Este domingo 24 en Madrid habrá una acto raro del PP, ese partido 'noqueado' a nivel estatal, neurótico y preocupado por si los demócratas variopintos logran coser la brecha territorial abierta con esmero por M. Rajoy a la altura del Ebro. Es curioso ver a la derecha dando bandazos así, no entendiendo nada, y dándose cabezazos los unos con los otros. Aznar, que amnistió bastante gente de Terra LLuire para que Pujol le diese el gobierno, en aquel Pacto del Majestic de 1996, toca ahora a rebato ante el vacío de poder de su partido. No es que nadie quiera mandar, es que nadie sabe qué pijo hacer.
Ayuso. Ella sí que tuvo un momento de lucidez: “Cada vez estamos más cerca de una república federal laica y plurinacional”. Yo habría dicho mejor “confederal”, por dejar sitio para Portugal, y convertirnos en una potencia. Pero claro, el PP ahora ya no es un partido “de Estado” en el sentido de siempre, es un partido de las comunidades autónomas solamente. El Estado le queda grande, no puede gobernar ni cuando le toca. Demasiada pluralidad para los postfranquistas. No saben cómo gestionar eso si no es mediante el uso de la fuerza: militares, policías, jueces. Lo de siempre. A la postre, no estaba todo lo bastante “atado y bien atado”.
A lo que vamos. López Miras lógicamente apoya el acto raro, y quiere mandar gente murciana. Pero resulta que no va a poder ser porque no dispone de autobuses para subir a Madrid el domingo. Ya hemos visto a lo que conduce su insistencia en reducir la comunidad autónoma al mínimo, siempre en déficit permanente y elegido, para dejar campo a los negocios de los caciques del lugar: no hay autobuses ni para llevar a las niñas y niños a sus colegios e institutos.
Ya está, miles y miles de familias sin autobús escolar, ya casi en octubre. Las madres -mucho más que los papás, claro- teniendo que faltar a sus trabajos para llevar a las criaturas, y los entornos de los centros reventados a primera hora, en vez de “pacificados”. Con la privatización y la segregación salvaje que ni en Sudáfrica, ya pasa que el alumnado se mueve muchos kilómetros para estudiar, y claro en hora punta “cole” es sinónimo de atasco. No es como antes que ibas andando al cole público del barrio, ese artefacto comunista. Si ya encima no hay ni autobuses, y si además por casualidad llueve, pues vemos escenas dantescas, como en Alcantarilla, que estaban las mamás llevando a las hijas y parecía más bien una caravana de refugiadas climáticas huyendo de un cataclismo de esos de la AEMET.
Así que parece ser que desde aquí no van a subir autobuses al acto raro del PP. No hay dinero para pagarlos. Si usted es un murciano estándar pepero, o sea perdón, un español que vive en esta parte olvidada de Castilla-La Murcia, no nos pongamos identitarios con el vecino, pues no va a poder ser lo de subir en autobús. Si usted no está dispuesto a pagarse el viaje, pues no hay autobús al acto raro.
Además, ¿y si le ocupan la vivienda mientras está fuera en Madrid, capital de Castilla-La Murcia? Mire que los catalanes, forrados de pasta como están, y capaces de fletar autobuses hasta para llevar a los críos a los colegios, podrían perfectamente aprovechar el domingo para bajar en masa y ocupar casas de Castilla-La Murcia. Imagine que se rasca usted el bolsillo, se paga el viaje al acto raro, Sánchez pasa como la mierda del acto raro, y de todo, y sigue gobernando, y para colmo vuelve usted y está medio barrio hablando catalán, y un tipo de ERC viviendo en el piso que usted paga cada vez más caro, que para eso vota usted por el estado mínimo y el libre mercado. Dantesco.
O sea, que lo mismo se gasta usted los dineros en subir al acto raro, después de que entre semana ha estado gastando más en gasolina y nervios para llevar al niño al cole, incluyendo la comida, que el comedor escolar está pero es sin comida. Además, la hija mayor va al instituto privado subvencionado, que cuesta un pastizal en cuotas ilegales libremente elegidas, la hipoteca y el aceite de oliva, y encima vuelve usted y un catalán o una vasca feminazi le ha ocupado el piso.
Los vascos. Esa gente. Todos etarras. Votan a PNV, Bildu, podemitas, socialistas y cosas así. El PP y Vox allí casi no existen, por lo que sea. Han tenido problemas con el transporte escolar también, y madre mía lo que han hecho. ¿Pues no que el Gobierno Vasco (Eusko Jaurlaritza) ha emitido una orden de ejecución forzosa para las empresas de autobuses, y ha mandado a todo el alumnado a sus centros en un santiamén? Luego ya pues renegocian precios y contratos. Pero es que no contentos con semejante estalinismo, después van y sueltan un millón de euros a las familias damnificadas por el transporte escolar. Tantos días sin bus, tantos kilómetros, a tanto el litro de gasolina. La virgen santa.
Deje, deje, no suba usted al acto raro ese. Hasta se me ocurre una cosa, que es una idea loca ya lo sé, que me estaré flipando, pero ¿y si en vez de subir al acto raro se manifiesta usted para que sus hijos tengan transporte escolar o comedor? O yo qué sé, alucinando ya, para que dejen de privatizar la sanidad y no se quede su familia sin atención sanitaria. Ya lo sé, se me va la cabeza. Lo siguiente es pedirle a usted que deje de votar a la derecha. Si sigo, ésto ya va a ser actividad antiespañola, o anticastellana, o yo que sé ya. El caso es, volviendo a la realidad, que para el acto de Madrid sí que van a poner autobuses para desplazar gente de forma “masiva”, dice el PP. ¿A usted qué le parece?
Este domingo 24 en Madrid habrá una acto raro del PP, ese partido 'noqueado' a nivel estatal, neurótico y preocupado por si los demócratas variopintos logran coser la brecha territorial abierta con esmero por M. Rajoy a la altura del Ebro. Es curioso ver a la derecha dando bandazos así, no entendiendo nada, y dándose cabezazos los unos con los otros. Aznar, que amnistió bastante gente de Terra LLuire para que Pujol le diese el gobierno, en aquel Pacto del Majestic de 1996, toca ahora a rebato ante el vacío de poder de su partido. No es que nadie quiera mandar, es que nadie sabe qué pijo hacer.
Ayuso. Ella sí que tuvo un momento de lucidez: “Cada vez estamos más cerca de una república federal laica y plurinacional”. Yo habría dicho mejor “confederal”, por dejar sitio para Portugal, y convertirnos en una potencia. Pero claro, el PP ahora ya no es un partido “de Estado” en el sentido de siempre, es un partido de las comunidades autónomas solamente. El Estado le queda grande, no puede gobernar ni cuando le toca. Demasiada pluralidad para los postfranquistas. No saben cómo gestionar eso si no es mediante el uso de la fuerza: militares, policías, jueces. Lo de siempre. A la postre, no estaba todo lo bastante “atado y bien atado”.