Además del consenso general de que en el Mar Menor se ha producido un ecocidio, otro acuerdo parece abrirse paso: con López Miras y su Gobierno el problema tiene difícil solución. Por no decir ninguna. Convencimiento derivado de que “la situación” en la albufera “es el fruto envenenado de 25 años de gestión del Partido Popular”, como expresó la portavoz de Podemos, María Marín, en la Asamblea.
En ese pleno cuyo objetivo era proponer alguna línea de actuación para el tremendo problema sobrevenido, el sucesor de PAS guardó silencio. Se supone que tomando nota de cuanto se dijo. No debió asimilar mucho de lo oído, pues apenas dos días después siguió en su línea de eludir responsabilidades, culpar al Gobierno socialista de Madrid y… demostrar que o no quiere o no puede entender nada. Su alusión a esos “150 litros de agua dulce con nitratos” que se vierte “cada segundo que pasa” a la laguna por la rambla del Albujón lo demuestra: el problema no es que baje agua por ese cauce natural; el quid es que ese caudal ya llega a él contaminado por los nitratos procedentes de la agricultura.
Así que difícilmente puede solucionar un problema quien no ha llegado a entenderlo plenamente, tal como parece que le pasa a este buen chaval que un día abandonó la flauta dulce y vistió pantalón largo para dedicarse a la política. Y repetir punto por punto todos y cada una de las prácticas que aprendió de sus mayores políticos, que ahora gozan de cómodos retiros después de causar, entre otras cosas, el desaguisado ambiental que ya veremos cómo se soluciona. No hay que calentarse la cabeza para identificarlos: basta con repasar las listas públicas de los gobiernos de Ramón Luis Valcárcel, sus consejeros y sus altos cargos desde hace 25 años, ayudados desde Madrid.
Si el inicio de la emergencia ambiental que recién hizo crisis allá por 2016 con la 'sopa verde' evidenció que la Podredumbre ambiental y política estaba a punto de asesinar la joya ambiental de la Región, los tres años transcurridos desde entonces acaban de revelar que no se ha hecho nada por sanearla. A pesar de que nuestra ahora primera autoridad regional fijó, en abril de 2017, como una de sus prioridades políticas “recuperar el Mar Menor” en su discurso de toma de posesión.
Un año después, en 2018, se aprobó un decreto de medidas urgentes para sanear el Mar Menor que no se han cumplido: siguen vigentes y sin ser aplicadas, acaba de contar Julia Martínez, experta en Aguas de Ecologistas en Acción (EeArm). Y el dedo donde corresponde, en la llaga: El Gobierno regional “ha facilitado” el incumplimiento.
Ella es una de los cuatro científicos (con Miguel Ángel Esteve, Paqui Giménez y Rosa Gómez) que salieron del Comité Científico el año pasado. El mismo día, ayer lunes 21, que Martínez habló se supo que otros cuatro han salido a escape también de ese organismo que debía asesorar al Gobierno frente al ecocidio. Ya son ocho, pues, los estudiosos que han abandonado, hartos de que les tomen el pelo. ¿Quién queda aparte del consejero Luengo y el científico de cabecera del PP, Ángel Pérez Ruzafa?
La conclusión es clara: no son estos mimbres para arreglar el cesto. Es decir, mientras gobierne el partido de la podredumbre en la Región, 'lo' del Mar Menor no tiene componenda, dada la sumisión del Ejecutivo a los intereses espurios de algunos agroindustriales: basta repasar la lista de investigados por la Fiscalía y el SEPRONA.
Ante esto, qué hace el principal partido de la oposición y ganador de las elecciones de abril. De momento, la propuesta inicial de Diego Conesa, tras el ecocidio, de plantear una moción de censura al Ejecutivo en “60 días” parece mirar más a intereses postelectorales que a lo que preocupa realmente a la gente, vecinos, pescadores, científicos, ecologistas y un largo etcétera que incluye a turistas y veraneantes.
Confía la socialdemocracia regional en que los resultados electorales de la próximas generales sean un varapalo para los Ciudadanos de Rivera y esa situación de debilidad les fuerce a aceptar la moción de censura de Conesa y sus diputados, y un cambio de alianza en la Región. Pero lo último que ha trascendido es que el líder del PSOE regional piensa ahora en el 31 de diciembre como fecha de referencia para ir adelante con esa propuesta parlamentaria, creyendo quizá, intuyo, que para entonces se habrá asentado el nuevo ejecutivo socialista en Madrid.
Si se reconoce la ineficacia del PP y la ineptitud de López Miras y su gobierno, como hace el PSOE, cabe preguntarse qué sentido tiene retrasar la censura y no obligar con ella a Ciudadanos a que se decante inmediata e inequívocamente. El Mar Menor no puede esperar. El ecocidio está consumado. Estamos en el velatorio. Es de desear que el PSOE no aguarde a después del entierro para intentar reanimarlo. Será demasiado tarde. Vale.