Contrapunto es el blog de opinión de eldiario.es/navarra. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de la sociedad navarra. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continua transformación.
Lo que no se evalúa se devalúa
Son fechas de ponerse a revisar el año que recién acaba. En muchos hogares, todavía se reúne la familia en torno a la icónica mesa camilla y colocan sobre la misma los diferentes recibos pagados. Entre ellos, los que se han saldado por pertenecer a clubes, sindicatos, asociaciones... Por ello, en el mes de enero se manifiesta una pronunciada baja de miembros a diferentes entidades sociales. En estas fechas las personas evalúan la utilidad de pertenecer a las mismas. Si no las han usado, se dan de baja.
En esta tesitura por evaluar y comparar, el Parlamento de Finlandia aprobó en diciembre un experimento sobre el salario social. Han elegido aleatoriamente a 2.000 personas desempleadas a las que asignará 560 euros al mes durante dos años de forma incondicionada. El propósito es analizar el impacto del empleo en estas personas. Se puede consultar su desarrollo en la página web de Instituto Social de Finlandia. El experimento comenzará el 1 de enero de 2017.
Sin duda, una buena medida que puede servir de acicate para que en nuestro entorno más próximo se imponga la evaluación de programas y políticas como algo usual; como una condición antes de implementar nuevas acciones. Además es una exigencia de gobernanza de la propia Unión Europea. La evaluación de las políticas públicas ha ido avanzando de manera notoria en los últimos años. Ante la necesidad de optimizar el gasto público, se ha hecho preciso verificar el logro de los objetivos. Las ventajas de evaluar el impacto que producen los diferentes programas son notorias. Conocer los resultados resulta fundamental no solo para tomar decisiones sino también para rendir cuentas ante la ciudadanía. Supone un proceso de mejora y de legitimidad. Se trata de entender la gestión pública como una estrategia general de proceso continuo cuyo objetivo es lograr un mejor desempeño y unos resultados demostrables.
En el terreno político también empezaremos el año con evaluaciones. De tal modo, que el PP, Podemos y Ciudadanos desarrollarán su congreso en febrero. Es decir convocarán a su afiliación para analizar la gestión realizada y sobre la misma proponer puntos de mejora y elegir responsables de llevar a cabo la dirección. Dichos partidos se evaluarán internamente tal como por dos veces la ciudadanía evaluó a los partidos en las elecciones generales.
Así pues, tiempo de balances. Tanto de las acciones personales como de las colectivas; tanto de las públicas y como de las políticas. La evaluación no es otra cosa que una estimación subjetiva en torno a indicadores objetivos. Por ello, me permito la recomendación de que en las mismas contemos con la razón pero también con el corazón. Introduzcamos el componente moral en nuestras estimaciones. No olvidemos que estamos en un mundo donde mucha gente el bien lo hace muy mal y el mal lo hace muy bien. Recordemos que estamos en una sociedad donde sobra la inteligencia y falta la honestidad. Por todo ello, antes de introducir la racionalidad evaluadora preguntémonos si la sociedad y nuestro entorno va bien; si ha aumentado o disminuido la pobreza y la exclusión; si la desigualdad se ha acrecentado, si la cohesión se ha debilitado. En fin, preguntémonos por las cosas que de verdad importan: ¿Somos felices y los que nos acompañan lo son?
Sobre este blog
Contrapunto es el blog de opinión de eldiario.es/navarra. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de la sociedad navarra. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continua transformación.