Desde la Coordinadora Anti Represión Región de Murcia asistimos con estupor al lamentable espectáculo que ofrece la Delegación del Gobierno al dar el visto bueno a la concentración del grupo neonazi de Lo Nuestro, precisamente el mismo día en el que se celebra el día del Orgullo LGTBI y precisamente coincidiendo la concentración de los intolerantes con parte del recorrido de los que celebran la diversidad.
No podemos ni calificar de torpeza este intercambio burocrático de papeles para solicitar permisos que, bajo el paraguas y falso pretexto de la libertad de expresión, deberían denegarse, pues ninguna Constitución ampara el derecho de un grupo de personas a utilizar la calle y los espacios públicos para la difusión de mensajes racistas, xenófobos, aporófobos y homófobos.
Desde el punto de vista institucional, entendemos como un fracaso rotundo que la calle se convierta en un escenario donde legitimar la discriminación racial y la violencia hacia lo diferente. Entendemos que este trámite burocrático para autorizar la concentración del grupo neonazi murciano es una derrota democrática que tira por tierra, entre otras muchas cosas, la consecución de derechos y libertades en materia afectivo-sexual y entendemos que la Delegación del Gobierno da el visto bueno a esta provocación que fácilmente podría acabar con visitas al hospital o a los juzgados.
Los delitos de odio están ya alcanzando unas cotas alarmantes en nuestra región. En mayo de 2015, esta Coordinadora presentaba un manifiesto (El auge neonazi en Murcia. Pararlo es cosa de todas y todos) firmado por más de 57 colectivos, asociaciones, partidos y sindicatos.
En febrero de 2016, alertábamos sobre la existencia de bandas neonazis e instaba a los distintos organismos y agentes a tomar medidas. Para ello, presentábamos en el Ayuntamiento una moción (Actuaciones para erradicar las agresiones y los delitos de odio en el municipio a través del grupo político Cambiemos Murcia) que fue aprobada por unanimidad para establecer y activar unos protocolos ante el preocupante incremento de la violencia y los delitos de odio. En mayo de 2017, hace tan sólo unas semanas, veía la luz otra moción que también fue aprobada por todos los partidos y prohibía al grupo de ideología neonazi Lo Nuestro hacer uso de la calle para repartir en forma de paquetes de lentejas y arroz sus encubiertos mensajes de odio al extranjero.
Desde esta Coordinadora nos preguntamos para qué sirven las mociones si luego presenciamos semejante trastorno institucional. Nos preguntamos cuál es la validez o en qué se traduce la aprobación de estas mociones. Nos preguntamos por las contradicciones que se dan en los distintos cauces administrativos.
Ayer nos llegaba también la información de que se estaba contemplando la posibilidad de cambiar la ubicación de la concentración de los neonazis para que no interrumpiera el trascurso del desfile del Orgullo LGTBI y poder evitar así posibles altercados.
Entendemos que el 17 de junio es una fecha jugosa para la lógica partidista que, con sus respectivas carrozas, buscan el rédito electoral pues lo LGTBI está en boga y esta comunidad y sus colectivos también engordan las urnas con los nunca despreciables votos; entendemos que no quieren enfrentamientos que les estropeen la foto. Lo entendemos y nos parece deleznable esta actitud.
Nos acordamos de aquella gran figura política, la ínclita señora Ana Botella y sus lúcidos «manifestódromos» ideados para «no molestar». Creemos que la cuestión no es desplazar a los neonazis para que no fastidien el desfile (el desfile de tantas cosas). La cuestión aquí es que son los colectivos y las organizaciones los que están haciendo el verdadero trabajo y tremendo esfuerzo de frenar el auge del fascismo en nuestra región. Que no se alarme nadie ni se extrañe nadie de que los grupos antifascistas hayan convocado su propia concentración a las 18h frente a La Glorieta bajo el lema: Murcia Responde. Sí, alguien tiene que responder.
Esperemos no tener que volver a escuchar desde ningún micrófono ni desde ningún despacho que el auge neonazi es cosa de críos y un enfrentamiento entre bandas; esperemos no tener que escuchar el flácido argumento que tergiversa y manipula el término «violencia» con el fin de eximir responsabilidades y desviar el foco: las autoridades competentes están haciendo oídos sordos.
En la tramitación de las notificaciones para estos permisos en la Delegación del Gobierno, se lee: «[…] solicitado el preceptivo Informe al Exmo. Ayuntamiento éste no lo emite, por lo que el mismo se entiende FAVORABLE […]». ¿No sabe la Delegación del Gobierno que el excelentísimo ayuntamiento tiene aprobadas por unanimidad dos mociones contra Lo Nuestro y sus acciones? ¿Qué adjetivo podríamos utilizar para esa persona encargada del papeleo entre estas dos instituciones que gestionan nuestra vida pública? ¿Será torpe, inútil o fascista? Las preguntas son retóricas.
*Lucy Sombra es miembro de la Coordinadora Anti Represión Región de Murcia
Desde la Coordinadora Anti Represión Región de Murcia asistimos con estupor al lamentable espectáculo que ofrece la Delegación del Gobierno al dar el visto bueno a la concentración del grupo neonazi de Lo Nuestro, precisamente el mismo día en el que se celebra el día del Orgullo LGTBI y precisamente coincidiendo la concentración de los intolerantes con parte del recorrido de los que celebran la diversidad.
No podemos ni calificar de torpeza este intercambio burocrático de papeles para solicitar permisos que, bajo el paraguas y falso pretexto de la libertad de expresión, deberían denegarse, pues ninguna Constitución ampara el derecho de un grupo de personas a utilizar la calle y los espacios públicos para la difusión de mensajes racistas, xenófobos, aporófobos y homófobos.