En esta época del año, la ciudad de Murcia se ilumina con un encanto especial. Las luces navideñas que decoran el casco histórico invitan a recorrer sus calles, mientras el aroma a castañas asadas y dulces tradicionales nos transporta a recuerdos familiares. Pero más allá del brillo de las luces, hay algo aún más valioso que debemos preservar: nuestro comercio local.
Un paseo con propósito
Veniros conmigo a dar un paseo por Murcia. No me gusta Starbucks porque me gusta el café de verdad, así que para comenzar este recorrido puede ser tan sencillo como una parada en Vértigo y Calambre, una cafetería de especialidad que ofrece más que café: una experiencia. El aroma de granos de café recién molidos, comida casera y la calidez del espacio te hacen sentir parte de una comunidad que valora la calidad y el trato cercano. Justo al doblar la esquina, en la calle Correos, encontramos la Óptica Ferao, un lugar donde la precisión y la tradición se unen para ofrecer un servicio personalizado donde ofrecen gafas de diseño de gran calidad de las que no lleva todo el mundo, esto las grandes cadenas no lo pueden igualar.
El paseo navideño puede continuar con una visita a lugares que alimentan el alma. En el Café de Ficciones, entre proyecciones de cine y eventos culturales, se crea un espacio único donde el arte se encuentra con el día a día. Y para los amantes de los libros, la parada en la Librería Libros Traperos es imprescindible. Más que una librería, es un lugar de intercambio cultural y sostenible, perfecto para encontrar regalos con historia y sentido. Si no sabes qué regalar solo tienes que preguntarles, la sabiduría y la atención son su gran punto a favor.
La magia de los mercadillos navideños
Los mercadillos navideños, que cada diciembre llenan las plazas y calles de Murcia, son una oportunidad para descubrir la riqueza de nuestra artesanía y productos locales. Estos espacios efímeros, con sus puestos decorados y el entusiasmo de los vendedores, son un escaparate del talento de nuestra región. Desde productos hechos a mano hasta propuestas únicas que no encontrarás en ningún otro lugar, cada compra en estos mercados es un paso hacia la sostenibilidad y la conservación de nuestras tradiciones.
Sin embargo, los mercadillos también nos hacen reflexionar. A medida que estos espacios se llenan de propuestas exclusivas, vemos cómo otros negocios locales en el casco histórico luchan por mantenerse a flote ante el avance de la gentrificación.
El impacto de la gentrificación
La gentrificación, aunque a veces es vista como un proceso de mejora urbana, tiene su lado oscuro. En el casco histórico de Murcia, cada vez es más frecuente ver cómo los negocios tradicionales desaparecen para dar paso a franquicias o locales orientados al turismo de lujo. Este fenómeno transforma no solo el paisaje comercial, sino también el tejido social. Me da tristeza pasar por calle Trapería y ver que se han cargado casi todo lo que era local, de los vecinos. Los residentes de toda la vida se ven desplazados por el aumento de los precios, y con ellos se va también una parte del alma de la ciudad.
Como abogada con despacho en el corazón del casco histórico, vivo de cerca estos cambios. Cada día veo cómo se remodelan edificios, cómo surgen nuevos negocios que no priorizan a la comunidad local, y cómo los comercios tradicionales luchan por mantener su esencia en medio de estas transformaciones. Es un recordatorio constante de que el progreso no debería implicar la pérdida de los barrios, que son los espacios para su gente.
La ciudad evoluciona, pero para el gusto de quien tiene el bolsillo lleno, prueba de ello es la falta de interés que hay por recuperar el mítico cine Rex para los vecinos. Falta voluntad política, ideas hay miles. De hecho, leía hace un par de semanas en este diario un reportaje maravilloso al respecto que os recomiendo buscar. Nada me haría más ilusión que llevar a mi hija a ese cine un día.
Nuestro papel como ciudadanos
Apoyar al comercio local no es solo un acto de consumo, es un compromiso con la ciudad que queremos preservar. Cada vez que eliges una cafetería independiente en lugar de una franquicia, o compras en una librería local en lugar de una gran plataforma online, estás contribuyendo a mantener viva la esencia de Murcia.
Estas fiestas, te invitamos a recorrer el casco histórico con otros ojos: aprecia los escaparates llenos de creatividad, conversa con los comerciantes que te recibirán con una sonrisa, y elige regalos que no solo harán felices a tus seres queridos, sino que también apoyarán a quienes trabajan día a día para mantener vivas nuestras tradiciones.
La Navidad es un momento de unión y generosidad, y no hay mejor forma de celebrarla que apoyando a quienes dan vida a nuestra ciudad. Murcia no sería lo mismo sin sus pequeños negocios, y tú, como ciudadano o ciudadana, tienes el poder de mantener vivos. Este año, hagamos de nuestras compras navideñas un acto de amor por nuestra ciudad.
Porque, al final del día, no son las luces ni los villancicos los que definen la Navidad en Murcia, sino las personas y los lugares que la hacen única. Nos vemos en el centro, apoyando lo nuestro.