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El tertuliano indispuesto

Nombre del paciente: (PRIVADO)

Edad: 58 años

Sexo: varón

Causa de ingreso: desajuste conductual agudo de naturaleza maníaca

Fecha de aparición de los síntomas: 10/03/2020

Diagnóstico de ingreso:

El paciente ingresa acompañado de un familiar (hijo). Este refiere que su padre es periodista y lleva más de diez años colaborando como contertulio en diversos medios de comunicación.

Hasta el día previo al ingreso, el paciente había opinado con naturalidad sobre los más diversos temas. El hijo refiere cuatro de ellos a modo de ejemplo: la crisis de deuda griega, el mal de las vacas locas, el islamismo radical y el auge de los populismos (primero en América Latina y luego en todo el mundo).

Durante estos años, el paciente no mostró la menor vacilación en ningún debate televisado o radiofónico, exponiendo con firmeza sus opiniones carentes de fundamento intelectual alguno.

El hijo refiere súbito cambio de actitud en las últimas 12/16 horas.

Se presenta, a modo testimonial, un vídeo de una cadena de televisión privada. En él se aprecia cómo el paciente divaga sobre los posibles efectos del coronavirus en nuestro país. Súbitamente, el paciente se interrumpe y rompe a llorar. Entre lágrimas, admite no tener ni idea de lo que está diciendo. Se aprecia enrojecimiento ocular, lagrimeo, rinorrea y dificultad respiratoria.

Se hace imposible concluir una etiología del paciente a partir del vídeo, ya que el presentador da paso a publicidad.

El hijo del paciente refiere prolongamiento del cuadro clínico durante 12/16 horas. En ese tiempo, el paciente repite frases como “llevo toda la vida hablando sin saber”, “soy un farsante y siempre lo he sido” o “debí seguir los pasos de mi padre y hacerme tapicero”.

Durante la observación ocular por parte del facultativo, el paciente parece volver en sí y empieza a referirle al personal sanitario por qué la sanidad privada “puede y debe” convivir con la pública. A continuación, les da diversos consejos sobre cómo hacer su trabajo y reflexiona sobre la conveniencia de las medidas preventivas tomadas por la administración en relación con el coronavirus.

El facultativo detecta que el paciente no tiene la menor idea de ninguno de esos asuntos, por lo que le considera curado y ordena su egreso con efecto inmediato.