Caminamos en Comisiones Obreras de Madrid, de no remediarlo, hacia federaciones de rama, especializadas y más corporativas y hacia uniones territoriales desconectadas de la base afiliativa
Más Unión Madrid
Comisiones Obreras de Madrid afronta su 11º Congreso, en el que presentamos un proyecto alternativo que propugna un cambio en las formas de organizar y dirigir la acción sindical, avalado por una mayoría de mujeres y hombres sindicalistas de la región.
Hoy, como hicimos hace cincuenta años, necesitamos comprender mejor y conectarnos más con una sociedad que sufre el debilitamiento de los instrumentos de protección y de equilibrio distributivo.
Más Unión es un proyecto que aspira a influir en el conjunto de la organización, desde las secciones sindicales de empresa hasta la Secretaría General de toda federación de rama o unión comarcal, con el fin de lograr un nuevo impulso que el sindicato necesita, para seguir siendo la organización potente que hoy somos en los centros de trabajo y recuperando el papel de “agente del cambio” que fuimos, pues las urgentes transformaciones que precisamos son también de naturaleza política.
Las reformas durante la crisis han golpeado a la clase trabajadora en su línea de flotación: con el debilitamiento de la cobertura y garantías de los convenios; reforzando la unilateralidad del empresariado para el despido y para cambiar las condiciones de trabajo; multiplicando los contratos temporales y a tiempo parcial, contratos precarios, cuyas principales víctimas son las mujeres y las personas jóvenes; en la profundización del proceso de descentralización productiva y la cadena de contratación, atomizando los sectores productivos y reduciendo la cobertura sindical.
El cambio necesario no será posible sin legitimarnos en las empresas, en la defensa de los derechos e intereses más inmediatos de la clase trabajadora, mejorando la cobertura de la negociación colectiva, con crecimiento afiliativo y representativo que refuerce nuestra presencia constante en la defensa de las personas trabajadoras, a veces en las mesas de negociación, otras veces en las calles.
El mundo del que veníamos no va a volver. Se está configurando un nuevo orden social que viene para quedarse y el reto que se nos presenta es el de construir un sindicato para todos y todas, avanzando con las nuevas realidades del trabajo, organizando a las trabajadoras y los trabajadores de la PYME y los sectores más precarios, a las personas desempleadas y a la juventud.
Queremos complementar el trabajo de acción sindical, que conocemos bien, con un despliegue de proximidad que debe concretarse en nuevas formas de organizarnos en Madrid, reforzando las estructuras comarcales y cualquier otro espacio físico donde el sindicato tiene presencia y puede, desde allí y con la cooperación y solidaridad internas, extender su cobertura, hacerse presente en la proximidad del conflicto social y laboral.
Hemos sufrido una importante pérdida de influencia institucional, más allá del reconocimiento formal, que hemos de recuperar generando procesos de acumulación de fuerza sostenidos, modificando de manera importante nuestra forma de abordar el diálogo con las instituciones y la acción política, profundizando en las alianzas con la sociedad que se organiza y persigue los cambios que la clase trabajadora necesita.
Esto podremos hacerlo gestionando de otra forma los recursos que tenemos. Las federaciones de rama conocen bien la atención sindical más especializada en los diversos sectores, pero necesitan de las estructuras territoriales del sindicato, sus uniones comarcales, para desplegar esta acción sindical en toda su diversidad y dispersión geográfica.
Hoy por hoy, esa obvia necesidad de entroncar el trabajo del sindicato de rama y del territorio, que es la clave de bóveda del proyecto sindical de CCOO, no se produce en Madrid, fundamentalmente por la dificultad de redirigir los recursos sin consenso en los objetivos. Caminamos, de no remediarlo, hacia federaciones de rama, especializadas y más corporativas y hacia uniones territoriales desconectadas de la base afiliativa que se expresa en los centros de trabajo y, por tanto, debilitadas en su perfil político y sindical. El riesgo es que Comisiones Obreras de Madrid caiga en la autarquía.
Tenemos el reto de construir espacios de participación donde mujeres y hombres jóvenes puedan incorporarse a la actividad sindical cotidiana y participar en las decisiones para, desde la visión de su propia participación militante, construir un instrumento más útil para la defensa de los derechos de la juventud trabajadora.
Más Unión quiere llevar las reivindicaciones feministas desde las calles y la política a los centros de trabajo, potenciando las políticas de igualdad a través de una acción sindical permanente, sin dejar de trabajar por la plena igualdad de las mujeres en la sociedad, tejiendo alianzas sostenidas con las organizaciones feministas que permitan influir en las políticas.
Y lo haremos construyendo un sindicato donde más mujeres ocupen puestos relevantes en los órganos de dirección.
Trabajamos para cambiar las inercias adquiridas por los actuales equipos de dirección sindical en Madrid, apenas renovados en las dos últimas décadas, con nuevas miradas y un nuevo impulso que sólo pueden dar personas nuevas, reforzando la presencia de sindicalistas con experiencia en la acción sindical, que conozcan la negociación colectiva, el trabajo en los Eres, los planes de igualdad, las elecciones sindicales, los piquetes en la huelga y las mesas del diálogo institucional.
Es imprescindible un nuevo estilo de dirección, más transparente y con mayor integración de las ideas, para una acción sindical que se ha de transformar necesariamente.
