La Justicia confirma una pena de cuatro años de prisión por abusar de una niña de diez años en Pamplona

La Justicia navarra ha confirmado la condena a un hombre de 53 años por abusar sexualmente y de forma continuada a una menor de diez años. De esta manera, el condenado deberá ingresar en prisión para cumplir los cuatro años y un día que contempla la sentencia, además de tener que indemnizar con 9.000 euros a la víctima, a la que no podrá acercarse ni comunicarse con ella durante seis años. Además, una vez salga de prisión, el agresor estará bajo libertad vigilada durante cinco años más.

Así, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha ratificado la condena impuesta por la Audiencia Provincial en abril, cuando se le juzgó por realizar tocamientos a una amiga íntima de su hija, durante los años 2016 y 2017. Ambas niñas jugaban en el mismo equipo de balonmano, lo que permitió el acercamiento del condenado a la víctima, que denunció haber sufrido estas agresiones con frecuencia en tres situaciones concretas: al visitar la tienda de chucherías del agresor, al recogerla del entrenamiento para llevarla hasta su casa y al acompañarla hasta su domicilio a pie, momento que aprovechaba para agredirla en el ascensor.

La menor no dijo nada a sus padres hasta 2020, cuando contaba con catorce años, según ha informado el TSJN. Como consecuencia de estos hechos, la víctima presenta pensamientos intrusivos que le generan malestar psicológico, estado de nerviosismo, irritabilidad, sentimientos de tristeza y temor al estigma social, unos síntomas que, según la sentencia, sería conveniente tratar con apoyo psicológico.

Declaraciones serias y constantes por parte de la víctima

En cuanto a las pruebas de cargo, la Audiencia ya destacó que la declaración de la menor no contaba con exageraciones, sino que se limitó a narrar de forma concreta lo que recordaba con “total seguridad”. Su declaración, además, fue corroborada por el dictamen de la psicóloga forense, que valoró como “altamente creíble” el relato de la víctima, por el testimonio de su madre, amiga del agresor, y por unos mensajes de WhatsApp enviados por el condenado en los que venía a admitir los hechos y pedía perdón. En el juicio negó haber enviado los mensajes a la madre de la niña, pese a que durante la instrucción lo admitió.

La defensa recurrió la sentencia ante el TSJN, que finalmente ha resultado ratificada en su totalidad. Los magistrados consideran que la Audiencia Provincial expuso de forma “razonada y razonable” la valoración de la prueba practicada en su conjunto. Al respecto, la Sala de lo Civil y Penal coincide en calificar como “seria y constante” la declaración de la víctima, que además fue contrastada con la concurrencia de “muy diversas corroboraciones periféricas”.