El PSOE y Unidas Podemos mantienen los contactos formales, sin expectativas de que haya investidura en julio
Una breve llamada de teléfono entre sus respectivas portavoces, Adriana Lastra e Irene Montero, para constatar que las posiciones siguen exactamente igual 24 horas después. El PSOE y Unidas Podemos no se han movido un milímetro de sus posiciones y la negociación para buscar una fórmula que permita la investidura de Pedro Sánchez está encallada a dos semanas de la votación en el Congreso. El candidato socialista y Pablo Iglesias se plantaron en su reunión del martes y, salvo giro de última hora, el acuerdo antes del 25 de julio parece imposible. A la vista del previsible fracaso, los partidos dan la batalla por el relato ante la opinión pública.
El protagonismo recayó este miércoles en el segundo escalafón de ambos partidos. La portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero, acusó en una entrevista en la cadena Ser al presidente en funciones de querer repetir las elecciones “para ganar 10 diputados más”. La dirigente de Podemos señaló a “los asesores” de Sánchez como responsables de la estrategia del candidato e intentó rebajar la tensión con dos mensajes positivos: “Después de la tormenta llega la calma” y “habrá investidura”. Eso sí, sin aventurar cuando.
En público, los dirigentes de ambos partidos alimentan la esperanza de un acuerdo, que casi nadie ve probable en privado.
En el grupo confederal creen que la oportunidad llegará en septiembre, tal y como dijo ya en público Iglesias hace dos semanas, aunque en el PSOE sostienen que “no hay segundas oportunidades”, es decir, que Sánchez no se volverá a presentar en septiembre si no sale ahora elegido. Salvo que cambien las cosas.
Minutos después de la intervención de Montero, fue la portavoz socialista, Adriana Lastra, la que compareció ante los micrófonos de la Ser. La número dos del PSOE había dicho el día anterior: “Si el problema no son los nombres, sentémonos mañana mismo”. Así que recogió el guante, y llamó a Montero unas horas más tarde.
La conversación se produjo al filo de las dos de la tarde. Fue breve y, en ella, ambas mantuvieron las mismas posiciones que sus jefes de filas habían planteado 24 horas antes. “A pesar de que las posiciones de ambas formaciones siguen igual que ayer, Lastra y Montero se han emplazado a seguir dialogando y a tener una vía abierta de comunicación”, informaron fuentes socialistas. “Ambas siguen como hasta ahora, en tanto portavoces de sus grupos parlamentarios, en contacto. Desde Podemos hay plena disposición para sentarnos a negociar en cuanto el PSOE levante sus vetos y líneas rojas y esté dispuesto a negociar un gobierno de coalición de izquierdas (programa, políticas y equipos), que es lo que quieren los españoles según ha publicado hoy mismo el CIS”, dijeron en el grupo confederal.
El PSOE insiste en abordar en primer lugar un programa conjunto para un “Gobierno de cooperación”, que incluiría a personas de Unidas Podemos en un segundo nivel de la Administración e incluso “independientes de reconocido prestigio de la órbita” del partido de Iglesias. El grupo confederal sostiene que la negociación debe ser “integral”: “programa, equipos y estabilidad”.
Nadie quiere dar por rotas las conversaciones y todos aspiran a retomarlas en algún momento y que sea el otro el que ceda. Pero el tiempo corre y los plazos se agotan. Los partidos que se integran en Unidas Podemos tienen que consultar a sus bases sobre el sentido del voto en la sesión de investidura, un proceso que exige de una cierta preparación y algo de tiempo. El partido no tiene todavía definida la pregunta ni cuándo se hará el referéndum entre su medio millón largo de inscritos.
El partido de Iglesias creen que tiene el relato de su parte porque, dicen, en estas semanas ellos sí han hecho cesiones. Si el PSOE se acogía al barómetro de junio del CIS, publicado la semana pasada y que señalaba que el partido de Sánchez obtendría mejores resultados en caso de repetición electoral, este miércoles era Unidas Podemos quien recurría al instituto público de opinión para esgrimir su apuesta por un Gobierno de coalición, la opción preferida de los encuestados.
El PSOE se muestra ahora mismo cerrado en banda a la coalición. Aunque los socialistas aseguran que quieren evitar las elecciones, fuentes gubernamentales admiten que los escenarios que barajan con más probabilidades son que Unidas Podemos ceda y brinde su apoyo 'in extremis' o que se repitan las generales. Aceptar la exigencia de incorporar a dirigentes de Podemos al Consejo de Ministros es la salida menos probable, aseguran las mismas fuentes. Y mientras tanto, Moncloa trabaja en la redacción del discurso de la investidura que contemplan que sea fallida el 26 de julio. Si no hay sorpresa de última hora, hasta entonces seguirá la pelea por el relato y por señalar a la otra parte como culpable de que España siga sin gobierno tres meses después de las generales.