Ferraz impondrá cambios en las listas del 28-A propuestas por ocho direcciones provinciales del PSOE
El PSOE termina de encajar esta semana el rompecabezas de las listas para las elecciones que se avecinan en los próximos meses, pero aún quedan algunas piezas por ensamblar, especialmente en las candidaturas para el Congreso y el Senado, donde Ferraz no ha conseguido colocar en los primeros pasos del proceso a algunos miembros de la dirección de Pedro Sánchez. Esta es la semana decisiva: el jueves y el viernes la Comisión Federal de Listas verá todas las candidaturas y hará algunos cambios para su ratificación definitiva en el Comité Federal del próximo domingo.
Las asambleas en las que los militantes proponen nombres para los aspirantes al Congreso y el Senado no son vinculantes para las listas que elaboran las direcciones provinciales y tampoco para la decisión final, que la tiene siempre Ferraz. Sánchez quiere grupos parlamentarios hechos a su medida para esta legislatura en contra de lo que le sucedió en su primera etapa como secretario general. Por eso, a pesar de que los comités provinciales han ratificado las candidaturas por amplias mayorías, la dirección federal prevé hacer cambios en al menos ocho de las propuestas que le han llegado a lo largo del fin de semana.
“Nos hemos propuesto acordar, tenemos buena disposición”, aseguran fuentes de la dirección de Sánchez que se muestran, no obstante, determinadas a imponer su criterio en los próximos días si las direcciones provinciales no ceden en sus planteamientos y no aceptan los nombres que había pedido el presidente. Haga lo que haga, Sánchez tiene mayoría en el Comité Federal.
La batalla está asegurada en cuatro provincias andaluzas. La dirección de Sánchez logró un acuerdo con Susana Díaz en Jaén, Granada, Málaga y Huelva, que estarán encabezadas por personas afines al presidente y se han incorporado las propuestas que hizo Ferraz. Sin embargo, el entendimiento no ha prosperado en Almería, Cádiz, Sevilla y Córdoba, donde el PSOE-A ha acatado que sean ministros quienes encabecen las candidaturas, pero no ha incluido todos los nombres que solicitaba la dirección federal ni el orden. “Haremos la lista en Madrid”, dicen fuentes de la dirección.
Viejas rencillas
Otra de las guerras que pretende abrir Ferraz es con la federación de Javier Lambán, uno de los barones más distantes con el presidente. La dirección está determinada a quitar a Ignacio Urquizu como cabeza de cartel en Teruel, aunque le han propuesto en 90% de las agrupaciones de la provincia. El actual diputado, castigado en el 'gallinero' del hemiciclo desde que Sánchez volvió a la Secretaría General y relegado de sus responsabilidades parlamentarias, fue una de las caras visibles de Susana Díaz en las primarias de hace dos años. “Dijimos que mandaran otro perfil”, justifican en la dirección. Ferraz impondrá al Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil, Pau Marí-Klose, como número dos en Zaragoza en detrimento de Óscar Galeano.
Los demás focos de la polémica también se producirán en provincias cuyas direcciones estuvieron del lado de la expresidenta andaluza. Así, Luz Seijo encabezará la candidatura por Palencia, a pesar de que el Comité Provincial ha aprobado que sea Antonio Casas por un 79%. La secretaria de Educación de la Ejecutiva de Sánchez ocupó el primer puesto en las anteriores generales también por imposición de Ferraz. En León, Sánchez quiere que el responsable de Cultura, Iban García del Blanco sea el número uno al Congreso, pero esa no es la propuesta de la provincia, que ha designado al líder, Javier Alfonso Cendón.
Fuentes de la dirección federal se muestran confiadas en que la provincia modifique la candidatura, pero si no prevén modificarla. También lo harán en Lugo, donde colocarán para el Senado a César Mogo, actual director general en Moncloa. Las fuentes consultadas aseguran que el cambio cuenta con el beneplácito de la dirección provincial. En el caso de Castilla-La Mancha, se llegó a un entendimiento con la federación de Emiliano García-Page y el actual diputado por Guadalajara, Pablo Bellido, dio un paso atrás y dejó su puesto a la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, a pesar de que había logrado el respaldo mayoritario de los militantes.
La dirección del PSOE asegura que habrá una importante renovación en las candidaturas al Parlamento para el próximo 28 de abril. Una de las bajas notorias es la de César Luena, que dejará de ser diputado por La Rioja. El que fue secretario de Organización de Sánchez en su primera etapa y que después se alejó de él y apoyó a Patxi López será relevado por María Marrodán. Victoria de Pablo sustituirá a Francisco Marínez-Aldama en el Senado, a pesar de que su nombre fue el que más respaldo obtuvo en las consultas a los militantes.
Cristina Narbona, al Senado
A pesar de las reticencias que ha provocado en algunas federaciones, Sánchez ha conseguido hacer un hueco a todos los miembros del Consejo de Ministros, a excepción de la titular de Economía, Nadia Calviño, que es la única que no figurará en la papeleta. Para conseguir el encaje de bolillos, en Asturias y en Madrid se tendrá que romper la cremallera –las listas del PSOE siempre intercalan hombre y mujer– para que dos mujeres vayan consecutivamente. En el primer caso, Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE, encabezará la lista seguida de Luisa Carcedo, ministra de Sanidad.
En Madrid, los nombres que Sánchez quiere que le acompañen son Carmen Calvo, como número dos, y las ministras Teresa Ribera, Dolores Delgado y Reyes Maroto. La propuesta de Ferraz también incluye al líder de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, Rafael Simancas y Beatriz Corredor. A esos nombres habrá que sumar los que proponga la dirección regional, como el de Isaura Leal o el de José Manuel Rodríguez Uribes, actual Delegado del Gobierno.
La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, será quien encabece la lista del PSOE en el Senado. Sánchez quiso que fuera la candidata al Ayuntamiento de Madrid, pero declinó la oferta. Tras sondear otros nombres, como el de Alfredo Pérez Rubalcaba, el presidente escogió a Pepu Hernández, exseleccionador de baloncesto. A pesar de las reticencias que causó la decisión en la federación madrileña, logró imponerse en las primarias holgadamente, con un 64% de los votos.