Cuatro años exigiendo la absolución de los 'jóvenes de las vías' de Murcia: “No merecen ser tratados como terroristas”
“El día 3 de octubre de 2017, después de los altercados que hubo allí, a los pocos días llamaron a nuestros hijos por teléfono, no por citación judicial, y empezó nuestro calvario”. Así relata Resu, madre de uno de los jóvenes de las vías, cómo acusaron a su hijo y a otros dos jóvenes por los disturbios provocados durante las protestas por el soterramiento del AVE en Murcia hace cuatro años. Junto a ella, centenares de personas se han congregado cerca de las vías para exigir la libertad de los jóvenes: “Como madre incluso me cuesta respirar, todos estos días para mi son muy malos, se revuelve todo”, lamenta.
Él y el resto de los jóvenes se enfrentan a la posibilidad de cumplir 3 años de prisión por un delito de desórdenes públicos y 5 años de prisión por un delito de daños mediante incendio en las vías férreas, además de una multa de 133.750,26 euros de responsabilidad civil. Su hijo tenía 18 años cuando ocurrieron los hechos: “En la primera convocatoria para la sesión de la posible conformidad de las partes, no se llegó a un acuerdo porque ni Fiscalía ni Abogacía del estado retiraban la acusación. Defendemos la inocencia de nuestros clientes y no podíamos conformarnos con una acusación tan extrema”, describe Alberto Martínez Soriano, abogado del joven.
“Al principio de la instrucción se reclamaban unos daños que no habían sido ocasionados ni siquiera en el mismo día, pero que se acotaron más adelante de la instrucción”, asegura el abogado. “Le achacaban cosas como una máquina que ardió tres o cuatro días antes de que los chicos estuvieran allí, que no se sabe ni quién fue ni cómo. También reclamaban que el tren estuvo parado durante horas y días, aquella noche también estaba parado, pero ya lo estaba antes de los altercados”, añade Plácido, marido de Resu y padre del joven.
“Truncar sus vidas”
“Tratan de truncar sus vidas, nosotros lo estamos pasando mal pero ellos, aunque no lo manifiesten, lo están pasando mucho peor. Su vida está condicionada. Nuestros hijos no se merecen pasar por una audiencia que va a durar nueve jornadas cómo si fueran terroristas, no tenemos plena confianza de que esto vaya a ser satisfactorio para nuestros hijos”, explica Plácido.
“No entendemos cómo, habiendo miles de personas ese día, nuestros hijos fueron los acusados”, se pregunta. “Se ha conseguido algo que era utópico y se ha conseguido a través de la lucha de un movimiento ciudadano: hombres, mujeres, jóvenes, mayores, de todos los rincones de Murcia, pero sobre todo de la zona sur. Todo esto es un ejemplo para demostrar como se pueden conseguir las cosas que la Administración no está dispuesta a admitir, tenían que elegir a unos responsables que acarreasen con la culpa de aquellos hechos” especula Plácido.
“No iban a coger a la señora Ana, que es la abuela de las vías; no iban a coger a Joaquín Sánchez, que es el cura de la PAH; ni a Joaquín Contreras, que es el presidente de la Plataforma por el soterramiento”, enumera. “La gente se hubiera echado a la calle permanentemente. Por eso cogieron a tres jóvenes que estaban con nosotros. Junto a ellos también estaban a concejales, políticos: Mario Gómez, por ejemplo, estaba allí cuando sucedieron estos hechos. Cogieron a estos tres chavales, por fotografías y vídeos, y los tratan como cabezas de turco de todo el movimiento”, denuncia el padre.
Tanto Resu como Plácido agradecen que el movimiento por el soterramiento se haya mantenido vivo en la lucha por la absolución de los jóvenes de las vías: “Toda esta gente que nos apoya se sienten muy identificados con lo que ha pasado: podrían ser sus hijos, podrían ser ellos mismos. Ven tan clara esa injusticia y por qué ellos han sido señalados nos siguen apoyando”, subraya Resu.
Sin embargo lamentan que a los políticos “ les cuesta mojarse”: “A título personal sí que nos apoyan, pero como fuerza política les cuesta más pronunciarse”. “Hay partidos que se han apropiado la victoria del soterramiento como puede ser el PSOE, que ha estado allí presente a través de Diego Conesa; o Más País, pero que jamás se han dirigido a nosotros ni se han manifestado ante la sociedad murciana exigiendo la absolución de los jóvenes de las vías”, reprocha Plácido. “Ellos son nuestros representantes y si vienes a recoger los frutos del soterramiento hay que estar a las duras y a las maduras”, abunda Resu.
Una cicatriz de más de 55.000 metros cuadrados
El 30 de julio de este año pasó a la historia como el día en el que los coches volvieron a circular tras el fin de las obras por de soterramiento del AVE. La noche anterior ADIF desmontó en la capital la pasarela de Santiago el Mayor, una estructura que sirvió durante tres años para unir este barrio con El Carmen y que se construyó como alternativa al anterior paso a nivel sobre las vías, durante las obras del AVE. De las vías solo ha quedado una cicatriz de tierra y asfalto de más de 55.000 metros cuadrados que bordea a los barrios del sur, que desde el ayuntamiento de Murcia se han comprometido a convertir en un bulevar a partir de 2023. Hasta entonces, se asfaltará la extensión por completo y se instalarán carriles bici en la zona.
La Plataforma ProSoterramiento organizó concentraciones diarias durante 309 jornadas en las vías de Santiago el Mayor entre 2017 y 2018 con el fin de que se soterrara la entrada del tren en la capital y no hubiera una frontera que la partiera por la mitad. La lucha vecinal más importante del municipio durante casi 30 años, capaz de reunir a más de 50.000 personas en una manifestación, acabó con final feliz, excepto para estos tres jóvenes.
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