La imagen de la maquinaria pesada arrastrándose por las playas del Mar Menor mientras los técnicos de limpieza se afanaban para llenar barreños y barreños de los peces muertos que salpicaban sus orillas ha vuelto a repetirse este viernes, por quinto día consecutivo. Ocho playas de La Manga izaron la bandera roja y tuvieron que cerrarse al baño pero a lo largo del día seis de ellas han vuelto a reabrirse. Plataformas ecologistas, vecinos del litoral de la laguna salada, turistas y portavoces de distintos partidos políticos de la Región han ido encadenando quejas esta última semana, al tiempo que han expresado su preocupación por la aparición hace ya ocho días de miles de peces y crustáceos ahogados.
Con este escenario, el presidente del Ejecutivo murciano, el popular Fernando López Miras, ha comparecido en la noche de este viernes ante los medios de comunicación tras reunirse durante horas el Consejo de Gobierno con carácter extraordinario para abordar la situación del Mar Menor en una rueda de prensa en la que ha anunciado que requerirán al Gobierno central la asunción de todas las competencias de costa y cuenca del Mar Menor: “Este Ejecutivo ha puesto todo lo que estaba en su mano para proteger este entorno, pero ha sido insuficiente; hay que revertir la situación sin entrar en peleas por depurar responsabilidades”.
Peleas aparte, lo cierto es que este sábado hay previstas protestas de distintos colectivos a pie de calle al paso de la Vuelta Ciclista a España por La Manga para poner voz al desastre ecológico del Mar Menor.
López Miras ha insistido en varias ocasiones en que el “problema” no lo ha generado su gabinete, echando la pelota sobre el tejado del Gobierno de Pedro Sánchez, al que ha reprochado que lleva dos años sin pisar el Mar Menor, aunque “hicieron campaña en 2019 en sus orillas”. Y ha puesto deberes al Ministerio para la Transición Ecológica: “Recuperar el calado en la gola de Marchamalo para paliar este episodio, es de las pocas medidas que se pueden tomar a corto plazo para oxigenar el Mar Menor”.
En caso contrario, acudirán -ha amenazado- a la Justicia para que les exija que lo hagan “o para poder actuar por nuestra cuenta de manera cautelarísima”. De hecho, ha dicho, esta misma noche (por la del viernes) desplazarán la maquinaria para la recuperación del calado y “que el Gobierno central actúe o nos deje hacerlo”.
En cuanto a la introducción de nutrientes por la Rambla del Albujón, ha señalado el presidente, “no se está haciendo nada para evitarlo”. Y ha referenciado el documento del Plan Vertido Cero: “Quien tiene las competencias (en referencia a Madrid) deberá tomar las medidas oportunas para no recaer en ilegalidades” y frenar los vertidos.
“En estos momentos, damos un paso contundente al frente y pedimos la transferencia de competencias de costa y cuenca del Mar Menor para actuar en el acuífero y la rambla de una vez por todas; no quiero seguir con las manos atadas y que si me señalan como responsable, pueda serlo”, ha sentenciado López Miras, quien ha insistido en que llevan 3 años pidiendo que se ejecute el Plan de Vertido Cero. “Tienen el 80% de las competencias, pero si no van a ejercerlas que nos dejen hacerlo, pues su inacción confunde a los ciudadanos”.
En cuanto a la petición de transferencia de competencias, ha explicado el presidente murciano que es legalmente posible ya que se hace en otras comunidades autónomas cuando la cuenca no transcurre por otras regiones.
Encuentro con alcaldes ribereños
Tras la rueda de prensa, López Miras ha convocado un encuentro con los alcaldes ribereños del Mar Menor, “para trasladarles estas decisiones y espero contar con ellos para que nos devuelvan la capacidad de actuar sobre el Mar Menor”. El líder de los populares murcianos se ha quejado de que Pedro Sánchez “no ha atendido a mis peticiones para reunirme con él y abordar este asunto, pero tampoco ha respondido a mis cartas, ni a mi propuesta de nombrar un alto comisionado para salvar al Mar Menor”.
La plataforma SOS Mar Menor alertó desde el lunes pasado de que se estaba produciendo una nueva anoxia en la laguna, mientras que el Gobierno murciano la descartó inicialmente, señalando que la muerte de peces y crustáceos se debía exclusivamente al aumento de la temperatura. El Mar Menor perdió en 2016 el 85% de su vegetación marina debido a los problemas de eutrofización de la laguna (contaminación de las aguas como consecuencia de un exceso de nutrientes en ellas), a causa de los vertidos de nitratos y fosfatos provenientes de la agricultura y ganadería.
Rocío García, promotora de la plataforma ecologista, afirma que desde entonces no se han tomado medidas eficaces para evitar que este “ecocidio” se produzca de nuevo, ocasionando una nueva crisis ecológica en 2019 y, según subraya la promotora de SOS Mar Menor, la que se está produciendo estos días. Desde 2019, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha señalado más de 1.740 hectáreas de regadío ilegal en el Campo de Cartagena, cuya clausura le corresponde a la Comunidad.
Relajación del control medioambiental
Durante la pandemia, el Gobierno regional ha adoptado diferentes medidas para relajar el control medioambiental regulado en diferentes leyes. En mayo de 2020 bajo el decreto ley de Mitigación de impacto socioeconómico de la COVID-19 que se aprobó en la Región se escondía una profunda reforma de la Ley de Suelo de la Región de Murcia y de la Ley 4/2009 en materia de Protección ambiental Integrada de la Región. La nueva ley de suelo elimina importantes competencias del Consejo de Gobierno para traspasarlas a las distintas consejerías, que no necesitarían de informes previos antes de la aprobación de diversos asuntos urbanísticos. Por otro lado, otro real decreto del pasado julio de simplificación administrativa, bajo el pretexto de agilización de trámites, abundó en ese objetivo de desmantelamiento del medio ambiente.
A esta situación, se suma el retraso de décadas en la aprobación de los planes de gestión en los espacios naturales protegidos (PORN), la carencia de recursos humanos en la administración como la Dirección del Mar Menor o el intento de resucitar la Agencia Regional de Clima y Medio Ambiente (ARCA), que no ha llegado todavía a materializarse.