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Educación, Historia y memoria democrática

“¿Respeto, mesura y tolerancia en la República? Ja,ja,ja ” “Os inventáis la Historia, os la creéis o lo que es peor, hacéis que ignorantes se la crean”

“El que Machado escribiera eso no significa que sea verdad. Son palabras grandilocuentes pero falsas, tan falsas como la propia República y todo lo que provocó”.

Estos son algunos ejemplos de las reacciones que provocó un texto de Antonio Machado que publiqué haciéndome eco de lo que otro amigo había publicado en un blog de la Federación de Asociaciones de Memoria Histórica de Murcia (1),  dentro de un trabajo sobre la República con el título “Los grandes proyectos sociales de la República”. En su artículo desarrolla cinco grandes proyectos renovadores de la República como fueron la descentralización del Estado, la igualdad de la mujer, la reforma agraria, la laicidad del Estado y la educación pública y gratuita. Como motivación de su escrito utiliza un parte del  artículo publicado por D. Antonio Machado el 14 de abril de 1937, “Recuerdos de un 14 de abril”  y,  por la belleza y emotividad del texto, se me ocurrió publicarlo en Facebook. Decía: “  “Unos cuantos hombres honrados, que llegaban al poder sin haberlo deseado, acaso sin haberlo esperado siquiera, pero obedientes a la voluntad progresiva de la nación, tuvieron la insólita y genial ocurrencia de legislar atenidos a normas estrictamente morales, de gobernar en el sentido esencial de la historia, que es el del porvenir. Para estos hombres eran sagradas las más justas y legítimas aspiraciones del pueblo; contra ellas no se podía gobernar, porque el satisfacerlas era precisamente la más honda razón de ser de todo gobierno. Y estos hombres, nada revolucionarios, llenos de respeto, mesura y tolerancia, ni atropellaron ningún derecho ni desertaron de ninguno de sus deberes”. (1)

Mi perfil en las redes es público y cualquiera puede comentar y entre los mil y pico conocidos hay de todo, naturalmente son más los afines ideológicamente, pero también hay amigos de la infancia educados en la “verdad revelada” de la Causa General instruida por el ministerio fiscal sobre la dominación roja, creada por decreto el 26 de abril de 1940, y que duró hasta 1967, de la que muchos ignoran su existencia, mientras otros ignoran el verdadero objetivo de la misma que era, además de buscar responsabilidades desde 1931 hasta el fin del la guerra, crear un relato que legitimara el golpe militar. Resulta más o menos lógico que estos que rondan entre los sesenta largos y los setenta y tantos, unos por rigidez de las arterias y otros por nacimiento, se resistan a cambiar su opinión forjada desde su niñez en el relato creado por la Dictadura.

Pero hay otros “amigos”, antiguos alumnos, desde los primeros que ahora andarán por los cincuenta y tantos o los últimos que tienen unos dieciocho, que aceptan el mismo relato de la extrema derecha sin haberlo mamado como los anteriores. Ese es el origen de la reflexión.

Yo tuve la suerte, cuando tenía 17 años, en el 68, de que a mi pueblo llegó un cura, cosecha del 65, que montó un club en el que maestras y estudiantes daban clases de alfabetización y él, aparte de trabajar de electricista, las daba de francés, cine y “marxismo”. Allí oí recitar a Paco Rabal  poetas que en todos mis años de instituto no había tenido conocimiento de su existencia.  Eso, y nuevas lecturas, hicieron que cambiara mi perspectiva y que viviera mis años de Universidad, los últimos años del franquismo de una manera diferente a lo que hubiera sido si hubiera seguido creyendo las historias que contaban mi abuela materna y mis tías sobre lo malísimos  que eran los rojos.

