Del movimiento ciudadano al Parlamento: otra forma de hacer política

31 de marzo de 2021 22:10 h

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A lo largo de los más de 20 años de movimiento ciudadano, hemos apostado por el consenso y el diálogo entre iguales y diferentes, y estos valores políticos son nuestro modo de estar en política, las herramientas que utilizaremos para promover políticas y acciones que sean beneficiosas para todos. Afrontamos la diversidad de debates y la complejidad de muchas decisiones parlamentarias con el objetivo de impregnar el conjunto de las medidas políticas que debe adoptar el Gobierno, desde una visión de la despoblación y sus efectos que emanan del propio territorio, desde la consciencia y conocimiento directo de las necesidades del mismo. Necesariamente las políticas a desarrollar son complejas y deben estar sometidas a herramientas de coordinación, puesto que deben intervenir sobre un problema poliédrico e histórico, que requiere una gobernanza que integre diferentes niveles políticos y de administración y contemple tanto la coordinación de políticas transversales, como su evaluación sistemática.

Por estas razones propusimos en Congreso y Senado una serie de pasos con la cohesión territorial como objetivo. Las bases de estas medidas están en el Acuerdo de Investidura de enero de 2021: el pacto de estado contra la despoblación, las medidas y la necesidad de un mecanismo estable de financiación. Del mismo modo, el Documento de 2019 “España Vaciada”, de agosto de 2019, que se entregó al presidente del Gobierno en esa fecha, Pedro Sánchez, recoge el análisis político y el origen de las propuestas.

En coherencia con esos documentos, el Congreso y Senado hemos dado unos pasos que fijan la ruta y marcan hitos concretos. En junio de 2020 impulsamos una moción que propuso una plan de medidas para reactivar el medio rural y un pacto de estado contra la despoblación; en noviembre de 2020 las enmiendas a los presupuestos generales del estado pedían un plan interministerial para las políticas contra la despoblación y la coordinación de partidas para objetivos concretos; en marzo de 2021 el Congreso aprobó nuestra propuesta para la creación de una nueva herramienta de política públicas: un mecanismo de garantía para el medio rural y las sociedades rurales. También hemos llevado enmiendas a algunas de las leyes más determinantes. Es decir, esta sucesión de iniciativas no son fruto del azar, responden a una agenda para lograr una política de estado para la cohesión territorial, con continuidad y necesariamente con la vista en el largo plazo. Creemos que esta voluntad, esta visión proactiva, y las propuestas concretas han contribuido, sin duda, a un paso importante que ha dado el Gobierno: el plan de medidas para el reto demográfico, con 10.000 millones de euros de presupuesto, que integra 136 acciones distribuidas en múltiples ministerios.

Hemos querido hacer granero día a día, semana a semana; hemos apostado por ser “lluvia fina” que empapa con lentitud el suelo fértil. Como la lluvia que acompañó la manifestación de la Revuelta de la España Vaciada el día 31 de marzo de 2019, en el paseo de la Castellana y en la plaza de Colón; un hito histórico en el que cien mil personas, llegadas desde casi todos los rincones de España, llenaron el centro de Madrid; unidos para decir alto y claro que “estaba en juego la cohesión del país”; fundidos con plataformas y colectivos de muchas provincias, quisimos “romper el silencio” con el manifiesto de la España rural, de la España desatendida, que leyeron Paloma Zuriaga y Manuel Campo Vidal, para recordar que la despoblación es “la antesala de la desertificación” o que “un territorio sin hombres y sin mujeres no es sostenible”. Aquel 31 de marzo, como el de este año 2021, la España Vaciada dejó de estar callada para ponerse en marcha.

Junto a la irrupción y acción política de la agrupación de electores Teruel Existe, son especialmente remarcables las contribuciones de periodistas y escritores como Jordi Évole, Sergio del Molino, Raúl Conde, Julio Llamazares o Manuel Campo Vidal, entre otros, sensibles y comprometidos con la España despoblada, cuya creatividad y capacidad comunicativa ha conseguido que la despoblación y sus efectos socio-territoriales formen parte de las narrativas de los medios de comunicación y de las identidades sociales. La irrupción de Teruel Existe ha contribuido a la integración de estos mensajes en el relato político en España. No solamente en los medios y en la sociedad aragonesa y en las comunidades autónomas de interior que son los territorios más afectados, sino que la despoblación y sus efectos están presentes en los departamentos del poder ejecutivo, en instituciones de gobierno y muchas de las acciones políticas de las administraciones públicas.

Para nosotros la despoblación y el aislamiento son los gravísimos problemas de la provincia de Teruel, y los efectos del proceso de despoblación es el principal problema de España. Creo que desde el año 2019, se ha asentado la visión de que la despoblación en España es una cuestión de Estado, que los desequilibrios y la necesaria cohesión territorial son percibidos como problemas de primer orden por numerosos ciudadanos, por las fuerzas políticas y por los medios de comunicación. Por todo ello nuestro esfuerzo se ha centrado en ser coherentes con los criterios acordados en el programa electoral: una agrupación de electores transversal que impulsa las acciones necesarias para solucionar el problema de la despoblación, que busca el consenso y el diálogo entre iguales y diferentes, que huye de la confrontación y de la polarización política. El principal cometido en el que nos centramos es trasladar a las Cámaras, en todas las propuestas que se debaten, las necesidades actuales de Teruel y de Aragón y las reivindicaciones históricas de Teruel Existe, los problemas de la España Vaciada y del medio rural que han provocado una brecha socio-territorial de enormes dimensiones entre la España desarrollada y la España despoblada. Confiamos que el trabajo dará sus frutos; para ello vamos a poner en esta tarea lo mejor de nosotros mismos.