A las puertas del verano, ya llevamos días escuchando el problema de la falta de camareros y camareras en muchos lugares, y para zanjar este tema de una vez por todas, afrontarlo con seriedad y que dejara de ser una cuestión cíclica como sucede en la actualidad, propondría “un experimento sociológico”, que se invirtieran los sueldos de este colectivo con, por ejemplo, el policial, para descubrir el porcentaje de personal que pertenecen a estos gremios que trabajan por vocación o por una cuestión meramente económica.