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Los limpiadores de la Arrixaca reclaman pruebas de la COVID-19: “Somos invisibles”

Los limpiadores del Hospital Virgen de la Arrixaca exigen que se les haga test de anticuerpos de la COVID-19 al igual que al personal sanitario. “Somos unas 400 personas trabajando junto a una plantilla de sanitarios que pueden ser unos 3.000. El tener una plantilla sana de sanitarios y que no se controle a la de limpiadores es absurdo”, denuncia Carlos Martínez, encargado de la prevención de riesgos del servicio de limpieza.

“Nos movemos por el mismo entorno”, abunda Fina Sandoval, presidenta del Comité de Empresa del equipo de limpieza, “somos vectores de transmisión, si soy asintomática quiero saberlo”.

De acuerdo con Martínez y Sandoval, quien tendría que hacerles los test es TRAGSA, la empresa concesionaria del servicio de limpieza. “Dijeron que tenían problemas para conseguir los test”, asegura Sandoval. 

“Cuando descubrimos que el hospital iba a hacer test a sus trabajadores pedimos que nos incluyeran y después se arreglasen con nuestra empresa”, recuerdan desde prevención de riesgos. “Hasta ahora no hemos tenido respuesta del hospital. Hace dos semanas nos dijeron que lo verían, pero eso no es una respuesta”, subrayan.

Para Carlos Martínez el problema “viene de lejos”: “Somos una subcontrata. Esto es un servicio externo y se nos trata de forma diferente. Dependemos mucho de las condiciones en las que se encuentre la empresa concesionaria”, lamenta.

“Nunca nos han incluido en las reuniones a la hora de coordinar el servicio. Ellos toman sus decisiones sobre el equipo de limpieza y jamás se nos ha consultado a los de servicio de prevención de riesgos laborales”, asegura Martínez. “Tenemos 35 años de experiencia y nos han ignorado. Es más, cuando el hospital hace los simulacros de incendios, jamás se nos ha tenido en cuenta. Somos los invisibles”.

Ante la falta de respuesta tanto de la empresa concesionaria como del hospital, los trabajadores se han visto obligados a interponer una denuncia ante la inspección de trabajo: “A TRAGSA y al Servicio Murciano de Salud que es quien contrata a la empresa. Entendemos que tenemos que tener las mismas medidas de protección que los sanitarios y en base a esto hemos presentado la denuncia”, explica Martínez.

Los trabajadores denuncian que la falta de pruebas de anticuerpos es la gota que colmó el vaso de un trato que consideran “clasista”: “En estos dos meses se han cerrado las cafeterías, que eran nuestros espacios”, cuenta Martínez. “Nosotros en las salas comunes no tenemos acceso, se nos ha prohibido estos dos meses. La razón que nos dan es para que no nos mezclemos con el personal sanitario. Trabajo con ellos codo con codo, no tiene sentido”.

“El hecho de convivir con el coronavirus en el hospital ha hecho que recojamos residuos de tipo 3 que se supone que no tenemos que tocar. Como somos las últimas en salir los desinfectábamos como un favor”, afirma Sandoval. “Para nosotros los sanitarios son compañeros”, continúa Martínez, “no tenemos ningún problema con los trabajadores. El problema es con la dirección”.

La presidenta del comité de prensa lamenta que a los trabajadores se les de “mucha palmadita en la espalda. Desde dirección nos están dando las gracias, nos dicen que hacemos nuestro trabajo de diez, pero no tienen gestos con nosotros”.

De acuerdo con Martínez: “La plantilla se siente ofendida. No hemos dejado de asumir tareas y de trabajar porque estamos concienciados y es nuestro trabajo. Pero a la dirección la miramos de lado. Entendemos que no es justa con lo que hacemos”.