En un nuevo episodio de la lucha encarnizada que mantienen por la hegemonía de la derecha, PP y Ciudadanos han escenificado este martes esa batalla teniendo como objetivo capitanear en frente contra un Gobierno de izquierdas en Navarra.
Pablo Casado y Albert Rivera han mantenido sendas reuniones con el líder de UPN, Javier Esparza, con el objetivo de firmar una declaración conjunta que, según confiesan fuentes populares, busca “meter más presión” al PSOE para que no gobierne la Comunidad foral con el apoyo de Geroa Bai y la abstención de EH Bildu.
La coalición Navarra Suma se resquebraja en Madrid mientras pierde influencia en Pamplona ante las negociaciones del PSN con el nacionalismo moderado de Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Esparza ha mantenido encuentros por separado y, después, tanto Rivera como Casado han comparecido por su cuenta, tratando de asegurarse la atención mediática para cada uno de los líderes políticos.
Unión del Pueblo Navarro, que tiene dos diputados en el Congreso, sigue dispuesta a abstenerse para facilitar la investidura de Pedro Sánchez si el PSOE renuncia a gobernar la Comunidad foral gracias a la abstención de EH Bildu, como le han pedido este martes por escrito los integrantes de Navarra Suma, la coalición con la que UPN, PP y Ciudadanos se presentaron a las elecciones generales el pasado 28 de abril en esta comunidad, informa Europa Press.
Así lo ha recordado el presidente del PP, Pablo Casado, tras suscribir con el líder de UPN, Javier Esparza, la Declaración por la dignidad de las instituciones navarras y españolas. El mismo texto había sido suscrito minutos antes por Esparza y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien no ha querido hacer un acto conjunto para la firma y ha comparecido solo ante la prensa.
En esa declaración los tres partidos insisten en que, aunque los socialistas lo nieguen, si la secretaria general del PSN, María Chivite, quiere ser la próxima presidenta de la Comunidad foral, tendrá que “negociar” de forma “pública” o “privada” la abstención de EH Bildu, porque “los amigos de los terroristas” no facilitarán “gratis” su investidura.
Los tres socios electorales sostienen en su texto que si se produce ese acuerdo será con el visto bueno de Sánchez y de Arnaldo Otegi y que sería “un pacto inmoral” porque no se puede tener a quienes no han condenado el terrorismo como interlocutores políticos.
“Si se permite ese acuerdo habrá ganadores y perdedores”, recalcan.
“Ganarán -aducen- los líderes del PSN-PSOE y sus ansias de poder a cualquier precio. Ganará el nacionalismo vasco, cuyo objetivo es que Navarra desaparezca como Comunidad foral y diferenciada dentro de España, para anexionarla a Euskadi y crear la llamada república vasca; y ganará EH Bildu, del que dependerán la gobernabilidad y el futuro de Navarra”.
Según PP, Ciudadados y UPN, si ese pacto se hace realidad los perderán la dignidad democrática, la decencia política, la confianza en las instituciones, las víctimas del terrorismo, el constitucionalismo y España.
Aún a tiempo de rectificar
Los tres firmantes remarcan que Sánchez todavía está “a tiempo” de impedir un pacto en Navarra “que satifaga a Otegi y condene a la indignidad al socialismo español” y que si no lo frena tendrá un comportamiento impropio de un presidente del Gobierno que le incapacita para poder representar al conjunto de los españoles“.
Por ello, PP, Cs y UPN se comprometen a no alcanzar “ningún tipo de acuerdo” con el PSOE si pacta “con los nacionalistas y los proetarras”. “No podemos permitir que se humille la dignidad de los españoles y de toda una Nación”, finaliza la declaración.
Casado, que ha comparecido ante la prensa junto a Esparza ha recordado que UPN, ha querido dejar “una mano tendida” a Sánchez animándole a “rectificar”. En concreto, le ha pedido que deje paso a un gobierno de Navarra Suma y cambio acepte la “generosa oferta” de UPN para que sus dos diputados, “bien a través de una abstención o bien de un acuerdo gobernabilidad” faciliten la investidura de Sánchez.
El líder del PP ha vuelto a bendecir esta fórmula insistiendo en que permitiría a Sánchez ser investido con los votos de Unidas Podemos, PNV, Compromís, el Partido Nacionalista de Cantabria y Navarra Suma (que reúnen 175 votos) y abriría la posibilidad de hablar con Coalición Canaria para que contribuyera a su elección. “Con todo eso Sánchez podría salir investido ¿Por qué rechaza esa posibilidad?”, se ha preguntado Casado.
Por contra, Rivera, que ha comparecido en solitario, ha pedido a Sánchez “que no convierta Navarra en una moneda de cambio” porque “no hay nada que negociar”. Se trata, a su juicio, de “una cuestión de Estado” y el presidente del Gobierno en funciones debería entender que su partido “no puede pactar con Batasuna para quitar el Gobierno de Navarra a una coalición constitucionalista”.
Rivera no quiso foto a tres
El líder de la formación naranja ha dicho a UPN que deben hacer todo lo posible para intentar formar gobierno antes del mes de agosto, cuando se acaba el plazo, y evitar así una repetición de los comicios. “Pedimos que esa coalición pueda gobernar”, ha dicho, pidiendo indirectamente la abstención del PSN.
Tanto PP como UPN han quitado importancia al hecho de que los tres integrantes de Navarra Suma no hayan protagonizado un acto conjunto de firma de esta declaración. Casado ha señalado que se ha hecho por separado por petición de Ciudadanos y ha remarcado que lo relevante es el contenido del texto y no las formas elegidas para su firma.
De su lado, Rivera ha evitado nombrar al PP y ha argumentado que no han hecho otra cosa que reproducir la fórmula elegida para suscribir su coalición electoral, que también se hizo por separado. Así, ha incidido en que Cs firmó ese acuerdo electoral únicamente con el partido navarro, no con los populares: “Miren el documento que firmamos y la coalición que presentamos”, ha dicho.