Rarezas y otras obsesiones en torno a John Lennon
“La culpa de todo no la tenía Yoko Ono”. Amaiur Elizari (Pamplona, 1987) empieza con esta frase, que apela a los conocimientos que cualquiera puede tener de los Beatles en general y de John Lennon en particular, para arrancar su primer libro, Los 9 de John Lennon. En esta obra, sin embargo, este periodista navarro ha pretendido investigar en el lado más desconocido, si puede haberlo, de este mito. Ahora que se cumplen 75 años del nacimiento de Lennon y 35 de su asesinato, aquel 8 de diciembre de 1980, tras los disparos realizados por Mark David Chapman a las puertas del edificio Dakota de Nueva York, Elizari reúne fondos para poder publicar esta obra, en la que repasa el lado oscuro del artista, desde su interés por lo esotérico y los extraterrestres a su relación con Yoko Ono, de las razones por las que nunca se volvieron a juntar los cuatro de Liverpool a su obsesión con el número nueve.
Porque Los 9 de John Lennon tiene mucho que ver con las obsesiones. La principal, la del propio Elizari, que ni siquiera había nacido cuando Lennon perdió la vida cerca de Central Park, allí donde ahora una pequeña plaza circular le rinde homenaje y, constantemente, se escucha cantar las canciones (generalmente, en clave pacifista) de Lennon. Este periodista, ahora redactor del magazine Más Madrid de Telemadrid, recuerda que a los nueve años se quedó “hipnotizado” tras escuchar Imagine en un recopilatorio comprado por su padre y, simplemente, quiso saber más. De los Beatles, la música de los años 60 y 70, del brit pop y, sobre todo, de John Lennon.
Después, a través un programa de Iker Jiménez, conoció la biografía que había escrito sobre Bruce Lee Marcos Ocaña Rizo (Madrid, 1974), un profesor de Educación Física que investigó sobre el mito de su niñez. Elizari se preguntó por qué no un fan podría recopilar información y publicar el libro “que, sin pecar de soberbia, a mí me habría gustado leer”, y así surgió el proyecto. No se trataba tanto de indagar en el lado artístico y más conocido de Lennon, sino de buscar en aquellas historias a veces puestas en cuestión, en las que pueden rozar la leyenda por su extrañeza. Como los supuestos intereses de la CIA en la muerte de Lennon, su presunto avistamiento de un ovni, el viaje de Yoko Ono al Amazonas para lograr poderes psíquicos, la pasión del artista por la astrología…
Muchas de esas historias, admite el autor, suenan a inventadas. Ocurre, a menudo, con aquello que tiene que ver con “lo fantástico”. “Se suele decir con este tipo de cuestiones que se está fantasmeando, pero yo solo quería reunir información, e ir algo a contracorriente”. Porque, para alguien que ya conoce las biografías oficiales, aquellas que cuentan con el visto bueno de Yoko Ono, la oportunidad de investigar en otra cara del genio era apasionante, y más en los diez años anteriores a su muerte. Y, por eso, Elizari se basó en libros a veces cuestionados y muchos centrados en teorías de la conspiración, como Nowhere man: the final days of John Lennon (Robert Rosen), The Lives of John Lennon (Albert Goldman), Gimme some Truth: The John Lennon FBI Files (Jon Wiener) o Who killed John Lennon? (Fenton Bresler). Lo siguiente fue indagar en la Biblioteca Nacional de Madrid, en entrevistas al cantante en Youtube y en artículos de época de Newsweek o Rolling Stone.
La búsqueda de mecenas
¿Qué grado de verdad hay entre tanta información? Elizari sabe que se expone a la opinión, como siempre ocurre al escribir un libro, pero más al centrarse en un personaje acompañado por tantos seguidores: “O me crucifican o les entran ganas de investigar más. Pero a quien tenga un conocimiento estándar de Lennon, creo que le puede interesar”.
El libro, de la editorial Libros.com, afronta ahora una campaña de crowdfunding para intentar ganar apoyos que lo hagan realidad. El objetivo era conseguir 150 mecenas en un mes y, en los cinco primeros días de campaña, reunió cerca de 70 (las aportaciones van de los 6 a los 99 euros y vienen acompañadas de diversos packs y regalos). Elizari, que empezó el libro hace ahora un año, lo terminó en diciembre de 2014 y, desde entonces, sigue puliendo la versión beta a la espera de que, por fin, salga a la luz. Es su particular cesión a una obsesión, a un artista que, en su opinión, “fue un genio, y muchos genios están algo chalados. Yo lo veo como un Quijote de la época, y no lo digo como algo peyorativo. Igual la gente piensa que tengo una pedrada, pero creo que vino al mundo para dar un mensaje y hacerlo algo mejor”.