García Egea acusa a Vox de hacer el “ridículo” en Murcia: “Son la ultraderechita cobarde”
Teodoro García Egea ha arremetido contra Vox ante su rechazo a la investidura del popular Fernando López Miras y los ha tildado de “ultraderechita cobarde”. El secretario general del PP ha comparecido tras la investidura fallida, y ha centrado su discurso en desacreditar a la formación de Abascal y en agradecer la “capacidad negociadora” y “altura de miras” de Ciudadanos.
A primera hora de la mañana, las tres partes celebraron un primer encuentro sorpresa en Cartagena de los tres partidos con los dirigentes del PP Teodoro García Egea y José Miguel Luengo (jefe del comité negociador regional del partido), el diputado nacional de Ciudadanos Miguel Garaulet y, por parte de Vox, Luis Gestoso y Pascual Salvador, líder de la formación de ultraderecha en la Región. Tras varias horas reunidos, los de Abascal se levantaban de la mesa y señalaban que los naranjas no querían firmar un acuerdo, y ellos no estaban dispuestos a “dar un cheque en blanco”.
El dirigente popular ha señalado, con respecto al encuentro a tres bandas, que habían llegado a un acuerdo de diez puntos “a cambio de la abstención de Vox”, “nos estamos acostumbrando a estos caprichos políticos. Si Vox ha usado la Región de Murcia como laboratorio de experimentos tendrá que explicarlo”. El secretario general ha expresado que cuando se repita la investidura “nada va a cambiar”.
Egea ha pedido perdón por el “ridículo que ha formado Vox esta tarde”, y ha señalado que no volverán a sentarse a negociar con ellos: “Hemos malgastado cinco horas. Si tienen algo nuevo que contar, que se sienten entre ellos y se aclaren primero”.
Vox culminó su amenaza y votó en segunda vuelta contra la investidura de el candidato a la presidencia del PP que contaba con los apoyos de Ciudadanos y de su propio partido. Los de Abascal pedían sentarse con ambas formaciones para acordar un gobierno a tres bandas, pero los naranjas se negaron en rotundo. Hasta hoy, cuando las tres partes han mantenido una reunión de cinco horas que ha supuesto la ruptura de una de las líneas rojas de Ciudadanos, la de no reunirse con la extrema derecha. A pesar de ello, Vox ha dado por rotas las conversaciones tras unas declaraciones de los líderes nacionales de Ciudadanos, dando a entender que el encuentro se limitaba a “tomar café”.