Entonces vino la “ejemplar” Transición con su trágala por parte de los administradores-herederos del franquismo, aunque en las primeras elecciones, después de las constituyentes, los más significados quedaran arrinconados, AP 10 diputados nacionales, Fuerza Nueva 1, mientras que en Murcia no llegaron a 32000 votos entre los dos partidos genuinamente franquistas. Mientras otros se camuflaron en distintas siglas, más o menos centradas, perpetuándose, reproduciéndose en secreto, hasta que eclosionaron con fuerza a nivel nacional y particularmente en Murcia donde, en las últimas elecciones, la reacción consiguió sus mejores resultados de todo el estado.

Durante mucho tiempo nos vendieron que éramos el asombro del mundo por nuestra recuperación de la democracia y nuestra “reconciliación”, mientras la mayoría de la población estaba entretenida o encandilada con las novedades, el destape, la “libertad” recién estrenada…. Y nos lo creímos. Pero con el tiempo se le fueron viendo los rotos,  parches y descosidos, a la “modélica Transición”. Entre ellos la injusticia con las víctimas del franquismo, el olvido y la ignorancia de nuestro pasado, quizá originado por el principal error, haber seguido enseñando la Historia con la misma inercia que durante el franquismo, sin llegar al siglo XX como sucedía en mi bachiller, aduciendo falta de tiempo, pero en realidad evitando consciente o inconscientemente chocar con la “verdad” impuesta durante más de cuarenta años. 

Y cuando se ha mostrado algo distinto en las aulas, con honrosas excepciones, no ha sido más que la equidistancia entre los dos “bandos”, equiparando al Gobierno legitimo con los golpistas, y a los desmanes de grupos incontrolados en los primeros tiempos de la guerra, con la represión sistemática y el aniquilamiento del contrario puesto en práctica por los militares desde el primer momento del golpe hasta la agonía del tirano, incluso después. Y por supuesto, dentro de esa parte pendiente del currículo escolar destaca la omisión, eso seguro que nunca se ha estudiado, de la represión salvaje, de la angustia,  de la humillación,  vivida por los derrotados de la guerra y sus familias; durante toda su vida no se hablaba absolutamente nada, los primeros treinta años por miedo y después por olvido y costumbre.

A la inmensa mayoría de este país le han robado su Historia, y a muchas familias la suya particular. Yo no me enteré de que mi abuelo había estado en la cárcel hasta que me ascendieron en la mili y pasé de telefonista a oficinista de la base y tuve acceso, por las tardes, a las fichas personales en las que algunas tenían anotaciones del SIM (2). Tenía 24 años, mi padre había muerto y en la vida había hablado de ello.

Mientras que no se enseñe en las escuelas la verdad de lo ocurrido en este país estaremos condenados a que los descendientes, herederos, de aquellos golpistas sigan campando por sus respetos, propagando mentiras y dando lecciones de patriotismo rancio a una masa ignorante de su pasado, aprovechándose de las ventajas de vivir en una democracia que en el fondo desprecian. Tergiversando la libertad de expresión con el “derecho” a decir lo que se quiera, a mentir descaradamente propagando datos falsos u opiniones como si fueran verdades científicas sin importarles los desmentidos, ni las evidencias históricas, basando sus opiniones solamente en su impacto emocional en los receptores de su mensaje, propiciada por la ignorancia de la Historia de estos, auspiciada por todos los Gobiernos de este país hasta hoy, con el paréntesis del intento en  las legislaturas de Zapatero, loable pero insuficiente. 

Solamente una Ley de Memoria Democrática que abarque todos los ámbitos, Justicia, Educación, Hacienda, impulsada por la mayoría de la Cámara, haga que las políticas de verdad, justicia, reparación sean aceptadas por la derecha democrática de este país y la otra, la rancia, vuelva a los archivos históricos y al basurero de la Historia de donde nunca se debió permitir que saliera. 

1.- https://www.memoriahistoricaregiondemurcia.com/

2.- Servicio de Inteligencia Militar.

“¿Respeto, mesura y tolerancia en la República? Ja,ja,ja ” “Os inventáis la Historia, os la creéis o lo que es peor, hacéis que ignorantes se la crean”

“El que Machado escribiera eso no significa que sea verdad. Son palabras grandilocuentes pero falsas, tan falsas como la propia República y todo lo que provocó”.