Opinión y blogs

Sobre este blog

La siniestralidad laboral es la pariente pobre de la democracia

Sebastián Fernández Martínez socio de elDiario.es

22 de abril de 2021 17:58 h

0

¿Hay algún partido político que tenga en cuenta la siniestralidad laboral en su programa, ahora que estamos inmersos en un nuevo proceso electoral? 

Me matan si no trabajo y si trabajo me matan, cantaba Daniel Viglietti. La siniestralidad laboral es una de las mayores lacras del sistema económico que padecemos. Hay que denunciar lo poco que le importa al sistema neoliberal capitalista en que vivimos, la vida de quien trabaja, con tal de que reporte beneficios a las cuentas del balance económico del empresario de turno. Igualmente, los medios de comunicación, tocan el tema de pasada, no indagan sobre el accidente laboral, nunca hacen ni una leve referencia, cuando informan, a las condiciones en que esa persona estaba trabajando, cuál era su ritmo de trabajo, quién era el empresario, con qué medidas de seguridad contaba, qué formación en prevención tenía, la empresa en la que trabajaba, era subcontrata, no lo era... Es más, son invisibles. En la noticia que dan sobre el accidente laboral ni siquiera se preocupan de cómo se llamaba: se limitan a “ha muerto un trabajador…”. Tampoco si tenía pareja, familia, hijos… A no ser que los “mass media” consideren dar la noticia por su “cierto morbo”, como es el caso de Eleazar Blandón, y otros casos similares, pues no es la primera vez que esto ocurre, jornalero nicaragüense, de 42 años, que trabajaba en un campo de sandías en Lorca (Murcia), que no le daban ni agua y que fue abandonado vilmente en la puerta de un centro de Salud, el pasado mes de agosto, falleciendo en el Hospital Rafael Méndez, de Lorca, con parada cardio respiratoria. Dejando cuatro hijos.  

Se ha constatado que no se va a las causas del accidente y tampoco se buscan responsabilidades penales, judicialmente. Parece ser que para los medios de comunicación (prensa, radio y televisión), salvo excepciones (lo que confirma la regla), indagar e investigar los accidentes laborales no es rentable, por lo que no son sensibles al tema. Y aquellos medios que lo hacen, ocurre como dice Gregorio Benito, analista de Salud Laboral: “ejemplo que ponía un profesor de periodismo para explicar que un mismo hecho era descrito muy diferentemente por tres medios con diferentes posiciones e intereses. El ejemplo que conozco es precisamente la noticia sobre un accidente de trabajo por caída de altura. Explicaba el profesor que el diario, propiedad de un capitalista, daba noticia del fallecimiento del obrero y apuntaba su probable responsabilidad por haber incumplido el mismo con las medidas de prevención establecidas en la Ley. Otro diario, conservador y religioso, además de la noticia, se condolía y enviaba su pésame a la viuda, preocupándose por los hijos huérfanos y su futuro, abriendo una postulación para ayudar. El periódico de izquierdas describía en detalle las causas del accidente, después de haber preguntado a los compañeros del fallecido, y adelantaba la responsabilidad del empresario por someter a los trabajadores a un ritmo de trabajo excesivo y al incumplimiento de múltiples condiciones de seguridad. Denunciaba la escasez de inspecciones y la frecuencia y gravedad de este tipo de hechos”.

Y en otro artículo dice también: “La no descripción de elementos del entorno puede llevar al lector desinformado a una explicación cómoda frecuentemente utilizada: la responsabilización de la víctima. En román paladino: echarle la culpa al muerto”. 

Por último, sostengo que la siniestralidad laboral, sobre todo con resultado de muerte, cuestiona el sistema productivo y las bases éticas y morales del sistema de producción capitalista, al considerar al trabajador o trabajadora como un elemento más del proceso de producción. El  capitalismo es incompatible con las muertes en el trabajo. No vale cualquier tipo de empleo si no se respeta la dignidad de la vida del trabajador y la trabajadora. Porque ¡el trabajo es para la vida!  

¿Hay algún partido político que tenga en cuenta la siniestralidad laboral en su programa, ahora que estamos inmersos en un nuevo proceso electoral? 

Me matan si no trabajo y si trabajo me matan, cantaba Daniel Viglietti. La siniestralidad laboral es una de las mayores lacras del sistema económico que padecemos. Hay que denunciar lo poco que le importa al sistema neoliberal capitalista en que vivimos, la vida de quien trabaja, con tal de que reporte beneficios a las cuentas del balance económico del empresario de turno. Igualmente, los medios de comunicación, tocan el tema de pasada, no indagan sobre el accidente laboral, nunca hacen ni una leve referencia, cuando informan, a las condiciones en que esa persona estaba trabajando, cuál era su ritmo de trabajo, quién era el empresario, con qué medidas de seguridad contaba, qué formación en prevención tenía, la empresa en la que trabajaba, era subcontrata, no lo era... Es más, son invisibles. En la noticia que dan sobre el accidente laboral ni siquiera se preocupan de cómo se llamaba: se limitan a “ha muerto un trabajador…”. Tampoco si tenía pareja, familia, hijos… A no ser que los “mass media” consideren dar la noticia por su “cierto morbo”, como es el caso de Eleazar Blandón, y otros casos similares, pues no es la primera vez que esto ocurre, jornalero nicaragüense, de 42 años, que trabajaba en un campo de sandías en Lorca (Murcia), que no le daban ni agua y que fue abandonado vilmente en la puerta de un centro de Salud, el pasado mes de agosto, falleciendo en el Hospital Rafael Méndez, de Lorca, con parada cardio respiratoria. Dejando cuatro hijos.