Tanto entreguismo a la causa

Los nuevos Saulos, sin necesidad de caerse del caballo, aunque terminen por darse de bruces contra el suelo inclemente de la realidad que los reclama, tras toda una vida de vocación de servicio público a una causa, la mejor sin duda, más de 41 años de servicio a unas siglas, desde el inicio de su vida juvenil hasta la antesala de la jubilación, como en el último caso conocido, como el del señor Ábalos, con toda la razón de su parte, seguro, con el “estrabismo” propio de quienes siempre fijaron su mirada en el mismo objetivo, para terminar, negándose a aceptarlo , en “un apestado político”.

Y eso sí que no, siempre que quede una liana de la que poder colgarse, incluso mostrando las vergüenzas, justo a puerta gayola de haber podido ofrecer al respetable el último servicio a la causa.

Habiendo elegido el calor de la prórroga en el servicio público, a razón de 6.000 euros mensuales, y probablemente seguir aguantando numantinamente, como si el haber sido el “jefe burlado” le deja con todo los honores a los pies de los truhanes sin escrúpulos, los mismo que ya miran hacia arriba del “mono colgando”, porque es la pieza mayor la que interesa, mientras nadie, y ahora es Ábalos, quiere ser el tonto de la feria, a más a más si siempre se ha sentido que solo se era el tonto útil en la verbena donde se podía bailar dando vueltas alrededor de uno mismo.

Como para seguir reclamando luego la fe de los paganos votantes, cuando resulta que… una vez dentro“ y tras tantos años, 41 años seguidos de servicio y empleo públicos, ahora se va a ir a su casa, muy digno, por causa de un ”Koldo“ más en el camino, cuando se puede y se debe seguir siendo inocente, aunque se demuestre cuando ya todo el mundo se haya olvidado, y solo haya quedado el sueldo seguro, envidia inaccesible de quienes no pueden llegar a fin de mes, con mucha o poca honra. Sin una triste liana de la que poder quedar colgando, en el ”Grupo mixto“.