John, Paul, George y Ringo

Que alguien me los explique. No las veinte veces que estuvieron en el primer lugar del Billboard o por qué son los músicos que más álbumes han vendido -más que Elvis, más que Michael Jackson. Tampoco las más de 2.500 adaptaciones de 'Yesterday', el tema más versionado de la historia. O las razones por las cuales 'She loves you' fue el single más vendido en Inglaterra entre 1963 y 1977 -¡14 años!- hasta ser destronado por otra canción, de -¡qué coincidencia!- Paul McCartney, ya en 'Wings'. Que alguien me explique por qué no me los puedo sacar de la cabeza, ni de los oídos, desde que tengo uso de razón.

The Beatles han sido la banda sonora de mi vida, tanto que no puedo decir cuándo fue la primera vez que los escuché: siempre han estado ahí. Y si en la infancia no pasé de los primeros álbumes, en la adolescencia los escuché todos con obsesión. Y en tantos años aún no me explico por qué son inolvidables, por qué no puedo dejar de escucharlos, por qué compré discos compactos si ya tenía los casetes. O por qué siempre vuelven a mi lista de reproducción (ya que dejamos de usar casetes y discos compactos).

Quizás la respuesta esté en la ciencia. Hace nueve años, Nature Neuroscience publicó un artículo donde cinco científicos contaron sus investigaciones sobre el efecto de la música en las personas. Ahí explicaban que ese estímulo abstracto puede hacernos sentir eufóricos o ansiosos, igual que nos harían sentir recompensas tangibles. Que escuchar música que nos gusta nos hace segregar dopamina, el neurotransmisor del cerebro responsable del gusto, la seducción y del placer. Es decir, oír nuestra canción favorita nos hace sentir igual que cuando comemos algo que nos gusta mucho o le damos un beso a la persona de quien estamos enamorados. Los científicos comprobaron que obtenemos placer de la música, una recompensa abstracta, al igual que obtenemos placer de estímulos biológicos más básicos y tangibles, como la comida o el sexo. Cuando leí sobre aquella investigación concluí que The Beatles son mi chocolate musical. Pero sigo sin explicármelos del todo: hay muchos músicos que me hacen feliz o me hacen llorar con sus canciones. Otros tipos de chocolate para el oído.

Es obvio que no soy un caso único. Somos millones. Cuando su música entró al catálogo de Spotify, en 2015, fue un estallido. A los 100 días, la plataforma reveló las cifras de la relación de sus usuarios con The Beatles: 6,5 millones de oyentes mensuales, sus canciones estaban en más de 4.2 millones de playlists y en esos cien días, sumando los minutos que duraba cada música escuchada, se habían reproducido el equivalente a 2.793 años de canciones. Los hombres los escucharon más: 65%. Y la ciudad donde más sonaron The Beatles en esos 100 días fue Ciudad de México. En segundo lugar, Londres. En tercero, Santiago de Chile. En cuarto, Los Ángeles.

¿Quiénes los escucharon más? Jóvenes: gente entre 25 y 34 años. Y las canciones más oídas fueron 'Here comes the sun', 'Come together', 'Let it be' y 'Hey Jude'. Dos datos curiosos: la hora favorita para poner a The Beatles fue las seis de la tarde. Y los escucharon más los martes.

El 16 de enero de 1957 se inauguró el Cavern Club, donde debutaron The Beatles y donde nació la beatlemanía. Por eso, varios fanáticos reconocen esta fecha como el #DíaInternacionaldeTheBeatles. Hasta hubo quien inventase que el día había sido reconocido por la UNESCO. Cuando el #DíaInternacionaldeTheBeatles se volvió trending topic, en 2012 y junto con la mentira, la UNESCO salió a desmentirlo por redes sociales, aclarando que la música de The Beatles tenía “all our loving”. Así que no, no es una fecha oficial, es una fecha escogida por los fanáticos no británicos. Y, para esto, ¿qué dicen ellos? Los británicos defienden que The Beatles Day es el 6 de julio, día en que se conocieron John Lennon y Paul McCartney, en un tremendo acto de injusticia: The Beatles eran cuatro, ¡no discriminen a Ringo ni a George, que ya se había conocido con Paul!

Hoy, el día que muchos fans adoptaron como la fecha para celebrarlos, voy a escuchar mi lista de reproducción de The Beatles. Será un día emotivo: al escucharlos me pongo feliz, aunque a veces se me escapen algunas lagrimitas.

(Si The Beatles no son lo suyo, o si prefiere esperar al 6 de julio, hay otro motivo para celebrar hoy: es el #DíaInternacionaldelaCroqueta).