La portada de mañana
Acceder
Dos correos tumban la tesis del PP: la Confederación del Júcar avisó del peligro
El cortafuegos de Mazón: dos conselleras en la puerta de salida
Opinión - Rompamos el tabú: hablemos de decrecimiento. Por Neus Tomàs

“Las tensiones internas de Podemos afectan a Aranzadi; no ayudan para nada”

La agrupación de electores Aranzadi afronta, del 29 al 31 de marzo, la elección de sus listas para las próximas elecciones municipales. Un total de 14 personas optan a ellas, algunas vinculadas a Podemos. Sin embargo, desde esta iniciativa insisten en que es a título individual, sin atender a lógicas de partido. Esta peculiaridad, y sobre todo el hecho de que al ser una agrupación de electores tendrán que recabar 3.000 firmas de apoyo para poder presentarse a los comicios, ha generado recelos en el Consejo Ciudadano de Podemos Pamplona, que también este domingo decidirá si apoya a Aranzadi en la cita con las urnas o bien al reciente partido instrumental conformado por miembros del Consejo Ciudadano de Podemos Pamplona, Cambiar Pamplona es posible.

Si ya antes buena parte de la labor de Aranzadi consistía en explicar en qué consiste este movimiento, su afán municipalista y que no es una mera herramienta de Podemos, ahora la confusión ha aumentado. De ahí que la portavoz de Aranzadi, Paz Francés (investigadora de la UPNA, profesora de Derecho Penal e integrante del colectivo en defensa de las personas presas y sus familiares Salhaketa), explique en qué consiste la agrupación, cuáles son sus retos, a quiénes está vinculada la entidad y cómo puede afectarles esta “división” de Podemos Pamplona.

¿Aranzadi es en Pamplona lo que Ganemos representa en otras ciudades?

Exacto.

Entonces, ¿no es lógico que se vea a Aranzadi como un instrumento de Podemos para presentarse a las municipales?

No. Porque igual que hay personas de Podemos aquí, también hay quien lleva mucho tiempo trabajando por el municipalismo, por esa idea de que desde lo cercano podía hacerse presión para lograr cambios. En ese grupo motor había muchas personas de diferentes movimientos sociales, muy variopintos. Aranzadi es una agrupación de electores que busca la confluencia, con formas y estilos diferentes a los que se han hecho esta ahora, queremos ser esa chipa del cambio. Y está Podemos, EQUO, se invitó a Izquierda Unida, a Batzarre…

… ¿Y está presente la izquierda abertzale?

No hay nadie, no.

Pero, al hablar de confluencia, sí se puede lograr un entendimiento con EH Bildu.

Sí. En nuestra primera ronda de contactos para organizar una asamblea, hablamos con todas aquellas fuerzas que no estuvieran relacionadas con el bipartidismo o con lo que nosotros hemos considerado la casta [UPN, PSN y PPN]. Y en Bildu dijeron que ya tenían a su candidato [Joseba Asirón], un programa y que no estaban en esto aunque les pareciera una iniciativa oportuna.

Izquierda-Ezkerra ha criticado el proceso de Aranzadi, y miembros del Consejo Ciudadano de Podemos Pamplona han presentado esta semana un partido instrumental, Cambiar Pamplona. ¿En qué situación deja eso a Aranzadi? ¿No hay demasiadas tensiones entre quienes desean promover el cambio?

Podemos Navarra y Podemos Pamplona están divididos desde hace tiempo, pero eso son cuestiones internas de ellos y por eso tampoco quiero hacer mucha mención. Su debate interno está afectando a Aranzadi, y por ejemplo dentro del Consejo Ciudadano de Pamplona hay diferencias sobre Aranzadi. Parece que la razón principal es que somos una agrupación de electores y no una coalición de partidos, y conseguir esos 3.000 avales [como exige a una agrupación de electores, teniendo en cuenta la población de Pamplona, la Ley Orgánica Electoral del Régimen Electoral General] lo ven muy difícil y que, por tanto, podemos desaprovechar una oportunidad histórica. Nuestra situación es incómoda, no nos queremos meter en cuestiones de Podemos, pero van a decidir sobre nosotros.

Obviamente, que Aranzadi cuente con el apoyo de Podemos o no plantea dos escenarios muy diferentes. Uno es un espaldarazo y, de la otra forma, se plantea una incógnita.

Sí, podríamos tener un respaldo importante de todas formas, pero es verdad. Nosotros queríamos representar esa parte de los movimientos sociales y lograr una confluencia…

¿Estas tensiones internas no fomentan la idea de que votar a otras formaciones diferentes a las ya conocidas es ir a la aventura?

Esas tensiones internas nos afectan, es verdad. Desde luego que todo esto no favorece para nada, sobre todo a la ciudadanía que no está presente en todo lo que ocurre.

¿3.000 avales no son una frontera importante?

Para nosotros, no. Estamos con ganas. Al final, no estás diciendo a la gente que te vote, solo que puedas estar en las elecciones.

¿Qué pasa si Podemos decide apoyar a Cambiar Pamplona?

Eso lo tendrá que decidir la asamblea de Aranzadi. Nosotros ya dijimos que si Podemos se presentaba a las elecciones municipales nosotros no concurriríamos. Lo que pasa es que no sabemos si Cambiar Pamplona es Podemos o no. Y, entonces, ¿vamos a tirar a la basura todo el trabajo realizado?

Ahora mismo, ¿cree que Aranzadi estará en las papeletas?

Sí, creo que sí.

Tras todo lo ocurrido, ¿no queda la sensación de que el enemigo está en casa? ¿Cómo se va a lograr el cambio si entre quienes desean promoverlo no hay acuerdos?

No me gusta nada hablar de amigos y enemigos. Ese tipo de enfrentamiento, esa forma de hablar de guerra en política, es algo que queremos que desaparezca. Dicho esto, puedo decir que también nosotras estamos sorprendidas de ciertas cosas. No queremos pagar peajes ni ceder terreno en lo que consideramos importante. No entiendo, por ejemplo, que Izquierda-Ezkerra no esté aquí, y tampoco los problemas que está habiendo en Podemos. Por eso me reafirmo en que las personas que no llevamos muchos años en política tenemos que estar. Queremos servir a la ciudadanía, y no mantenernos en nuestro escaño.