El Gobierno de Navarra se ofrece a acoger personas refugiadas tras criticar la respuesta estatal
El Gobierno de Navarra se ha ofrecido para estudiar, junto a la Agencia de la ONU para refugiados (ACNUR), la posibilidad de acoger personas procedentes de Líbano o de otros países limítrofes al conflicto sirio. El Ejecutivo considera que las instituciones deben asumir su “responsabilidad” ante esta crisis, por lo que abre esta puerta para colaborar con la Comisión Europea y el Gobierno central.
Este anuncio del Ejecutivo, una nueva llamada de atención al Gobierno central, se produce un día después de que el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (EH Bildu), asegurara que su voluntad es sumarse a la propuesta de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de ciudades refugio. Este tema, de hecho, se abordará hoy en el pleno municipal.
El Gobierno navarro, por su parte, ha asegurado a través de un comunicado que “todas estas personas, junto con las que pudieran llegar a Navarra a través del cupo asumido por el Estado, serán convenientemente atendidas por los dispositivos asistenciales de acuerdo con la legislación vigente y los compromisos internacionales”. El Ejecutivo considera que, en la situación actual, “se están poniendo en cuestión algunos de los valores más básicos sobre los que se asienta la propia construcción europea: el derecho de libre circulación, la solidaridad entre sus miembros, la búsqueda de la paz, el compromiso con la promoción de la democracia y el respeto a los valores humanos”.
Críticas al Gobierno central
Y, de hecho, lamenta que la respuesta de algunas instituciones “no ha estado a la altura” de la gravedad de los conflictos que se producen “a las puertas de Europa”. En concreto, el Ejecutivo ha cargado contra la actitud del Gobierno español (el polémico regateo de las personas acogidas) y ha asegurado que no es el sentir mayoritario de “los pueblos que convivimos en el conjunto del Estado”.
“No se trata ahora de hablar de la política de regulación de la migración económica, que presenta otras dimensiones y otra dinámica más estructural, sino de una cuestión de asilo y refugio, un compromiso básico de las sociedades democráticas en la protección de los derechos humanos más fundamentales, un compromiso fuertemente asentado en la legislación internacional”, ha concluido.