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25N: Soberanismo y recortes

El lunes pasado publicaba aquí un post argumentando que los votantes más nacionalistas de CiU no se habrían pasado a ERC por su nueva posición independentista. En mi post argüía que probablemente fueron los votantes menos nacionalistas de CiU los que la habrían abandonado por su posición soberanista. Esto reflejaría la dimensión que ha adquirido el debate nacional catalán en estas elecciones.

Existen otros datos que confirman el papel jugado por el soberanismo en los resultados del domingo. En primer lugar, la participación electoral ha subido en toda Cataluña, pero tal y como mostraba Toni Rodón en este post, el aumento ha sido particularmente alto en las comarcas donde el voto soberanista ha sido más bajo. Esto implicaría que la estrategia de CiU ha provocado la reacción contraria por parte de votantes que no desean la independencia.

Otro hecho que recalca la importancia en estas elecciones del asunto nacional es la polarización geográfica del voto. En la línea de lo que mostraba el otro día (y con las mismas cautelas por el nivel de agregación de los datos), las comarcas catalanas que votaron más soberanista en 2010 (CiU+ERC+SI) son las que más han incrementado el voto soberanista en 2012 (medido como CiU+ERC+CUP). Igualmente, aunque con menos intensidad, las comarcas que votaron en 2010 por partidos que explícitamente defienden la permanencia en España (PSC+PP+C’s) han aumentado el voto a estos partidos en estas elecciones. En el siguiente gráfico muestro la relación por comarcas, pero Francesc Amat encuentra una tendencia equivalente comparando barrios de Mataró.

Por tanto, los datos indican que ha habido una especial movilización en el eje soberanista. ¿Significa esto que la gestión de CiU de la economía y los recortes no explican sus resultados? ¿Estas elecciones han sido únicamente sobre la cuestión nacional? Esta era la expectativa durante la campaña y esta es una interpretación que ha hecho parte de la prensa (sobre todo fuera de Cataluña). En cambio, un análisis más detallado muestra que las elecciones catalanas han sido más complejas.

Dejemos a un lado la cuestión nacional y dividamos a los partidos en un solo eje izquierda-derecha. He intentado predecir a partir de la tasa de paro de cada comarca cuál sería en las elecciones de 2010 y 2012 el voto comarcal a partidos de izquierda. En el modelo estadístico, he considerado el voto de izquierdas como la suma de apoyos electorales a PSC, ERC e ICV (no incluyo a la CUP porque no se presentó en 2010). Si las cuestiones sociales y económicas han sido relevantes en las elecciones, deberíamos esperar una relación positiva entre tasa de paro y voto a la izquierda. Para calibrar su importancia comparamos esta relación con la existente en las elecciones de 2010.

El resultado indica que efectivamente el impacto de la cuestión social ha sido notable en 2012. Mientras que en los comicios de 2010 no existió relación significativa entre la tasa de paro comarcal y el voto a los partidos de izquierda, esta relación emerge en las elecciones de 2012. El efecto es bastante significativo y con una magnitud sustancial. En las comarcas con bajo paro el voto total a los tres principales partidos de izquierda rondaría de media el 32%. En las comarcas con paro muy alto, el voto en media ascendería a casi el 39%. Por tanto, las comarcas más afectadas por la crisis habrían castigado el pasado domingo a CiU votando más a la izquierda. Lo interesante es que aumenta el voto a los partidos de izquierda en su conjunto. Dependiendo de la posición en el eje soberanista, el incremento será mayor para unos partidos u otros. Esta reacción contrasta con los resultados de 2010, donde el paro no es relevante para explicar el voto a la izquierda.

En definitiva, la estrategia de CiU podía hacer pensar que estas las elecciones se disputarían en solo en un eje, el nacional, convirtiéndose en un plebiscito sobre CiU y el soberanismo. En cambio, las cuestiones sociales habrían pesado más que en el año 2010. Las elecciones se habrían jugado en dos dimensiones, afectando a CiU en ambas. En la dimensión nacional, CiU habría perdido apoyo de los menos nacionalistas. Pero la dimensión económica y social explicaría también el éxito de ERC, el buen resultado de ICV y que el PSC no se desplomara a los niveles que se esperaba.

Tal y como ha ocurrido en prácticamente todas las elecciones europeas desde que se inició la crisis, la economía importa. Y la efervescencia nacional no es incompatible con la evaluación de la gestión de un partido.

NOTA:

Los modelos estadísticos son regresiones lineales de mínimos cuadráticos. Los datos de paro se obtienen de Observatori d’Empresa y Ocupació (para el modelo de 2012, utilizo la tasa de paro de 2011, que es el último dato disponible). Todos los modelos controlan por PIB per cápita y porcentaje de población con estudios superiores (los últimos datos disponibles por comarcas en el Institut d’Estadística de Catalunya son 2008 y 2001 respectivamente).

El lunes pasado publicaba aquí un post argumentando que los votantes más nacionalistas de CiU no se habrían pasado a ERC por su nueva posición independentista. En mi post argüía que probablemente fueron los votantes menos nacionalistas de CiU los que la habrían abandonado por su posición soberanista. Esto reflejaría la dimensión que ha adquirido el debate nacional catalán en estas elecciones.

Existen otros datos que confirman el papel jugado por el soberanismo en los resultados del domingo. En primer lugar, la participación electoral ha subido en toda Cataluña, pero tal y como mostraba Toni Rodón en este post, el aumento ha sido particularmente alto en las comarcas donde el voto soberanista ha sido más bajo. Esto implicaría que la estrategia de CiU ha provocado la reacción contraria por parte de votantes que no desean la independencia.