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El nuevo alcalde de Pamplona recuerda al exministro Martín Villa antes de su visita que es una persona “non grata”

Rodrigo Saiz

Pamplona —
8 de febrero de 2024 16:41 h

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El nuevo Gobierno municipal de Pamplona, conformado por EH Bildu, Geroa Bai (PNV y Socialverdes) y Contigo/Zurekin (Podemos, IU y Batzarre) le ha recordado al exministro Martín Villa antes de su visita a la capital navarra que es una persona “no grata”. Quien fuera ministro del Interior cuando se produjeron durante los Sanfermines de 1978 las cargas policiales que acabaron con la vida del joven activista Germán Rodríguez acudirá este jueves a Pamplona para participar en la presentación de un libro de Jaime Ignacio del Burgo.

Los grupos que conforman el nuevo Ayuntamiento de Pamplona, encabezado por Joseba Asiron, han rechazado a través de una nota de prensa la participación de Martín Villa en la presentación de libro y le recuerdan que “desde 2019” es considerado 'persona non grata' en la ciudad tras un acuerdo del pleno municipal.

Los grupos destacan que Martín Villa “era el titular del Ministerio del Interior durante los trágicos sucesos de Sanfermines de 1978 y que ésta y otras responsabilidades le hicieron merecedor de petición de extradición para ser juzgado en la denominada Querella Argentina”.

Además del rechazo de los grupos que conforman el Gobierno municipal de Pamplona, la plataforma 'Sanfermines 78: gogoan!' ha convocado una concentración de protesta frente al hotel Tres Reyes, donde se celebrará la presentación de libro, para rechazar la presencia en Pamplona “de quien fue responsable político de la agresión policial” de las fiestas de San Fermín de 1978.

Los Sanfermines de 1978

Los Sanfermines rotos, como se conoce a los de 1978, dejaron en Pamplona a más de 150 personas heridas, 11 ellas de bala, además de un muerto: el joven activista político Germán Rodríguez, que durante los disturbios que siguieron a una intervención de la Policía en la plaza de toros de la capital navarra recibió un disparo efectuado por las Fuerzas de Seguridad de Estado y cayó abatido.

Fue unas horas antes, al finalizar la corrida de toros de ese día, cuando en la plaza comenzó la represión. Unos 50 jóvenes de las peñas saltaron a la arena con una pancarta que pedía: “¡Amnistía Total, Presoak Kalera, Sanfermines sin Presos!”. 40 miembros de la Policía Armada que custodiaban la plaza entraron en el recinto y comenzaron a cargar contra los tendidos con material antidisturbios: pelotas de goma y gases lacrimógenos. El público respondió a la violencia policial con el lanzamiento de botellas y almohadillas. Fue entonces cuando la Policía hizo uso de las armas de fuego, dejando cinco heridos de bala en el propio ruedo.

Horas más tarde, con la ciudad convertida en un escenario de batalla y revueltas, llena de barricadas y con manifestantes intentando asaltar el Gobierno Civil, las Brigadas Antidisturbios continuaban disparando con armas de fuego contra los alborotadores. Fue entonces cuando por la radio interna de la Policía se dio la orden de despejar la ciudad disparando a discreción: “Preparad todas las bocachas y tirad con todas las energías y lo más fuerte que podáis. No os importe matar”. Un mensaje claro y conciso que provocó que hacia las 22.15 de la noche Germán Rodríguez cayera muerto de un disparo en la frente en la en la confluencia entre las Avenidas de Carlos III y Roncesvalles, cerca de la plaza de toros de Pamplona. 43 años más tarde se desconoce todavía quién fue el autor del disparo y el tipo de arma que acabó con la vida del activista de 23 años.