La Comunidad Foral de Navarra, pese a ser uniprovincial está dividida en tres zonas lingüísticas si se tiene en cuenta la Ley Foral del Euskera basada en las lenguas en las que habla su población local, castellano y euskera: la zona vascófona, donde el castellano y el euskera son lenguas cooficiales y que incluye 64 pueblos del norte, la zona no vascófona, donde únicamente se reconoce a los ciudadanos el derecho a dirigirse en euskera a las Administraciones Públicas, con 110 municipios, y la mixta, en la que se encuentra Pamplona y en la que el castellano es la lengua oficial, aunque el euskera disfruta de un régimen especial para que se fomente y promueva su uso y que se compone de poco menos de 100 localidades. Este factor, junto con otras características propias de cada zona, hace que cada uno de los tres territorios tenga sus particularidades a la hora de votar.
Así, muchos municipios de la zona noroeste y norte de Navarra, en la zona de la muga con Euskadi, están gobernados por EH Bildu y Geroa Bai (coalición de Geroa Socialverdes, PNV e independientes), partidos que defienden acabar con la zonificación y convertir al euskera oficial en toda Navarra. En 2019, por ejemplo, en una de las localidades más grandes de la zona vascófona, Alsasua, ganó las elecciones municipales Geroa Bai con un 62,64% de los votos y 10 concejales, EH Bildu logró el 21,34% de los votos, consiguiendo los tres concejales restantes que componen el Ayuntamiento. Ninguna otra formación política logró representación. En el caso de las forales, tanto PSN como Navarra Suma (PP+UPN+Cs) lograron más votos que en las municipales, rondando cada uno el 10% del total, sin embargo, Geroa Bai logró la mayoría, con un 42%, mientras EH Bildu obtuvo cerca de 25%. En el caso de Baztan, valle con más de 7.700 habitantes, EH Bildu lleva ganando las elecciones municipales desde 2011 (previamente lo hizo Eusko Alkartasuna, partido que hoy en día forma parte de la coalición abertzale) y en 2019 logró el 48% de los votos y seis de los 13 concejales del Ayuntamiento. En el caso de las elecciones forales, recibió el 37,58% de los votos, frente al 30,42% que obtuvo Geroa Bai y el 19,08% de Navarra Suma.
En la zona mixta, donde se encuentran ciudades como Pamplona o Estella, Navarra Suma fue la fuerza más votada en las elecciones forales, superando un tercio de los votos en ambas. En el ámbito municipal, un Navarra Suma liderado por Enrique Maya logró 13 concejales y arrebató el Ayuntamiento de Pamplona al EH Bildu de Joseba Asiron, que logró siete ediles tras haber sido el primer alcalde no regionalista desde 1987, mientras que en Estella, Navarra Suma obtuvo siete concejales, muy seguido de EH Bildu, con seis.
No hay que dar por sentado que el votante euskaldun de Navarra vota a EH Bildu o a Geroa Bai
En el lado no vascófono, los municipios más grandes como Tudela o Castejón votaron en su mayoría a favor de Navarra Suma en el caso de las elecciones forales, con más de la mitad de los votos en el caso de Tudela y del 42% en el de Castejón. En las municipales, la lista más votada en Tudela fue la de Navarra Suma, con 11 concejales, seguida de Izquierda Unida, con siete. Geroa Bai no obtuvo ningún edil y EH Bildu no tuvo representación. En Castejón, la formación más votada en las elecciones municipales fue Izquierda Unida, con cinco concejales, seguida de los cuatro concejales de Navarra Suma, a la que superó por unas décimas, concretamente 37,90% de los votos de IU frente a los 37,34% de Navarra Suma.
A la hora de analizar los votos de las distintas zonas lingüísticas que componen Navarra, el consultor político Aner Ansorena destaca que “es importante diferenciar entre el euskaldun y el euskalzale”, es decir, el que sabe y vive en euskera y el que, aunque no lo hable con fluidez, defiende las políticas a favor de la lengua en Navarra. “Para algunos votantes es primordial a la hora de votar que entre las prioridades del partido político esté la intención de mejorar la salud del euskera en Navarra. En ese sentido, los mayores defensores del euskera son EH Bildu y Geroa Bai, aunque partidos como Contigo Navarra o el Partido Socialista buscan apoyar el euskera, a pesar de que no lo hagan de una forma tan activa como los otros”, sostiene el analista y director de la consultora de comunicación estratégica Hauda Comunicación.
