El expresidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel -hoy vicepresidente del Parlamento Europeo y presidente del PP de Murcia-, y el actual presidente regional, Alberto Garre, intervinieron junto a Javier Arenas y Mariano Rajoy en la clausura de la Intermunicipal de su partido que se ha celebrado durante el fin de semana en Murcia, en un acto que, quizá sin pretenderlo, dio la sensación de fin de ciclo. Todos los dirigentes populares tuvieron palabras de ánimo y de agradecimiento a la labor del partido al frente del Gobierno regional: “Ayer estábamos orgullosos de ser del PP, hoy estamos aún más orgullosos gracias al PP de Murcia”, decía Arenas, y “en estos veinte años de gestión, algo habrá hecho bien”, añadía Rajoy con ironía al respecto del mandato de Ramón Luis Valcárcel.
A medio camino entre el intento de elevar la moral y el balance ante el posible cierre de su etapa al frente de la Región de Murcia, los dos dirigentes del PP regional también expresaron su gratitud a Mariano Rajoy “por su lealtad con Murcia” -“lealtad recíproca”, añadió después del presidente del Gobierno en su intervención-. “Yo puedo decir quién ha estado junto a la Región de Murcia y quién no, y ha sido el PSOE el que abandonó a Murcia”, dijo Valcárcel, para añadir que “desde 2012 se empezó a notar de nuevo el calor y la complicididad del Gobierno central”. El expresidente cargó con dureza contra Podemos, el PSOE y Pedro Sánchez al respecto de la política hidráulica y energética, cuestión en la que afirmó: “Ahora dice Sánchez que va a devolver las primas a las renovables... ¡Si fue usted el que apretó el botón en el Congreso de los Diputados para acabar con las primasa a las renovables!”.
España no necesita políticos con complejo de Peter Pan
En opinión de Valcárcel, la Intermunicipal ha sido “el punto de partida” que debe llevar al PP a las elecciones municipales y autonómicas, y “ahora es el momento de decir lo que el Partido Popular ha hecho y lo que es capaz de hacer”. “Hay que hablar de ilusión”, ha afirmado, “porque la ilusión es la que genera confianza, que es el motor para seguir entendiendo la política como vocación de servicio público y para mirar al futuro”. Valcárcel ha dicho también que no se puede “dar la espalda a la realidad, al pesimismo que se ha instalado en la sociedad, y seguramente ha habido razones sobradas para ello”, y ha reconocido que ese pesimismo “se extiende a algunos sectores del electorado y de los militantes del Partido Popular”. Sin embargo, ha enfatizado, “ya no es tiempo para el pesismismo”. “Si no tenemos fe en nosotros mismos y en la sociedad -ha dicho-, los ciudadanos van a acentuar su divorcio con los políticos y van a buscar refugio en los extremos que constituyen plataformas populistas”.
Valcárcel ha cargado entonces, sin decir su nombre, contra Podemos y Pablo Iglesias: “Hay partidos que se dirigen a la sociedad con mensajes tan corrosivos como peligrosos, y yo os digo que en política no hay soluciones fáciles para problemas difíciles. La política no es el terreno de los elegidos, es el de los trabajadores. En la política no hay cielos, hay jornadas de dieciocho horas, o de veinticuatro. España no necesita políticos con complejo de Peter Pan que viven en el País de Nunca Jamás”. Acto seguido, el expresidente regional ha enlazado con la reciente visita de Pedro Sánchez a Murcia: “Viene aquí a decir que va a recuperar el Plan Hidrológico Nacional, lo que provoca carcajada. Los que lo derogaron, vienen a decir que lo van a aprobar”. Y añadió que “viene a darnos lecciones también sobre transparencia, cuando su partido está 'ere que ere' en Andalucía”. “En la izquierda vuelve a demostrarse que lo nuevo es viejo”, sentenció.
“Debemos sentirnos orgullosos de lo que hemos hecho en la Región de Murcia durante veinte años, en los que hemos consolidado los fundamentos de una región de presente y de futuro -ha afirmado Valcárcel-. Por eso os digo con claridad que no creo que haya que arrepentirse ni lamentar que el PP esté gobernando durante casi dos décadas en la Región de Murcia. Eso no es una anomalía, eso no se consigue si no se cuenta con la complicidad de los ciudadanos”, concluyó.
Citando a Manuel Fraga
El actual presidente de la Región de Murcia, Alberto Garre, comenzó titubeando y reconociendo la dificultad de hablar entre las intervenciones de dos políticos de la talla de Valcárcel y Rajoy, pero se arrancó tras citar “al presidente Fraga”, al decir que “siempre es fácil y agradable hablar de la 'matria', de nuestra patria, de España”. A continuación Garre contó que en sus primeros días al frente del Gobierno regional visitó los 45 municipios de Murcia: “Somos pocos y nos llevamos bien, porque el PP tiene nada menos que 40 de 45 municipios. Ahí es nada, lo que nos has dejado, Ramón Luis...”, dijo Garre entre aplausos, dirigiéndose a Valcárcel. Según su impresión, el presidente regional constató “el abandono en el que estaban los municipios hasta que llegó Mariano Rajoy al Gobierno central”. Garre culpó de la mala situación financiera de los ayuntamientos al derroche de los gobiernos nacionales del PSOE y alabó las decisiones del PP, de Rajoy y de Montoro, para facilitar la financiación a los municipios “y poder pagar las facturas de los proveedores que hacían cola a la puerta de los alcaldes”.
El presidente de Murcia dijo que su región había sido durante muchos años “la fea del baile, con la que nadie quería bailar”. Garre afirmó que en la reunión que tuvo en julio con Mariano Rajoy le planteó las priporidades de la comunidad, “y todas se han visto reflejadas en los presupuestos”. Se felicitó por la llegada del AVE a Murcia -no citó el soterramiento- y afirmó que Rajoy dará solución a la situación del aeropuerto. Pero además de elogiar al presidente del Gobierno, Alberto Garre también tuvo palabras para criticar al PSOE por el “cinismo” el asunto del agua: “Nos dicen que vamos lentos para solucionar el problema del agua, pero ellos no pueden darnos lecciones; el agua es para beber y para asearse, pero no para ensuciarse con ella”. Y sin citar su nombre, calificó a la ministra de Medio Ambiente del PSOE, Cristina Narbona, como “una mujer muy mala”.