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El asilo en Navarra, una vía minoritaria por la que se han informado menos de 150 personas desde 2013

Garikoitz Montañés

¿Qué opciones tiene una persona de solicitar el asilo? ¿A dónde debe acudir? Estas son algunas de las dudas que, en el caso de Navarra, atiende Cruz Roja Navarra. La entidad ha gestionado, desde 2013, alrededor de 134 consultas por este tema o similares. Un dato que confirma que el recurso a esta vía aún es minoritario y cuya respuesta, si finalmente obtienen ese asilo o no, depende en cualquier caso del Gobierno central. En el Estado, durante el pasado año 2014, apenas se llegaron a las 6.000 solicitudes de protección internacional, cifra que supone el 0,95% de las estudiadas en el conjunto de la Unión Europea, muy lejos de las decenas de miles de solicitudes que llegaron a países como Alemania, Francia o Italia. En estos últimos ejercicios, la mayoría de estas consultas en la Comunidad Foral, y especialmente desde 2014, han sido de familias ucranianas.

En 2013 hubo 20 personas atendidas, en 2014 alrededor de 90 y, hasta abril de 2015, otras 24. Este año ha habido incluso tres acogidas de urgencia, a través por ejemplo de servicios como una pensión, a la espera de que pudieran ingresar de un centro de acogida, porque Navarra carece de uno. Se trató de un matrimonio colombiano y de dos familias ucranianas con menores.

¿Cómo es ese proceso? La clave para ser reconocido como persona refugiada es, según precisó ACNUR esta semana (algo que también ha generado debate, por su diferenciación con quienes migran por cuestiones económicas), que la persona sea perseguida en su país de origen por cuestiones como la raza, su religión, la nacionalidad, pertenencia a grupo social, el género, su orientación sexual o su opinión política, y que se encuentre fuera de su país.

La ONG CEAR-Euskadi (Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi) es otra de las entidades que gestionan este tipo de procedimientos, en este caso desde el País Vasco. El coordinador de sus servicios jurídicos, Javier Canivell, explica que la figura del asilo está recogida en la ley 12/2009 (aún sin desarrollo reglamentario, a pesar de haber transcurrido sobradamente el plazo de seis meses para ello previsto en octubre de 2009), que regula el derecho al asilo y la protección subsidiaria. La solicitud de protección internacional puede hacerse en la frontera o, ya dentro del España, en la Oficina de Asilo y Refugio, sita en Madrid, o en las Brigadas Provinciales de Extranjería y Documentación (Policía Nacional), como ocurre en el caso de Navarra.

Paso a paso

Entre la presentación de ese expediente, si no es rechazada en el breve plazo de un mes previsto para admitirla o inadmitirla a trámite, la petición es estudiada, y el proceso puede durar desde alrededor de un año, según estima Canivell, hasta los más de cinco que algunas tardan en resolverse. Durante ese proceso, la persona solicitante no puede ser devuelta a su país, pero, ante tanta espera, según denuncia este representante de CEAR, es frecuente que las personas demandantes sufran incertidumbre y desasosiego.

Por otro lado, CEAR Euskadi viene demandando que la UE desarrolle una política de asilo y migración que priorice a las personas y los Derechos Humanos, que se habiliten medios y vías legales y seguras (reasentamiento, asilo en embajadas, visados humanitarios...) que garanticen el derecho de asilo, al tiempo que se ponga en marcha una operación de rescate y salvamento que evite más muertes en el Mediterráneo. Y, finalmente, que se aborde con seriedad las causas que en origen provocan los desplazamientos forzados.

En 2014, por ejemplo, según los datos recogidos por la Oficina Europea de Estadística, Eurostat, 185.000 personas fueron reconocidas en la Unión Europea como beneficiarias de asilo, o bien de otra modalidad de protección internacional. La mayoría procedían de Siria y Eritrea. España otorgó protección únicamente a 1.600 personas (y, de ellas, 385 como refugiadas). El año anterior, en cualquier caso, fueron 555. La clave de este reconocimiento como persona refugiada es que permite, entre otras cuestiones, una autorización de residencia durante cinco años que, además, permite trabajar por cuenta propia o ajena.

¿Un centro de acogida en Navarra?

Estas son algunas de las explicaciones que pueden obtenerse, en el caso de Navarra, a través de Cruz Roja. La entidad gestiona este servicio desde hace más de tres décadas. En concreto, las primeras familias que solicitaron esta información en la Comunidad Foral procedían de Vietnam. El presupuesto de funcionamiento es de alrededor de 30.000 euros anuales. Sin embargo, ahora solo ha funcionado hasta abril después de que, según confirman desde Cruz Roja Española, la entidad centrara sus fondos (obtiene partidas por parte del Ministerio de Empleo) en los centros de acogida.

Ahora, con el compromiso del Ministerio de Empleo de destinar más recursos ante la crisis humanitaria de Siria, se espera por fin retomar este servicio como se venía prestando. Cruz Roja baraja incluso habilitar un centro de acogida en la Comunidad Foral, de menor tamaño en cualquier caso que los ahora disponibles en capitales de mayor tamaño o en provincias costeras.

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