La Guardia Civil de la Región de Murcia, en colaboración con agentes medioambientales de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), ha desarrollado en la comarca del Guadalentín la operación ‘Emanium’, que se ha saldado con la investigación de 56 personas presuntamente dedicadas a la “sustracción y comercialización de agua subterránea, extraída sin autorización del manantial de Tirieza y del río Luchena” en el municipio de Lorca, según informaron en una nota de prensa.
Tras la operación, la Benemérita ha esclarecido un total de 127 delitos y ha atribuido a las personas investigadas la presunta autoría de delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente; y de usurpación de aguas subterráneas.
Durante las inspecciones realizadas se han detectado alrededor de 150 infracciones administrativas que han sido puestas en conocimiento de las autoridades competentes.
Desabastecimiento de agua para la población
Las actuaciones dieron comienzo en marzo del pasado año, cuando guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) supieron de varias quejas vecinales sobre la extracción masiva de aguas subterráneas del manantial de Tirieza, “supuestamente destinadas al suministro de granjas de la zona, lo que había generado cierto desabastecimiento a las poblaciones que tenían derecho sobre el mismo, principalmente durante el verano.
La Guardia Civil inició una investigación que le permitió conocer que el terreno era “de secano, no existiendo muchos recursos hídricos en la zona observando, cómo el perímetro autorizado de riego de agua procedente del manantial no estaba cultivado”.
Balsas de purines sin impermeabilizar cercanas al río
Guardias Civiles del SEPRONA, en colaboración con agentes medioambientales de la CHS, realizaron una serie de inspecciones y comprobaron que “no existían autorizaciones para el uso de agua del manantial de Tirieza en ganadería”, aunque las pesquisas realizadas dieron con la “localización de canalizaciones que conducían el agua extraída hasta 59 explotaciones ganaderas de la zona”.
Según se desprende de la investigación, “al parecer, las explotaciones estarían pagando el agua a distintos usuarios no autorizados para la venta de la misma, muchos de ellos sin contador volumétrico, haciendo pagos anuales o mensuales, fijos”.
Así mismo, durante el transcurso de las inspecciones se halló “una bomba de extracción de aguas en el río Luchena que alimentaba a dos explotaciones ganaderas, así como balsas de purines sin impermeabilizar cercanas al río y a ramblas”.
Las diligencias instruidas y las personas investigadas han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Lorca (Murcia).