Los porcentajes de Koxka, parecen haberse dado la vuelta. Si, ante el inicio del concurso de acreedores de esta firma dedicada a la fabricación de mobiliario industrial de frío, tanto representantes de la plantilla como de los proveedores recordaban las escasas posibilidades de que el concurso fuera declarado culpable (algo que, según expertos en Ley Concursal, ocurre en apenas el 5% o 10% de los casos), ahora, una vez logrado que la Administración Concursal lo dictamine así, fuentes de ambas partes consideran ahora lógico que la Fiscalía siga adelante con este proceso e investigue al detalle qué sucedió para que la planta, radicada en el polígono pamplonés de Landaben (Kobol, por su parte, asociada a Koxka, se ubica en Peralta) y fundada en 1966, acudiera desde septiembre de 2014 al concurso de acreedores. Tanto miembros de la plantilla como representantes de 90 proveedores denunciaron que esta situación se debe a la supuesta mala praxis de los últimos responsables de la planta, el fondo de inversión estadounidense AIAC, y se reafirman en que hubo facturas por asesoramientos no realizados, pagos a cargo de la empresa para personas ajenas a ella, gastos en hoteles de lujo y, en general, la sensación de que se “expolió”, con esas palabras, a la firma.
Y, tras estas acusaciones, la Administración Concursal, a cargo de la firma EVE, ha decidido considerar el concurso culpable, según confirman fuentes de la firma. Esta medida puede suponer, según publicó este fin de semana Diario de Noticias, la reclamación de 8,8 millones a los exgestores de la firma y la inhabilitación de los responsables durante 15 años, un paso que ahora tendrá que ser ratificado por el Ministerio Fiscal (que también puede abrir la vía penal), antes de llegar a la titular del Juzgado de lo Mercantil, que, si todo sigue adelante, podría celebrar una vista entre las diferentes partes. Fuentes vinculadas al proceso calculan que estos avances podrían tardar entre cuatro y seis meses. A la hora de cobrar ese importe, si llega a producirse, en principio la Seguridad Social y la plantilla tendrían prioridad y, después, los bancos y otros acreedores.
Desde las pequeñas empresas que proveían a Koxka calcularon que ya se les debían, en conjunto, alrededor de 16 millones de euros. Fernando Viedma, director gerente de Fevimax Logística, una de esas 90 firmas, ve difícil lograr algo del dinero reclamado, pero cree que con el paso dado por el administrador concursal se ha logrado “una victoria moral”: “Es verdad que los casos de concurso culpable se cuentan con los dedos de una mano, pero esta vez creo que está claro que robaron descaradamente. No sé si, por trabajar desde Francia o Dubai, les importaba un pepino justificar esos gastos y les parecía que no pasaba nada. Pero han dejado huellas de todo ello”.
En esa alegación de las empresas proveedoras, se destaca que, desde que AIAC tomó las riendas de la empresa (a finales de 2010), y especialmente desde finales de 2013, la deuda con los proveedores se disparó, pasando de 463.578 euros en octubre de 2013 a, en los dos meses siguientes, superar los 1,74 millones. Y más aún durante 2014, hasta llegar a los niveles actuales.
Representantes de la plantilla (en la actualidad, son más de 185 personas) y de los sindicatos CCOO, UGT e Independientes, por su parte, presentaron otra alegación en la que también piden el concurso culpable. Y, en este caso, y tras acceder a la contabilidad de la empresa, concretaron aún más esa presunta mala praxis de los ahora exresponsables de la compañía: señalaron gastos en hoteles de lujo, en una clínica de fertilidad, en centros de fisioterapia, transferencias nada claras y, en definitiva, un supuesto uso indebido de las cuentas y presunta apropiación indebida.
Un proceso “encauzado”
La decisión de la Administración Concursal supone un espaldarazo a estas acusaciones, de ahí que fuentes de la plantilla se muestren esperanzadas ante el transcurso del proceso. “Todo lo que hemos denunciado estaba aprobado, las transferencias, los gastos… Hay e-mails y vistos buenos para aprobarlo todo, por eso hay constancia de ello”, aseguran. Mientras, otro de los trabajadores considera que este paso deja “encauzada” la investigación.
Y, con todo, el concurso sigue delante de forma paralela. Sobre la mesa figuran dos ofertas para continuar con la producción, una de ellas sobre Koxka (representada por miembros de la plantilla) y otra, para Koxka y Kobol (con antiguos manos intermedios de la firma y un inversor). Desde la plantilla creen que, en el caso de lograrse la culpabilidad de AIAC, se lavará la imagen de la planta y de su plantilla, que, pese a todo, sigue convencida de que la producción es viable.