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Los restos de once personas fusiladas y no identificadas serán enterrados el viernes en el panteón civil de Pamplona

EUROPA PRESS

PAMPLONA —

Se trata de restos cuya identificación no ha sido posible y que por tanto no han podido ser entregados a sus familiares, según ha informado la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra.

Los restos serán inhumados en el panteón civil de Pamplona, en el que será el primer enterramiento que se realizará tras el convenio de colaboración firmado recientemente entre el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Javier Morrás, y el alcalde de Pamplona, Enrique Maya.

Según el convenio firmado, el Gobierno de Navarra pondrá a disposición del Ayuntamiento de Pamplona los restos humanos procedentes de las exhumaciones de fosas comunes que no hayan podido ser identificados ni reclamados por sus familiares.

Asimismo, facilitará junto con los restos toda la información relevante sobre ellos, es decir, las características del lugar de donde proceden, los datos científicos y las circunstancias conocidas de su muerte.

Se dará sepultura a los restos de manera individual y garantizando una identificación que permita su localización posterior, en caso de que fuera necesario.

En cuanto a los costes, el Gobierno de Navarra asumirá el de los traslados de los restos hasta el cementerio pamplonés y el ayuntamiento el del enterramiento, que será realizado con personal municipal.

Cualquier gasto que pudiera surgir de forma extraordinaria será asumido por el Ejecutivo foral. El panteón construido para esta finalidad es propiedad del Ayuntamiento de Pamplona. Cuenta con capacidad para 60 restos y está realizado en hormigón armado y revestido con piedra maciza de granito negro. En él se recoge una mención a las personas asesinadas en Navarra durante la Guerra Civil y el franquismo y que han sido recuperadas de fosas comunes.

La Asociación de Familiares de Fusilados ha invitado a la población en general a asistir a las 11 horas a este acto de “justicia, reparación, reconocimiento y dignidad hacia estas once víctimas, y que no se puede dar por finalizado hasta poner nombre a sus restos”.

Seis de los once restos recuperados proceden de una fosa en terreno cultivable en el término municipal de Antxoritz, otros dos del exterior del cementerio de Añézcar, dos más del exterior del cementerio de Oteiza de Berrioplano y el último del cementerio de Ripa. Fueron recuperados en intervenciones realizadas entre los años 2010 y 2012.