Un nuevo ataque registrado a un rebaño de ovejas en la localidad de Isaba ha vuelto a poner en alerta a los pastores del Pirineo Navarra, que en julio ya advirtieron de la presencia de un plantígrado en el Valle del Roncal. En lo que va de año se han producido varios ataques a rebaños por parte de osos que han matado a varias ovejas y los pastores piden al Gobierno de Navarra más medidas de protección para sus animales.
Según las imágenes captadas por una cámara del Guarderío de Medio Ambiente, se cree que podría tratarse de Beroi, una cría de Sorita, una de las dos osas eslovenas, junto con Claverina, que el Gobierno francés liberó en el Pirineo en 2018 como parte de sus estrategia de recuperar la población de estos mamíferos en la cordillera. Sin embargo, los osos, que no entienden de divisiones administrativas, han encontrado en el lado de la frontera navarra un lugar mejor para vivir y, desde entonces, han matado a más de 40 ovejas en ataques a rebaños de pastores de los valles navarros. Esta situación llegó a estar a punto de provocar un incidente diplomático entre España y Francia.
Todos los ataques más recientes parecen estar protagonizados por el mismo ejemplar, Beroi, un plantígrado de unos tres años al que los guardas forestales sitúan entre el Pirineo navarro y aragonés. Fue avistado por última vez en julio en las inmediaciones de la localidad navarra de Garde, lo que llegó a alertar a los vecinos del municipio y ahora se busca ahora algún rastro que haya podido dejar el animal, como pelo, para realizar un análisis genético que permita identificarlo.
Tras este último ataque, que se suma a otro registrado en mayo, los ganaderos de la zona han pedido al Gobierno de Navarra que tome medidas para proteger a sus animales. Algunos piden incluso medidas para la expulsión de los osos del valle, cuestión descartan desde el Ejecutivo de María Chivite por tratarse de una especie en peligro de extinción y que cuenta con un plan de recuperación en la comunidad foral.
El Gobierno foral incluye en su 'Plan del Oso' varias medidas a las que pueden acogerse los ganaderos para la prevención de los ataques de estos animales, que incluyen una serie de ayudas económicas de la PAC para la instalación de vallados con cercados eléctricos, la colocación de geolocalizadores a los rebaños, la cesión de mastines para la protección del ganado o la contratación de pastores de refuerzo que ayuden en la vigilancia. Estas ayudas también incluyen indemnizaciones por daños de oso a ganados. Desde el Gobierno destacan que todos los ataques registrados desde el año 2020 han sido al rebaño de un mismo pastor que se ha negado a acogerse a este plan de medidas.
Según el último censo, en el Pirineo hay 83 osos, población que podría aumentar considerablemente en los próximos años (su número crece a un ritmo del 10-11% anualmente). Fue en 1996 cuando se decidió recuperar la población de plantígrados en la zona y en 2018 cuando se soltó a los dos ejemplares de osa eslovena en el lado francés. En las últimas décadas el número de cabezas de ovino se ha reducido casi un 30%, mientras que la población de osos ha ido en aumento.