Pedro Antonio Sánchez no explica su relación con las empresas de la Púnica y se encara con la oposición
Que la mejor defensa es un buen ataque es lo que habrán entendido en el PP murciano. Sobre la trama púnica, y la presunta implicación que la Guardia Civil ha detectado, poco o nada se ha sabido tras el pleno celebrado en la jornada de ayer en la Asamblea Regional, en la que los grupos de oposición pudieron formular preguntas a Pedro Antonio Sánchez.
El presidente popular ha sido condundente en su estrategia, respondiendo con agresividad a la oposición y acusándolos de haber presentado 80 denuncias “falsas y archivadas” por la justicia contra cargos del PP en esa región en los últimos años, por lo que tendría que “pedir perdón”.
Pedro Antonio Sánchez no ha respondido a las preguntas de los portavoces de los tres grupos de la oposición sobre si piensa asumir responsabilidades políticas en el caso de que sea imputado por el caso de la adjudicación del auditorio de su pueblo natal, Puerto Lumbreras, cuando era alcalde, o el de la Púnica, cuando era consejero autonómico de Educación. Únicamente ha reiterado que “jamás, nunca, se contrató ni hubo decisión para contratar” con las empresas de esa trama.
El portavoz de Podemos, Óscar Urralburu, ha puesto sobre la mesa el informe de la UCO de la Guardia Civil del que se desprende que no siempre fue De Pedro quien le llamó y que los encuentros mantenidos “no fueron casuales”. El líder de Podemos ha cuestionado “si miente la Guardia Civil o el presidente regional”. En este sentido, Sánchez ha respondido que “quizá quien tenga un pasado oscuro sea usted” y ha advertido que él tiene su “límite muy claro” y que “es peligroso no tener límites”, considera en relación al informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima).
Para Sánchez, Urralburu “viene a montar el numerito antisistema” y representa al “populismo envenenado y faltón”, además de destinar la subvención a su grupo parlamentario para pagar a los abogados que ejercen la acusación particular en el caso del auditorio de Puerto Lumbreras que se instruye en un juzgado de Lorca, cuya titular debe decidir si pide al Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia que impute a Sánchez al tener este condición de aforado.
Por su parte, Rafael González Tovar ha explicado que el PSOE “jamás ha mirado hacia otro lado” en materia de corrupción. Durante su intervención ha aportado datos como que a la Región le cuesta la corrupción más de 3.000 millones de euros. El portavoz socialista ha preguntado al presidente si su posición beneficia a la Comunidad, a lo que Sánchez le ha respondido destacando su “falta de escrúpulos” y ha recordado el caso de los ERE de Chaves y Griñán.
Rajoy: “No me consta que haya ninguna acusación formal”
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha asegurado en relación con el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, que él estará en ese asunto a lo que “digan los tribunales”, si bien ha señalado que no le consta que haya “ninguna acusación formal de nadie”.
“Yo estaría ahí a lo que digan los tribunales porque a mi no me consta que haya ninguna acusación formal de nadie”, ha manifestado escéptico el jefe del Ejecutivo al ser interrogado por este asunto en una conferencia-coloquio organizada por el Diario de Burgos, tras visitar las fábricas de Navidul y Campofrío.
Urralburu tiene “preparada” la moción de censura
El portavoz de Podemos en la Asamblea Regional, Óscar Urralburu, ha recordado que al inicio de la legislatura ya informaron de que tenían “preparada en el cajón” la moción de censura y que sigue ahí esperando “el momento que quieran PSOE y Ciudadanos”.
El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Rafael González Tovar, considera “inadmisible” las declaraciones del portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Víctor Manuel Martínez, en las que insinúa que detrás del informe de la UCO que señala una presunta implicación del presidente regional en el caso Púnica, hay “delincuentes”.
Tovar advierte que lo único que hay es un informe “contundente y sonrojante” para la Región de Murcia realizado por la UCO, “una unidad de alto prestigio en su trabajo”.
