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Con el cierre de la galería Chys se nos va un trocito de nuestra existencia

19 de junio de 2022 13:13 h

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El otro jueves no pude asistir a la charla en torno a la galería Chys, en la que participó Manuel Fernández-Delgado Cerdá, exdirector del Museo Ramón Gaya, e hijo del fundador de la famosa galería de arte que cerrará definitivamente sus puertas en julio, después de cincuenta años. Durante esos años esa galería ha sido un auténtico crisol para varias generaciones de pintores y escultores y con su cierre se nos va un pedazo de nuestra más reciente historia cultural que deja un vacio en el corazón de los que amamosel arte. Decía María Zambrano: «El arte parece ser el empeño por descifrar o perseguir la huella dejada por una forma perdida de existencia“.

En 1951, en la céntrica calle, frente al Casino de Murcia, don Manuel Fernández-Delgado Maroto, abría su tienda dedicada a la decoración, el diseño, y las artes. Y en 1972 su hijo Manuel Fernández Delgado tomaría la dirección de ese barco e iniciaría la aventura de guiar esa galería. Por entonces cuando yo iba al centro de la ciudad mis pasos siempre me llevaban por Trapería, y transitaba por esa calle que Juan Manuel Bonet, definía “como la más bonita de España”. Y ahí, siempre me colgaba un rato frente a su escaparate, ahí el escaparatismo ya era un arte, hasta que un día me decidí a bajar al sótano y contemplé una exposición de pintura, que no sabría ahora precisar. La pintura me llamaba poderosamente la atención y hasta entonces solo había visto alguna que otra exposición en la sala municipal de Santa Isabel. Y ahí, junto a la puerta, también me gustaba mirar los periódicos y revistas de La Covachuela y conversar con aquel enorme señor. Aquella calle tenía un cierto magnetismo para mí, después la transitaría a diario durante los meses que trabajé en Almacenes El Siglo. En esa misma calle, antes, soñé muchas veces, en la sección discos de La Alegría de la Huerta. ¡Qué paciencia tenían para dejarnos escuchar aquellos discos que no podíamos comprar!

El otro día me acordé de las muchísimas exposiciones que he visto ahí, y de las pintoras y pintores, a los que he acompañado en el día de sus inauguraciones. Obviamente, en la que más me implique fue en la de la pintora Eva Ruiz, obviamente.

Volviendo a esa historia de Chys, después de Manolo tomaría el relevo su hermana Leonor, hasta que su otra hermana María del Mar, prosiguiera con esa aventura, que ahora ya termina.

Como viene al caso, aquí les dejo una entrevista que publique en Diario 16-Murcia, allá por 1992, que forma parte de mi libro: Personajes murcianos de fin de siglo“.

María del Mar Fernández-Delgado: “El arte no está en crisis”.

Directora de la galería de arte Chys.

En la calle Trapería, al comenzar la década de los cincuenta se inaugura la tienda de regalos Chys, con vocación insistente de convertirse en galería de arte. Aquí mostrarían sus obras muchos de los escultores y pintores que empezaban a funcionar en la tranquila Murcia de antaño. Manolo Fernández-Delgado, tras la muerte de su padre, sería el que por el año 1972 montaría la galería con exposiciones periódicas cada quince días, y combinaría la savia de los jóvenes artistas con los maestros consagrados.

Siguiendo la tradición familiar, hace dos años su hermana María del Mar se haría cargo de la dirección de la galería: “Yo estoy trabajando aquí toda la vida. Este mundo artístico me ha gustado siempre, porque desde pequeña, cuando salía del colegio (sin cambiarme el uniforme), venía a la tienda a ayudar a mi madre, y siempre he tenido trato con los artistas que pasaban por aquí”. Aunque realizó estudios de Magisterio, lo que le apasiona es el mundillo del arte. Y de la situación que han generado las nuevas galerías que en los últimos tiempos han abierto sus puertas, dice: “Lo veo muy positivo. Me parece fenomenal porque sirve para motivarnos a todos y a que la gente se acostumbre a visitar más galerías. Nosotros tenemos mucha suerte al estar situados tan céntricos. El que haya un itinerario a seguir con todas las exposiciones que organizan las instituciones y todas las galerías privadas hace que la gente pueda ver muchas más cosas y pueda comentar, a la vez que esta dinámica nos hace estar en contacto a los galeristas”.

