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Madrebulario: el diccionario ilustrado que da a luz conceptos nuevos para visibilizar experiencias en la maternidad

La editora Marta Puigdemasa y la ilustradora Paola Villanueva.

Ana M. Longo

19 de abril de 2023 22:05 h

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“Una realidad sin palabras es una realidad silenciada”, es una de las ideas que plasman Marta Puigdemasa, escritora y editora, y Paola Villanueva, ilustradora, en su obra Madrebulario (Temas de Hoy). Cuando en época de pandemia criaban a sus hijas pequeñas, el afán de estas profesionales y amigas fue el mostrar una realidad social: las inquietudes de la maternidad durante el embarazo, el parto y la crianza, para acercarse y ayudar a otras madres. De Marta Puigdemasa surgió la idea de la creación de un 'palabrario' y no dudó en contar con Villanueva para que añadiese los dibujos. 

En Madrebulario se recogen las experiencias más acalladas, no solo de las autoras; también de más de 70 mujeres, entre ellas algunas de sus amigas. “Muchas desconocidas también respondieron a nuestra convocatoria a través de un formulario online que difundimos en nuestra cuenta de Instagram. Queríamos que todo tipo de mujeres y maternidades se sintieran incluidas e identificadas y pudimos confirmar que la mayoría tienen experiencias comunes”, afirma Puigdemasa. 

Puigdemasa y Villanueva resaltan la importancia de la sororidad entre mujeres y madres, 'maroridad' (“solidaridad, empatía y confianza que se genera entre madres”), como sucede frecuentemente en parques y por grupos de Whatsapp donde la ayuda y disposición llega casi sin pedirse. De igual modo, entre madres llegan “confesiones íntimas donde te sientes identificada” ('mamicheo'). “Es inevitable comparar porque, evaluando al otro, nos autoevaluamos y eso nos permite empatizar. Todas hemos tenido miradas cómplices de otras madres cuando los niños 'montan pollos' en plena calle”, apunta Marta Puigdemasa. 

Madres humanas o 'humadres' 

La culpa, esa gran mencionada en la maternidad, llega en situaciones en las que las madres se agobian, se enfadan y pueden perder los papeles porque, efectivamente, son humanas ('humadre'). Según la escritora, “es más fácil ser culpable cuanto más presente como madre estás”. “Si el bebé no engorda, es que tu leche está aguada. Si no habla pronto, es que no le has leído suficientes cuentos. Si se pone enfermo a menudo, es porque le dejas ir descalzo por casa. A veces somos culpables hasta de contribuir, sin quererlo, a hacerla nuestra. Contribuimos, porque de alguna forma aceptamos esa responsabilidad. Creerse la típica frase de 'no hay nadie como mami' es asumir la carga. Porque si no hay nadie como mami, de ti depende todo. Todos debemos poner de nuestra parte para enviar la culpa a la 'culpoteca'”, aconseja. Como sanitaria y asesora de lactancia, Paula García Otero apoya esta idea y defiende alejar también la sensación de frustración durante el parto y la crianza de los hijos y “vivirlo con más alegría y flexibilidad”.  

García, que orienta a familias sobre la lactancia materna, entiende que nadie debe influir en una decisión tan personal como es la de alimentar a un bebé como en tantas otras en lo que respecta a la maternidad y explica que sería positivo para todos evitar “juzgar injustamente a una madre por dar leche artificial a su bebé” o, como define el Madrebulario, 'bibipendiar', sino unirnos para hacerlo todo más llevadero. 

Llegado el momento del destete, como señalan las artífices de Madrebulario, puede aparecer en las madres un “miedo irracional a perder el vínculo con el hijo” ('destetopía'). La asesora de lactancia recuerda que se crearán otro tipo de lazos entre madre e hijo y el cierre de esa etapa deberá hacerse con respeto, recordarse y honrarse. 

“Cada minuto es caviar” 

¿Cuántas madres se sienten identificadas con el 'vaterfugio' o “cuarto de baño en el que te encierras con pestillo un rato, como si fuera tu despacho particular”? María Orosan, psicóloga, sexóloga y experta en género, entiende que, aunque las madres amen profundamente a sus hijos, necesitan “no sentirse únicamente definidas por la maternidad, ya que siguen teniendo conocimientos, intereses y talentos múltiples y diversos” ('polímadra'). “Es normal como expresan Marta y Paola, desear los 'solosdecer' o 'momentos de calma y tranquilidad al final del día, cuando los niños duermen y se puede estar con la pareja y hablar'. Lo mismo en el terreno sexual tras dar a luz ('sexquía'). Este es el reflejo del día a día de la mujer con hijos”, perfila. 

Llorar, reír, gritar y volver a llorar es la verdad de la maternidad. “Todas hemos imaginado por más de un momento qué sería de nuestra vida sin descendencia ('sinfantasear') y cuando los niños se van haciendo mayores, llegamos a encontrar paz en esas horitas que los pequeños tienen ”actividades extraescolares para poder conciliar o descansar“ ('ultrascolar'), pero sin poder evitar pensar en ellos”, añade la psicóloga. 

No queda pues más que seguir y respirar, como aseveran las autoras: “Cada una a su manera”. 

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