La concejala socialista Mar Rosa ha reiterado que Cámara debe dimitir cuanto antes tras conocerse que el fiscal ha pedido su imputación dentro de las diligencias para esclarecer el derribo de la antigua escuela infantil de La Paz. “Una segunda imputación sería totalmente insostenible para el Ayuntamiento, ya que, a su responsabilidad en el caso Umbra, ahora la Fiscalía le señala en un caso del que el Gobierno municipal se estaba lavando las manos”. Esta mañana, el concejal de Izquierda Unida-Verdes, Nacho Tornel, ha incidido en que la imputación del alcalde de la ciudad es “la única conclusión posible” para el caso.
En la misma línea que PSOE e IU-V se ha expresado Rubén Juan Serna, candidato a alcalde de Murcia por UPyD: “Volvemos a reclamar al alcalde Cámara que deje el cargo de forma voluntaria y se defienda fuera de la institución para no mancharla más”. Serna ha añadido que incluso existe la posibilidad de presentar una moción de censura contra Cámara, “si hubiese concejales responsables dentro de las filas del Partido Popular”, para sumar votos y de ese modo “retirarle el bastón de mando”.
Por su parte, Miguel Ángel Cámara ha defendido el derribo de la guardería del humilde barrio murciano de La Paz amparándose en la existencia de informes y recomendaciones de los técnicos, y ha vuelto a cargar contra la Fiscalía de Murcia, como ya hicieran días atrás varios miembros de su partido. Tales expresiones han llevado a los fiscales murcianos a reclamar respeto a su labor y a rechazar injerencias políticas.
De ese modo, siguen produciéndose reacciones a la petición de imputación para el alcalde de Murcia que ha hecho el fiscal, en relación al derribo de la guardería pública del barrio murciano de La Paz. La causa, que se reabrió hace un año en el Juzgado de Instrucción número 1 de Murcia a petición del propio fiscal y de la Audiencia Provincial, trata de averiguar si hubo delito en el proceso seguido para la demolición de la escuela infantil, sobre cuyo solar se iba a iniciar un proyecto inmobiliario. Tal y como contó eldiario.es Región de Murcia en un reportaje, el proyecto está hoy estancado por falta de financiación.
“Ya era hora”
La concejala socialista Mar Rosa ha expresado de manera tajante que “ya era hora de que se esclarezca la responsabilidad del derribo de la guardería”, porque a su juicio, “a tenor de los hechos y de las declaraciones de los responsables del PP que han pasado ante el juez, da la impresión de que la escuela infantil se había suicidado ella solita”.
Entre los imputados en la causa se encuentran Fernando Berberena, exconcejal de Urbanismo del ayuntamiento de Murcia, que declaró ante la juez hace un mes y al que el fiscal acusa de prevaricación administrativa; Francisco Porto, que por entonces era presidente del Patronato de Escuelas Infantiles; Pilar Megía, que era la responsable del área de Educación y Personal del ayuntamiento de Murcia, y José Antonio Peñaranda, jefe de las Escuelas Infantiles, que emitió un informe en el que se señalaba que el inmueble ya vacío corría el peligro de ser ocupado ilegalmente.
Mar Rosa ha explicado que “el PP intenta esconder su culpa con maniobras judiciales”, pero que “lo que no pueden esconder es que en 2007, cuando se produjo el derribo, gobernaban en La Glorieta y sólo ellos pueden ordenar su demolición”.
La edil del PSOE ha querido recordar también que la antigua guardería pública de La Paz fue premiada dos veces a nivel nacional, y que fue construida gracias a la participación ciudadana durante los gobiernos socialistas: “Mientras los socialistas construimos, el PP y Cámara destruyen”, ha sentenciado Rosa.
Además, Mar Rosa ha insistido en que “el tiempo está desmontando el proyecto faraónico de Cámara y López Rejas para La Paz, mientras el barrio está cada vez más degradado y la calidad de vida de los vecinos ha empeorado”.
Un proyecto polémico para un barrio deprimido
El proyecto inmobiliario, promovido por el empresario López Rejas, pretendía duplicar el número de viviendas del barrio de La Paz hasta 3.000 –en un primer momento planteó hacer 4.000-, 'regalar' a los vecinos una casa nueva el doble de grande, y vender la otra mitad de los pisos nuevos. Todas las viviendas, las pertenecientes a los 1.500 antiguos propietarios y las 1.500 de los nuevos compradores, se repartirían en 62 edificios de entre 5 y 30 plantas.
Los vecinos, cansados de la degradación física del barrio y del abandono de las instituciones -se trata de una de las áreas más humildes de la capital regional, a pesar de su céntrica ubicación-, acogieron con entusiasmo el proyecto. Aunque algunas organismos como el Colegio de Ingenieros de Caminos mostraron sus dudas, el ayuntamiento aprobó el Avance de la Modificación nº 93 del Plan General en el Ámbito de Suelo Urbano del Barrio de La Paz, y más tarde se autorizó el derribo de la guardería pública del barrio para que sobre su solar dieran comienzo las obras. Desde 2007, los niños y niñas están desplazados a unos barracones provisionales a las afueras del barrio.