En cuanto a la relación existente entre la Consejería de Cultura y su galería, opina: “Nuestra relación es la normal. Yo intento ir a todas las exposiciones que organizan y ellos suelen venir a nuestras exposiciones. A mí me parece muy positiva la labor que están haciendo”.

La galería Chys siempre ha tendido una relación de pintores cotizados que normalmente suelen exponer cada año: “En cierto modo tenemos a nuestros pintores, que suelen ser nuestros pintores, que suelen ser nuestros amigos, con diferentes estilos y formas. Todas las temporadas se incluyen a nuevos; en esta han expuesto Antonio Sánchez, Arturo Guerrero y Emilio Pascual. La filosofía nuestra es que estos artistas sean amigos”.

Afortunadamente la afluencia de público a las galerías va renovándose y ya no las visitan tan solo los coleccionistas: “Para mí lo impresionante es que el público cada vez es más amplio, tanto de espectadores como de compradores. Yo me acuerdo de que hace muchos años solo eran cinco o seis coleccionistas los que compraban. Ahora nos visitan desde señores muy mayores, a gente superjoven o estudiante, y los gustos suelen ser muy dispares”. Respecto a si la crisis económica pueda afectar al mercado del arte, piensa: “No se vende más ni menos. Y no estoy de acuerdo con eso que se dice de que el arte está en crisis. Las cosas llevan un ritmo y cuando no hay un poder adquisitivo como el de otros años, pues la gente se lo piensa más. Tampoco vendemos unas obras excesivamente carísimas, y sí damos bastantes facilidades”.

El otro jueves no pude asistir a la charla en torno a la galería Chys, en la que participó Manuel Fernández-Delgado Cerdá, exdirector del Museo Ramón Gaya, e hijo del fundador de la famosa galería de arte que cerrará definitivamente sus puertas en julio, después de cincuenta años. Durante esos años esa galería ha sido un auténtico crisol para varias generaciones de pintores y escultores y con su cierre se nos va un pedazo de nuestra más reciente historia cultural que deja un vacio en el corazón de los que amamosel arte. Decía María Zambrano: «El arte parece ser el empeño por descifrar o perseguir la huella dejada por una forma perdida de existencia“.

En 1951, en la céntrica calle, frente al Casino de Murcia, don Manuel Fernández-Delgado Maroto, abría su tienda dedicada a la decoración, el diseño, y las artes. Y en 1972 su hijo Manuel Fernández Delgado tomaría la dirección de ese barco e iniciaría la aventura de guiar esa galería. Por entonces cuando yo iba al centro de la ciudad mis pasos siempre me llevaban por Trapería, y transitaba por esa calle que Juan Manuel Bonet, definía “como la más bonita de España”. Y ahí, siempre me colgaba un rato frente a su escaparate, ahí el escaparatismo ya era un arte, hasta que un día me decidí a bajar al sótano y contemplé una exposición de pintura, que no sabría ahora precisar. La pintura me llamaba poderosamente la atención y hasta entonces solo había visto alguna que otra exposición en la sala municipal de Santa Isabel. Y ahí, junto a la puerta, también me gustaba mirar los periódicos y revistas de La Covachuela y conversar con aquel enorme señor. Aquella calle tenía un cierto magnetismo para mí, después la transitaría a diario durante los meses que trabajé en Almacenes El Siglo. En esa misma calle, antes, soñé muchas veces, en la sección discos de La Alegría de la Huerta. ¡Qué paciencia tenían para dejarnos escuchar aquellos discos que no podíamos comprar!