El PCE apuesta por fortalecer la confluencia entre IU y Podemos
- El nuevo Comité Central advierte en su primer informe de un cierre en falso de la “crisis de régimen” y hace autocrítica: “No hemos sido capaces de ganar el pulso”
El Partido Comunista de España celebró el pasado mes de enero la primera reunión de su nuevo Comité Central, el principal órgano entre congresos. En él apostó de forma explícita por mantener y fortalecer la confluencia entre Izquierda Unida (el sujeto con el que el PCE hace política institucional) y Podemos, y por “superar actitudes de desconfianza” entre ambas organizaciones. La advertencia llega cuando la relación entre los partidos que dirigen Alberto Garzón y Pablo Iglesias están en su momento más delicado desde la alianza de 2016.
El Comité Central aprobó un extenso informe [aquí] en el que avisa de la necesidad de impedir un cierre en falso de la “crisis de régimen” abierta con la crisis económica, el surgimiento del 15M y el ciclo electoral que concluyó en 2016 sin que las “fuerzas del cambio” lograran “alcanzar el gobierno del Estado”.
IU exige cada vez más autonomía y visibilidad en un grupo parlamentario en el que su peso cuantitativo es menor al cualitativo.
El informe político de la dirección del PCE, fechado el pasado 14 de enero, hace una autocrítica, hacia dentro y hacia el resto de organizaciones del espacio, por no haber sido capaces de articular una opción política y electoral para favorecer a las clases populares. La consecuencia, apunta el documento publicado recientemente en su página web, es que está más cerca el cierre de la crisis de régimen que su resolución a favor de los más desfavorecidos.
“La crisis de régimen sigue abierta”, apunta el informe del PCE, “aunque está más cerca que nunca de cerrarse en perjuicio del pueblo trabajador, de la clase obrera, de las capas populares”. “No hemos sido capaces de ganar el pulso”, continúa. “No hemos sido capaces de construir una mayoría política alternativa representativa de los sectores populares”, asegura la nueva dirección comunista, liderada por Enrique Santiago aunque formalmente no ha sido elegido como secretario general.
El CC, con todo, atisba la posibilidad de revertir una suerte de restauración: “Todavía no se han consolidado todos los cambios que darían lugar a un nuevo régimen o a la plena restauración del anterior, por lo que nos queda margen para intentar revertir la situación”.
Profundizar en la confluencia con Podemos
“Las fuerzas del cambio ganaron posiciones pero no consiguieron la fuerza suficiente para alcanzar el Gobierno del Estado”, sigue el documento. Esa realidad es la que, a juicio del PCE, permita que el sistema trate “de cerrar el actual ciclo político derrotando a las fuerzas que representan la voluntad de cambio”.
Por eso, prosigue, el PCE se reafirma en su “histórica” apuesta por la convergencia, por el frente amplio. Y avisa, a los suyos: “La apuesta estratégica por las convergencias y las alianzas políticas no dependen de contextos subjetivos o consideraciones emotivas de nuestra organización o de nuestra militancia, sino de las condiciones sociales, políticas y económicas objetivas en las que se encuentra nuestro pueblo”.
El PCE pide “unidad de acción”. Y añade: “Sin descalificaciones por muy justificadas que puedan estar algunas veces, que puedan dificultar nuestro objetivo”. “El interés de nuestro pueblo se antepone a cualquier otra consideración”, zanja.
Tras el análisis llega la cuestión central. “Nuestra apuesta por la Convergencia con Podemos es firme en tanto esta fuerza política es el principal coadyuvante de IU en los procesos de convergencia en todo el Estado”, apunta el Comité Central.
La confluencia con Podemos, dice, “es clave para la construcción de un nuevo sujeto político que trascienda la actual IU, tal y como se acordó en la XI Asamblea Federal”. Por eso, dice la dirección comunista, hay que “superar actitudes de desconfianza entre Podemos e IU” o con otros actores.
El PCE advierte por último del riesgo de “una nueva operación del PSOE de absorción publicitada de distintos sectores y personas que en el pasado estuvieron vinculados al proyecto de IU”. Algo que en Madrid ya ha comenzado a ocurrir.
El nuevo PCE
“El texto representa el cambio del partido después del congreso”, aseguran a eldiario.es un portavoz del PCE. La diferencia no es tanto de fondo, creen, como de forma. “No se anda con rodeos pero no dice nada nuevo. Es de sentido común”, explican.
Sobre la referencia explícita a Podemos, desde la dirección comunista creen que “de perogrullo”. “Si hablamos de convergencia, ¿con quién vamos a converger? Vamos a poner el cascabel al gato”, exponen.
“No piensan igual pero son susceptibles a acuerdos”, aseguran. “Eso es la confluencia. Lo otro se llama unificar”, insisten.
El PCE, eso sí, limita el mensaje a sus propias bases. “Es en clave interna de partido, hacia las federaciones”, aseguran. La proximidad de las elecciones municipales y autonómicas ha tensado las relaciones. “Tiene que ver con un debate interno del PCE que se dio y resolvió con una apuesta tradicional de ir a frentes amplios”, dicen.
Ese fue el origen, recuerdan, de la apuesta por IU en 1986. De hecho, la mayor parte de la actual dirección de la coalición, incluido Alberto Garzón, militan también en el PCE.
Casi 32 años después la coalición de izquierdas intenta conjugar su incorporación a un espacio más amplio, como es Unidos Podemos y el grupo confederal con En Marea y En Comú, con su supervivencia y visibilidad como fuerza autónoma estatal.