Salomé Recio lleva 28 años trabajando como maestra de infantil. Eso significa que cada tres cursos ve entrar por la puerta de su aula a un grupo nuevo de niños de 3 años que por primera vez tendrán que someterse a la rutina de un horario y a un espacio tan intimidante como un colegio, lleno de niños mayores, timbres para el recreo, pasillos largos y un montón de normas. A veces se nos olvida lo difícil y extraña que debe de ser una escuela para alguien que viene de estar toda la mañana jugando y rodeado de personas conocidas.
El Colegio Cierva Peñafiel de Murcia está enclavado en pleno centro y es un edificio que hace poco cumplió 100 años. Sin embargo, la clase de Salomé tiene dos pizarras digitales (la que le corresponde a su clase y la que ganó en un concurso de Telefónica), ordenador, tableta, letras, números y dinosaurios que caminan por el suelo. Salomé es también pedagoga y está terminando su tesis sobre cómo se usan las TIC en la región.
¿Cómo es tu clase? ¿Qué cosas necesitas para poder enseñar en Infantil?
El aula es pequeña y por eso todo tiene que estar muy ordenado. Tenemos un montón de materiales diferentes, todos etiquetados con letras grandes para que los niños las vayan reconociendo y siempre a su altura, para que puedan cogerlo sin problema. Las mesas están distribuidas para que los niños puedan trabajar en equipo o de manera individual según el proyecto. Lo que no utilizo nunca es mi mesa. El otro día le pedí a un alumno que dejara una cosa en la mesa de la maestra y me dijo. “pero si tú no tienes mesa”.
Infantil siempre ha sido una etapa muy manipulativa, pero los niños de ahora no son los de hace 30 años. No puedes pretender darle una muñeca y dos vestidos y que se pase una hora entretenido. A lo largo de mi carrera me he ido adaptando a los niños y tendré que seguir haciéndolo toda mi vida.
¿Cuándo empezaste a utilizar las TIC en el aula?
Desde hace 16 años, fui de las primeras, por eso luego me he dedicado a formar a otros. Soy una persona que no sabe estar quieta, necesito aprender y hacer cosas nuevas continuamente porque si no me aburro. Me gusta investigar. Incluso antes de conocer nuevas tecnologías, yo usaba materiales distintos a los habituales en una clase, me gusta dar rienda suelta a mi creatividad y a la de los niños. Porque sobre todo, te inspiran ellos. Puedes llevarlo planificado al milímetro y, de pronto, alguno de los niños dice algo, y es tan estupendo, que cambias todo el proyecto.
¿Qué metodología utilizas?
El método Salomé (se ríe). En serio. Casi todas las maestras de Infantil son Montessori, yo también. Y hace años que trabajo con la metodología de aprendizaje por proyectos. Lo hacía casi desde el principio sin saber que se le podía poner ese nombre. Luego te vas dando cuenta de que hay un marco teórico detrás y que, lo que hacías por intuición, está demostrado que científicamente es lo correcto. Lo que a mí me funciona son los proyectos surgidos de los propios intereses y conocimientos previos de los niños. Ellos deben ser siempre el centro.
Si yo me pasara toda la mañana con los niños rellenando fichas, aprendiendo una letra detrás de otra, dibujando con cuidado de no salirte de la línea de puntos… ellos se aburrirían y yo también. Mis niños escriben y leen desde los 4 años y si me preguntas qué método de lectoescritura utilizo, no sabría decirte: el método Salomé, lo que a lo largo de los años he visto que me va bien de unos métodos y de otros.
¿Antes de empezar el curso tienes definidos qué proyectos trabajarás con los niños?
Unos sí y otros no. Planifico dos o tres grandes proyectos al empezar el curso según la edad que me corresponde. El año pasado tenía claro que era el año del Greco y quería trabajar con él. Utilizo mucho el arte y el Greco es mi favorito. ¿Qué hice? Pues como en 3 años se trabaja el conocimiento del cuerpo humano, la cara, el retrato y autorretrato, lo trabajé con el Greco. El punto de partida son los contenidos que tienes que trabajar en 3 años y los superas con creces. No puedes decirle a un niño que solo va a aprender hasta el número 3 y el 4 ya no, sería absurdo. También he realizado un proyecto con Pedro Cano que me ha dado muchas satisfacciones.
¿Crees que es más fácil innovar en Infantil?
Supongo que sí. Tenemos a nuestro favor que ya de por sí infantil tiene una forma de trabajar más globalizada, no por asignaturas, y más manipulativa. En primaria no es imposible y hay mucha gente que lo está haciendo muy bien. Yo he trabajado en proyectos internivelares con una profesora de primaria en el Campo de Cartagena, Marina Cañizares. Lo primero que tiene que hacer una profesora de primaria que quiera trabajar por proyectos es cambiar la estructura de la clase. No puedes pretender crear un proyecto en el que los niños necesitan trabajar en grupo y que los pupitres sean individuales y estén alineados, por ejemplo.
Este año he planteado un proyecto en el que todo el centro hemos estamos trabajando. Aprovechando que tenemos la suerte de estar en un colegio céntrico, hemos visitado los monumentos más importantes de Murcia y hemos aprendido a través del patrimonio. Los alumnos han hecho fotos de cada una de sus visitas. Los míos fueron al casino, hicieron las fotos desde su punto de vista, de un niño de 4 años. Y ponen un pie de foto, el que quieren. Lo traducimos al inglés. Subimos fotos, texto y traducción al blog y de cada entrada creamos un código QR. Con eso hemos hecho luego un librito que se convierte en una guía turística de los mejores sitios de Murcia vista por los niños. Esto, ¿de qué área es?, ¿dónde lo metes? Pues en todas y en ninguna.
Es cuestión de darle la vuelta a todo y crear ilusión y, sobre todo, interés. En realidad el gran descubrimiento para mejorar la educación es algo obvio: que el niño debe ser el centro de todo.