Región de Murcia Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería para siempre
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El partido europeo

0

Manfred Weber dio el pistoletazo de salida a las elecciones europeas el otro día en el Parlamento Europeo. La cuestión de la amnistía española pasaba de ser un tema nacional para transformarse en la ballena que ha de llevarle a sustituir a la luterana Ursula von der Leyen, algo que no niega en las entrevistas. Quiere ser comisario en lugar de la comisaria, parafraseando a Iznogud. Esto no es bueno - jugando con el nombre del personaje de comic guionizado por el francés Rene Goscinny (It is no Good) - para el devenir de algunos cambios que se estaban impulsando desde Europa en los últimos decenios.

El católico bávaro espera hacer grupo con la Italia de Meloni, la Polonia de Musk y la España de Feijóo, pero especialmente con la representante europea del PP: Dolors Montserrat, para llegar a la presidencia de la comisión. Veremos qué hace con Wilders. Para ello debe barrer en las elecciones europeas. Quiere con ello esquivar las resistencias tanto de Emmanuel Macron como de Pedro Sánchez, que verá, además, cómo las elecciones europeas se transforman en una discusión sobre la amnistía con la intención de hacer de ellas un referéndum sobre su gobierno.

Murcia no es una isla. Las discusiones, con diferentes tonos y acentos, no son distintas a otras partes del continente europeo. El mundo está cambiando, por imperativos climáticos, y, como siempre, hay resistencias y discusiones sobre el camino. El célebre viaje a Bruselas de algunos de los participantes de Cierra mi Barrio – ahora desaparecida o transformada - parece que fue un intento la entonces oposición de medir su capacidad de cambiar el plan. Para ello contaban con el informe que la Comisión Europea había de realizar, tras la aceptación de su petición en el comité de peticiones europeo presidido por Dolors Montserrat. La Plataforma Pro-soterramiento enseñó muchas cosas, quizás demasiadas.

La visita se enmarcaba en un plan de futuro basado en dos asunciones: el primero se cumplió: la victoria del PP tanto en el marco local, que consiguieron holgadamente gracias, entre otras cosas, a su oposición al plan de movilidad y la presentación de las elecciones locales como un plebiscito contra Sánchez. El segundo tenía como misión desplazar el fin de las obras a diciembre, con la esperanza que el cambio de gobierno nacional permitiera maquillar las promesas de boicot al plan de movilidad. El adelanto de las elecciones por parte de Pedro Sánchez y su victoria al articular la mayoría dispersa impidieron la articulación de dicho plan.

El resultado de este cambio político es del desvanecimiento de los mitos y la necesidad de articular el plan de movilidad tal y como fue proyectado. Los cambios como la apertura al tráfico del Puente Viejo pueden costarle al erario millones que no tiene. No está el Ayuntamiento para gestionar más deudas. Las que tiene de la época de Cámara lastran al ayuntamiento de tal modo que hacen imposible que Ballesta cambie los planes por el alcalde Serrano, él puede que haya dimitido, su trabajo, en este caso, continuará.

Entre tanto, los acuerdos con Cataluña, en especial la rebaja de la deuda, favorecen a la Región que sigue presupuestando expansivamente, aunque con unas cuentas lastradas por nefastas inversiones: la forma de pago de la autovía del noroeste, el aeropuerto y su aval, la desaladora… A esto habría que añadir los pagos, infravalorados, para una conexión ferroviaria de una ZAL mal planificada desde el inicio al no incluir, como ya conté hace años, en las alternativas a Cartagena. Un lugar donde dicha conexión estaría asegurada por el Estado si hubiera habido alguien con cabeza y visión de futuro en la Consejería de Fomento, pero mucho me temo que no es ese el objetivo. El resultado, el dinero que debía ir a un transporte de alta capacidad para el área metropolitana irá para pagar un tren de mercancías que no sé qué retornos ofrecerá.

Las palabras del sabio Ibarra en el documental de Luis Carrasco, El año del descubrimiento, resuenan todos los días en mi cabeza. Si no lo han visto, véanlo. Empiezo a pensar que temen el desarrollo del polo industrial de Cartagena. A la trimilenaria le han hurtado la ZAL, mientras siguen insistiendo en macropuertos inútiles. El resultado: no tengo muy claro si en esta Región veremos dos ZAL y si ambas resultaran rentables. Yo solo sé que seguimos como siempre: Aquí que se pide, ¿tequila?, pues tráigame una jarra.        

Manfred Weber dio el pistoletazo de salida a las elecciones europeas el otro día en el Parlamento Europeo. La cuestión de la amnistía española pasaba de ser un tema nacional para transformarse en la ballena que ha de llevarle a sustituir a la luterana Ursula von der Leyen, algo que no niega en las entrevistas. Quiere ser comisario en lugar de la comisaria, parafraseando a Iznogud. Esto no es bueno - jugando con el nombre del personaje de comic guionizado por el francés Rene Goscinny (It is no Good) - para el devenir de algunos cambios que se estaban impulsando desde Europa en los últimos decenios.

El católico bávaro espera hacer grupo con la Italia de Meloni, la Polonia de Musk y la España de Feijóo, pero especialmente con la representante europea del PP: Dolors Montserrat, para llegar a la presidencia de la comisión. Veremos qué hace con Wilders. Para ello debe barrer en las elecciones europeas. Quiere con ello esquivar las resistencias tanto de Emmanuel Macron como de Pedro Sánchez, que verá, además, cómo las elecciones europeas se transforman en una discusión sobre la amnistía con la intención de hacer de ellas un referéndum sobre su gobierno.