el número y porcentaje de altos cargos crece casi el 20%: a los 46 altos cargos de “segundo y tercer escalón” del anterior y único gobierno monocolor de López Miras se añadieron otros nueve en primera instancia para totalizar 55. Esta semana, se han sumado otros seis: tres desdoblados en la Consejería de Salud nombrados el pasado martes y otros tres de nuevo nombramiento el jueves en el SEF, Juventud y Turismo. Resultado: 61. Es decir, 15 más. De momento.
Lo de Turismo merece mención especial. Es la segunda. Pues la nueva administración falsamente renovadora, regeneradora y saneadora sigue manteniendo la duplicidad: hay Consejería de Turismo y hay Instituto de Turismo. Encabezado este último por un peso pesado del Partido podrido, ex de casi todo y casi descolgado de cargo por mor de los resultados electorales. Hasta que el presidente lo rescató para ese instituto citado. Parece que se trata de, además de duplicar funciones, premiar méritos anteriores, y otras cosas. Más de lo mismo, vamos.
Tampoco se puede pasar por alto, y sería la tercera, el desdoblamiento de cargos en una consejería como la de Sanidad, cuyos servicios experimentan un deterioro sin prisa pero sin pausa a todos los niveles, por mucho que determinados prebostes del sector se empeñen en bombardearnos a través de los medios oficialistas con los logros, avances, investigaciones punteras, nuevas curaciones cuasimilagrosas ––sean del sector público o de empleados públicos que guardan lo mejor de su sapiencia para su actividad privada–– de las que casi a diario gozamos (¡¡¡) en la Región.
Consúltense al efecto de las “cosas” segunda y tercera los puntos 9 y 10 del capítulo segundo del Acuerdo Programático de Gobierno firmado por PP y C´S en junio pasado.
La cuarta es obvia: las ínfulas regeneradoras del partido de la señora Franco ––incluyo el tratamiento para que nadie piense que hablo de aquello tan “antiguo” que fue la dictadura–– han quedado en agua de borrajas. ¿De verdad alguien cree que con ese despliegue de cargos y más cargos en la administración regional se va a aliviar el peso económico del mantenimiento de la misma en las arcas de una comunidad que cuadruplicó en junio con el 1,3% del PIB el déficit público fijado para todo 2019, que era del 0,3%?
Por mucho que el gobierno regional clame que, si el Estado hubiera librado las entregas a cuenta de 234 millones de euros que debe, ese déficit sería de “solo” el 0,66% en junio: el doble de lo “permitido” para todo 2019. Si a eso sumamos ahora la orgía de nombramientos que registramos tras la formación del bipartito auspiciada por VOX… en fin, sobran comentarios.
Si además unimos lo anterior a la intención hiperdeclarada y bien publicitada en campaña electoral de ejecutar rebajas en los impuestos ––pocos, afortunadamente–– sobre los que la Comunidad Autónoma tiene capacidad decisoria… siguen sobrando comentarios.
Son estos datos suficientes para pensar, o para que algunos pensemos, que esto empieza justo al revés de lo que prometieron los “regeneradores” de C´S y supuestamente impusieron a los gobernantes del Podrido. Y que está clarísimo que no ocurrirá lo que se supone que debía ocurrir si un nuevo partido, distinto del que ha gobernado durante 24 años, llegaba a ser decisorio en el devenir de la Comunidad. Tenemos, pues, otros cuatro años para, enterrados boca abajo, seguir cavando. Vale.