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La densidad de población no justifica la alta incidencia de la pandemia en Madrid

Felipe Moreno Lorente

19 de abril de 2021 20:38 h

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Muchos de los defensores de Isabel Díaz Ayuso y de la gestión de la pandemia que ha hecho y sigue haciendo su gobierno regional, argumentan, ante los indicadores negativos de incidencia de la pandemia en la Comunidad de Madrid, bastante por encima de la media española, que ha de tenerse en cuenta que la densidad de población de Madrid es muy superior a la del resto de las comunidades autónomas, lo que hace que la población de Madrid se encuentre más concentrada que en el resto de las comunidades y, por tanto, con un riesgo de contagio mayor.

Ese argumento, a mi juicio, es falso y carece de consistencia real, porque la densidad de población es un indicador meramente demográfico, pero no cuantifica la concentración real de la población y eso se debe a que, en un determinado territorio, la población no se encuentra distribuida uniformemente en su superficie, sino que está, en su práctica totalidad, concentrada en áreas urbanas de ciudades más o menos pobladas y, en esas áreas urbanas, la gran mayoría de la población se encuentra en los mismos o parecidos escenarios y tiene las mismas o parecidas pautas de conducta a efectos de riesgo de contagio, con independencia de lo grande o pequeña que sea la ciudad, pues la gente está, la mayor parte del tiempo, en su casa y en su lugar de trabajo, va a comprar o a pasear, o al bar… y los contactos sociales, fuente principal de contagios, son similares en unas ciudades y en otras.

Es cierto que las ciudades más grandes (Madrid, Barcelona, Valencia…) tienen un elemento diferencial en cuanto a la concentración de la población y es el transporte público y, en particular, el metro, como un posible foco añadido de riesgo de contagio, pero, por lo que señalan los epidemiólogos y los expertos en salud pública, ese riesgo es bajo si se usa la mascarilla, por las desinfecciones y sobre todo, por los sistemas de ventilación de esos medios de transporte.

En cualquier caso, para comprobar hasta qué punto la densidad de población de la Comunidad de Madrid tiene un impacto diferencial en sus cifras de incidencia del covid-19, podemos comparar esa incidencia, en términos de indicadores de contagios y fallecimientos totales por 100.000 habitantes, con la provincia de Barcelona, un escenario territorial similar al de la comunidad de Madrid, con una densidad de población de 743 hab/Km2 (la de Madrid es de 827 hab/Km2) con una capital muy poblada y una importante corona metropolitana, así como con un transporte público similar al de la Comunidad de Madrid.

Pues bien, realizada esa comparación, con los datos actualizados a 15 de abril de 2021, las cifras que arroja la provincia de Barcelona son 7.401 contagios y 185 fallecimientos por 100.000 hab., bastante inferiores a los de la Comunidad de Madrid (9.766 y 221 respectivamente) y apenas ligeramente por encima de los registrados en toda la comunidad de Cataluña (7.364 y 181 respectivamente), lo que pone de manifiesto que la densidad de población tiene un impacto muy poco relevante en la probabilidad de contagio y, desde luego, muy inferior al que tienen las medidas permisivas de prevención de los contagios, por lo que, en definitiva, la mayor densidad de población de Madrid no justifica su alta incidencia de la pandemia.

(Fuentes de los datos: Informe diario del Ministerio de Sanidad 'Actualización nº 355. Enfermedad por el coronavirus (COVID-19). 15.04.2021' e Informe diario de ‘Datos abiertos y covid-19’ del portal ‘Gobierno abierto’ de la Generalitat de Catalunya).

Muchos de los defensores de Isabel Díaz Ayuso y de la gestión de la pandemia que ha hecho y sigue haciendo su gobierno regional, argumentan, ante los indicadores negativos de incidencia de la pandemia en la Comunidad de Madrid, bastante por encima de la media española, que ha de tenerse en cuenta que la densidad de población de Madrid es muy superior a la del resto de las comunidades autónomas, lo que hace que la población de Madrid se encuentre más concentrada que en el resto de las comunidades y, por tanto, con un riesgo de contagio mayor.

Ese argumento, a mi juicio, es falso y carece de consistencia real, porque la densidad de población es un indicador meramente demográfico, pero no cuantifica la concentración real de la población y eso se debe a que, en un determinado territorio, la población no se encuentra distribuida uniformemente en su superficie, sino que está, en su práctica totalidad, concentrada en áreas urbanas de ciudades más o menos pobladas y, en esas áreas urbanas, la gran mayoría de la población se encuentra en los mismos o parecidos escenarios y tiene las mismas o parecidas pautas de conducta a efectos de riesgo de contagio, con independencia de lo grande o pequeña que sea la ciudad, pues la gente está, la mayor parte del tiempo, en su casa y en su lugar de trabajo, va a comprar o a pasear, o al bar… y los contactos sociales, fuente principal de contagios, son similares en unas ciudades y en otras.