- El PSN, que estuvo presente en el acto de reparación organizado por el Ejecutivo, dice ahora que lo rechaza “si equipara víctimas”
Arrecia el temporal político desatado en torno al acto de reconocimiento y reparación de las víctimas de la extrema derecha y funcionarios del Estado celebrado el sábado con la presidenta Barkos como anfitriona. UPN y PP, que anunciaron su ausencia en la ceremonia oficial con días de antelación, acusan a la presidenta de haber organizado un acto de homenaje a familiares de miembros de ETA. El PSN, que sí envió representantes a la ceremonia, dice ahora que si el evento “equipara víctimas”, los socialistas lo “rechazan de plano”. Y las fuerzas del cuatripartito, que han manifestado al unísono su satisfacción porque consideran que el homenaje era adecuado y necesario, mantienen que fue un acto de carácter “simbólico y genérico”, y que el reconocimiento y la reparación no se concretaron en ninguna víctima, sino en el colectivo que forman las personas que sufrieron violencia por motivación política.
La ley foral que ampara la organización de este homenaje está parcialmente recurrida ante el Tribunal Constitucional, instancia que no permite elaborar un “censo” de víctimas por motivación política. Por esta razón, el Gobierno no diseñó un elenco de homenajeados que pudieran recibir oficialmente la condición de víctimas, sino que se limitó a invitar a una serie de personas cuya identidad y vinculación con el acto no ha difundido.
En la ceremonia, además de la presidenta Barkos, tomaron la palabra en representación de los homenajeados la hermana de Mikel Zabalza, los hermanos de José Miguel Etxeberría ‘Naparra’, y el hermano de Germán Rodríguez. Leyeron un texto en el que denuncian haber sufrido “la más ilegítima de las violencias” y con el que reclamaron que se investigue lo sucedido con sus familiares y se depuren responsabilidades. El texto está además suscrito por otras diez familias que han sufrido violencia por motivación política. Y, entre ellas, firman el texto las familias de los presuntos miembros de ETA Mikel Castillo, Ángel Gurmindo y Iosu Zabala.
UPN, soliviantada
La presencia de estas familias en el homenaje ha soliviantado los ánimos de UPN. “¿Hubo familias de miembros de ETA en ese acto? Sí. ¿Esas familias firmaron una declaración que se leyó públicamente? Sí. ¿Esas familias se sintieron parte del homenaje? Sí. Todo lo demás sobra”, ha resumido el portavoz regionalista, Javier Esparza. Tras acusar a la presidenta Barkos de “ser cada día más radical”, Esparza ha añadido que la presidenta “debería exigir a Bildu que condene los atentados de ETA, pero cuando una es presidenta gracias al apoyo de Araiz, se producen estas situaciones”.
También ha arremetido contra Barkos la portavoz del PP, Ana Beltrán, para quien “es el momento de parar los pies a la presidenta del Gobierno y exigirle que se posicione para saber a qué atenernos”. Por ello, han tramitado una pregunta oral en el Parlamento para que la presidenta navarra “responda cuándo va a exigir públicamente a Bildu que condene a ETA, porque así lo exige su acuerdo programático y el deber moral que debería tener una presidenta hacia las víctimas de ETA”.
Igual de exigente hacia Barkos se ha mostrado la portavoz socialista, María Chivite, cuyo partido sí envió a dos representantes al homenaje. Chivite pide ahora a la presidenta que explique quién elaboró la lista de invitados al acto y pregunta “por qué está la firma de esos familiares, por qué esos familiares de víctimas del entorno de ETA estaban en el acto y quién les invitó”. “Si en algún momento hubo intención por parte del Gobierno de reconocer a otro tipo de víctimas que las contempladas por la ley, como miembros de la banda terrorista, si se quiso de manera implícita equiparar a las víctimas, el PSN lo rechaza de plano”, ha asegurado la secretaria general de los socialistas navarros.
La propia presidenta Barkos ha salido al paso de las críticas de la oposición. El acto del pasado sábado “no fue ningún tipo de homenaje a terroristas, sino que fue un acto de reparación, mandatado por la ley y visto por el Constitucional, que quiere avanzar en la condena de la violencia”, ha afirmado Barkos. El texto que se leyó en el homenaje, ha recordado, “estaba firmado por el Gobierno de Navarra, el Parlamento foral y la Federación de Municipios y Concejos”.