Según aclara, “UPN también realiza una defensa del euskera y cuenta en sus filas con euskaldunes, pero no se puede decir que realice una defensa activa de la lengua”. Más allá de la zona del norte de Navarra, donde el 62,3% de la población y el 85,9% de la juventud es vascohablante, Ansorena explica que en la zona mixta, es en la que puede haber incluso “más defensores del euskera”. “Puede llegar a ser más defensor del euskera el votante de zona mixta que no sabe el idioma, que el que está en zona vascoparlante, porque cuando no tienes facilidad para aprender euskera o un entorno propicio para ello, en el momento en el que puedes lo defiendes mucho más, porque crees que es una necesidad. En el norte, al ser algo natural y normalizado, se puede dar más por sentado”, asevera.
Cada vez se relaciona menos el euskera con ETA y esto va a influir en cómo va a crecer EH Bildu no solamente en la zona norte, sino en zonas como la Cuenca de Pamplona, Sangüesa o Tafalla
A pesar de que la tendencia mayoritaria es que en los municipios vascófonos se vote a Geroa Bai o EH Bildu, Ansorena reconoce que es algo que “no tiene por qué darse siempre”. “No hay que dar por sentado que el votante euskaldun de Navarra vota a EH Bildu o a Geroa Bai, UPN recibe voto de la zona norte, de personas euskaldunes y que están a favor del euskera. También el Partido Socialista y Contigo Navarra, porque hay personas que si bien consideran que el euskera es importante, no lo consideran tan primordial como otras cuestiones que les hacen votar a estos partidos”, detalla.
“Se está naturalizando y normalizando el euskera, se ve que es algo positivo para Navarra y los partidos políticos se han dado cuenta de ello. El uso del euskera ya no está tan politizado y ya son pocas las personas que relacionan el euskera con ETA, que es algo que históricamente se ha hecho tanto en Navarra como en otros puntos del país. Es importante fijarse en esta cuestión para ver qué resultado van a tener cada una de las formaciones. Esta normalización va a influir, sobre todo, en cómo va a crecer EH Bildu no solamente en la zona norte, que es el lugar en el que se siente cómodo, sino en zonas como Iruñerria (Cuenca de Pamplona), Sangüesa o Tafalla”, asegura el analista.
¿Qué costo político tiene mostrarse a favor o en contra de que más municipios cuenten con el euskera como lengua oficial? En este sentido, el pasado febrero el Parlamento de Navarra rechazó, con los votos de Navarra Suma y PSN una proposición de ley que pretendía modificar la Ley Foral del Euskera para posibilitar la inclusión de Mañeru en la zona mixta, algo que desde el Ayuntamiento de la localidad se lleva tiempo exigiendo, debido a que alegan que la mayoría de los alumnos, el 64%, está matriculado en la escuela pública de Puente la Reina estudia en euskera, en el modelo D. “Por esta razón, se puede llegar a entender que las fuerzas contrarias a esta inclusión pueden llegar a sufrir un bajón en esas zonas, hay que estar muy atentos a lo que pueda pasar, porque el tema de la Educación, los modelos lingüísticos en el sistema educativo y la normalización del euskera son cuestiones que tienen muy en cuenta este tipo de votantes”, explica.
En el caso de Pamplona, más que la defensa del euskera, Ansorena cree que a la hora de que un votante se decante por un partido u otro se encuentra el hecho de que existen dos bloques: uno, formado por EH Bildu a la cabeza y otro liderado por UPN. “Esto no significa que vayan a ir en solitario. Es importante que lleguen a acuerdos. UPN y el PP van a tener que acordar, por lo que veríamos un Navarra Suma, aunque ya no lleve ese nombre y EH Bildu va a tener que gobernar con Geroa Bai y Contigo Navarra. Está claro que la llave la va a tener el Partido Socialista tanto en Pamplona, como en muchos municipios grandes como Valle de Egüés, Zizur Mayor o Berriozar”, concluye.
Uxue Barkos, de Geroa Bai y candidata ahora de nuevo, elevó el euskera al estatus de lengua institucional en su etapa como presidenta (2015 a 2019). María Chivite, del sur de la comunidad foral, asegura estar introduciendo más el euskera en sus actos institucionales, pero su visibilidad es mucho menor que la que le dan cargos no vascohablantes en Álava, por ejemplo. Por su parte, la candidata de Contigo Navarra, Begoña Alfaro, lamentó en la visita de Yolanda Díaz no tener más soltura en el idioma.