La atención a la salud mental es la gran damnificada del sistema público si atendemos a los recursos materiales y humanos que se invierten para su tratamiento. La situación en la Región de Murcia no difiere, en términos generales, de la que existe en el conjunto de España: falta de psicólogos y de psiquiatras, largas listas de espera o exceso de consumo de fármacos son los principales factores que dificultan que se ponga en marcha una asistencia en salud mental “integral y de calidad para todos”, como apunta Pilar Balanza, psicóloga clínica y portavoz del colectivo 'Marea Blanca-Región de Murcia'.
Con más de 25 años de experiencia como profesional, la portavoz de Marea Blanca señala los principales retos que tiene el Servicio Murciano de Salud (SMS) para conseguir que mejore la atención a este numeroso colectivo de enfermos. Como punto de partida, Pilar Balanza incide en un incremento de la inversión en personal cualificado que permita “la incorporación de más psicólogos clínicos, sobre todo en los centros de salud, para trabajar conjuntamente con los profesionales de Atención Primaria”, declara a eldiario.es. A este respecto, la Asociación Murciana de Psicólogos Clínicos y Residentes (Amupir) se pronunció recientemente para reivindicar la presencia de estos profesionales en la sanidad pública porque “aún son escasos en hospitales y centros de salud”, expresó la asociación en un comunicado.
La portavoz de Marea Blanca considera que reforzar la atención a la salud mental desde la Atención Primaria “es fundamental porque más de un tercio de los pacientes que atienden son por estas dolencias. Los médicos de Atención Primaria están desbordados y creemos que necesitan el apoyo de los psicólogos clínicos”, expone, al mismo tiempo que recuerda que ese fortalecimiento “ayudaría a mejorar los canales de comunicación entre el médico y los especialistas de la Red de Salud Mental para optimizar el seguimiento y tratamiento de los pacientes”.
Si bien en Europa hay 18 profesionales en salud mental por cada 100.000 habitantes, España posee 2,19 psicólogos clínicos, según los datos de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) y la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP). La Región de Murcia se asemeja a la realidad nacional y esta circunstancia provoca que se produzcan “listas de espera de hasta cuatro meses”, lamenta Pilar Balanza, que pone como ejemplo su propio caso como psicóloga clínica en un centro del Área de Salud VII (Murcia/Este): “Tengo un cupo de salud mental de unos 200 pacientes. Necesitamos más medios. No damos abasto”.
Otras zonas de la Región también presentan carencias de recursos y servicios, como el Área de Salud IV, que engloba a toda la Comarca del Noroeste de la Región de Murcia. En este sentido, el colectivo de la Marea Blanca continúa exigiendo al Gobierno regional que habilite una Unidad de Hospitalización Psiquiátrica para satisfacer las demandas de los municipios de Bullas, Calasparra, Caravaca, Cehegín y Moratalla: “Es absolutamente necesario, porque el centro más cercano de estas características es el Hospital Psiquiátrico Román Alberca, situado a 80 kilómetros de distancia”, argumentan los miembros del colectivo a este periódico.
Las listas de espera están propiciando que “los pacientes con recursos suficientes opten por la vía privada para someterse a un tratamiento de psicoterapia”, expresa la portavoz de 'Marea Blanca', que ejemplifica la tónica constante que sufren los pacientes de salud mental en Murcia: “Primero tienen que soportar unos cuatro meses para ser atendidos por especialistas y luego otros tres o cuatro meses para empezar la psicoterapia. Las familias que pueden permitírselo se van a las clínicas privadas”. Se debe actuar para que la psicoterapia deje de ser un lujo“.
La Salud Mental en la Región de Murcia
En una mesa redonda celebrada el 28 de marzo en el edificio Moneo bajo el título 'La Salud Mental en la Región de Murcia', las principales asociaciones especializadas han dado a conocer la situación del sistema sanitario y el estado de salud de los ciudadanos en la Región de Murcia desde el punto de vista de sus protagonistas: usuarios, profesionales, asociaciones y organizaciones.
Uno de los objetivos principales de este encuentro ha sido hacer un llamamiento a los poderes públicos para conseguir un Pacto para la Salud: “Vamos a unirnos para exigir este pacto”, ha exclamado Delia Topham (Federación Salud Mental de la Región de Murcia), mientras hacía referencia a los usuarios que han acudido a la conferencia para hablar de su situación en primera persona. “Es duro para ellos, pero son valientes. Tenemos que hacer ese pacto y poner sobre la mesa las medidas más urgentes para llevarlas a cabo”.
Por otra parte, Amanda Martínez Chacón (EAPN-RAIS Fundación) ha basado su intervención en mostrar cómo afecta la pobreza a la salud mental y ha destacado el papel del 'abordaje comunitario' para, con la colaboración de los servicios sociales, afrontar las distintas fases de los pacientes para garantizar que estos no sean víctimas de la exclusión social.
Para evolucionar en los tratamientos, Esperanza Parra, portavoz de los usuarios de la salud mental (Asociación Primera Persona ECOS), ha hecho referencia a la denominada 'contención mecánica' (atar de pies y manos a los pacientes) y ha propuesto a los políticos (en la sala estaban representantes del PSRM, Podemos, Cs, IU, Ahora Murcia y Somos Región) un cambio en la normativa para limitar estas prácticas porque son “inhumanas y retrógradas, que traumatizan a las personas que las sufren para siempre”. La portavoz también ha explicado que desde ECOS promueven actividades de socialización entre personas enfermas y no enfermas: “Abrir tu mente no te cerrará puertas”, ha recordado emocionada Esperanza Parra.
Entre los ponentes han subrayado que todavía todo lo que se refiere a salud mental sigue siendo un tema tabú y lamentan que esta situación relegue su atención en la agenda pública. “Invertir en salud mental es invertir en vida”, ha recordado Silvestre Martínez Benitez (AEN- Profesionales de la Salud Mental) y ha indicado que “una persona se suicida cada veinte segundos en el mundo”. Cabe destacar que en España fallecen diez personas al día por este motivo, unos 25.000 desde el año 2012.